GUYANA-VENEZUELA: Crisis de cohetes no impedirá acercamiento

La instalación de una plataforma de lanzamiento de cohetes en un territorio de Guyana reclamado por Venezuela fue calificada de asunto "serio" por el presidente Hugo Chávez, quien, sin embargo, descartó que pueda mutilar las relaciones bilaterales.

"Yo tengo mucha fe y hemos previsto un viaje a Guyana en el segundo trimestre del año", comentó el mandatario al referirse con detalle a esta virtual crisis de los cohetes en una extensa entrevista publicada este viernes por el matutino El Universal.

Los problemas de índole aeroespacial entre las dos naciones vecinas comenzaron formalmente el 19 de mayo, cuando Guyana firmó un acuerdo con la compañía estadounidense Beal Aerospace Technologies Inc. para construir una base de lanzamiento de cohetes en su territorio.

Sin embargo, la zona elegida para este proyecto está ubicada en pleno Esequibo, región que cubre las dos terceras partes de Guyana cuya soberanía es reclamada por Venezuela como parte de una centenaria disputa cuyos orígenes datan de la era colonial.

La noticia del acuerdo originó dos notas de protesta de la cancillería venezolana que consideró el proyecto como "acto inamistoso", cuya materialización podría enturbiar el proceso de negociación de ese diferendo territorial, que se realiza con los buenos oficios del Secretario General de Naciones Unidas.

Guyana criticó, con visible molestia, "la interferencia en los asuntos internos de este país".

"El asunto de la base aeroespacial es serio, porque se trata de una zona en reclamación", comentó Chávez, quien anunció que Venezuela está dispuesta a realizar gestiones internacionales si fuera necesario para impedir el proyecto.

El mandatario mencionó la posibilidad de acudir ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya, e incluso de plantear el asunto al gobierno de Estados Unidos, cuya autorización es clave pues la instalación de la base aeroespacial implica exportación de tecnología misilística.

"El caso es delicado, vamos a manejarlo con mucho cuidado y siempre con el criterio de la paz, pero yo no daría como un hecho la instalación de la base", afirmó. Consultado si podría haber ruptura de relaciones, aseguró: "No, por favor…".

El gobierno de Chávez manifestó desde su inicio en febrero de 1999 la intención de reactivar el proceso de negociaciones del conflicto territorial con Guyana, pero siempre en el marco de una relación de respeto y amistad.

En octubre pasado, cuando se cumplió un siglo del Laudo Arbitral de París que estableció las fronteras actuales y que Venezuela cuestiona, Chávez comentó la disputa y la intención de "colocar ese tema en la mesa de negociaciones".

Pero el mandatario se ha preocupado en todas las ocasiones por precisar que las relaciones con Guyana son de amistad. Venezuela sostuvo que es necesario buscar soluciones "prácticas", como alternativa para abordar las complejidades de la reclamación.

El Laudo de París favoreció en ese momento a Gran Bretaña, pero Venezuela reclamó su resultado y lo considera "nulo e írrito" por supuestas irregularidades en el trabajo de los árbitros convocados en 1899.

Guyana heredó este problema territorial tras su independencia en 1966. En ese mismo año, los dos países se comprometieron en Ginebra a buscar soluciones pacíficas para el conflicto, que, sin embargo, ha gravitado sobre las relaciones bilaterales e incluso provocó momentos de tensión en la década del 80.

La crisis de los cohetes detonó justamente cuando los dos países habían aceptado reanudar los contactos en el marco de la gestión de buenos oficios de la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), dirigida por el diplomático Oliver Jackman, de Barbados.

Después de visitar a los dos gobiernos, Jackman sostuvo una reunión con los negociadores de los dos países en Nueva York, el 12 de mayo.

Venezuela ha protestado en diversas ocasiones por el establecimiento de proyectos en Esequibo. En el caso de la base de cohetes, este país ha cuestionado los efectos ambientales y la "participación de terceros" en actividades que afectarían la reclamación territorial.

Mientras, en Guyana se considera un buen negocio la instalación de la base, pues implica una inversión de al menos 100 millones de dólares por parte de la empresa aeroespacial estadounidense, que además pagará un canon de arrendamiento y entre 25.000 y 100.000 dólares por cada lanzamiento exitoso.

Beal Aerospace pretende convertirse en una de las principales proveedoras de las empresas que desean colocar satélites en órbita, y estima que en los próximos años se lanzarán al menos 1.300 de estos artefactos.

La empresa, que tiene su base en Texas y que también estudia implantar bases de lanzamiento en Florida y en Anguila, Indias Occidentales, está culminando el desarrollo de su cohete BA-2, descrito como un vehículo de alta capacidad para llevar satélites hacia órbitas de baja y media altura. (FIN/IPS/lc/mj/ip/00

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