La economía de Fiji se encamina hacia al desastre debido a las sanciones económicas, la pérdida de empleos y el estallido de tribalismo y provincialismo que siguieron al golpe de Estado del 19 de mayo, advirtieron expertos.
La economía nacional, con fuerte dependencia de la exportación de azúcar y de la industria del turismo, está en su punto más bajo en dos décadas.
Si no se establece un proceso democrático aceptable universalmente y una administración interina de inmediato, será muy probable un colapso económico que pondrá a esta pequeña nación isleña del Pacífico en el camino de Africa subsahariana, advirtieron los expertos.
Cualquiera sea el resultado de la crisis -los militares y el grupo que dio el golpe intentan designar una administración civil que sustituya a la derrocada-, Fiji sentirá su impacto económico de tanto en tanto.
Un grupo de países de la Comunidad Británica de Naciones (Commonwealth) visitó Fiji el viernes y exhortó a las autoridades a "retornar a la democracia".
El ejército de Fiji mantuvo conversaciones con el líder golpista George Speight, quien afirma haber dado el golpe en representación de todos los nativos que se sentían discriminados por el gobierno indio-fijiano elegido democráticamente.
Speight anunció el lunes un acuerdo con el ejército -que tomó el control el 29 de mayo, 10 días después del golpe- para que el ex presidente Ratu Josefa Iloilo sea el próximo presidente.
El efecto de esta crisis sobre la economía "dependerá de su duración y de su resultado", opinó un experto en economía que solicitó reserva debido a la tensa situación en este país.
"El turismo sufrirá porque los agentes de viaje se ven obligados a aconsejar a sus clientes que no viajen a Fiji, y esto devastará la economía", pronosticó.
Las cañas de azúcar se pudren en el campo desde que comenzó la crisis. Fiji esperaba ganar 4.360 millones de dólares de la exportación de azúcar este año, en su mayor parte a la Unión Europea bajo privilegios especiales.
Además, "millones de dólares en preferencias comerciales y ayuda para el desarrollo" están en riesgo debido a la crisis política, declaró en Suva el director de campañas del Congreso, Tim Noonan.
La delegación de la Commonwealth recibió la seguridad de que Fiji retornaría al régimen democrático dentro de dos años y que las reformas realizadas a la Constitución en 1997 garantizan los intereses de todos los grupos étnicos de Fiji.
El canciller de Australia, Alexander Downer, dijo que la relación futura de Fiji con la comunidad internacional dependerá de cuándo se liberen los rehenes tomados por Speight y el país retorne a la democracia.
Sindicatos de socios clave como Australia, Nueva Zelanda y otros países realizan una campaña ante la Unión Europea para que suspenda los beneficios comerciales y la ayuda a Fiji, y presione a Speight a liberar al primer ministro Mahendra Chaudhry y otras 30 personas que mantiene secuestradas en el parlamento desde el golpe.
"Australia y Nueva Zelanda se proponen imponer sanciones contra los terroristas", anunció Phill Goff, canciller de Nueva Zelanda, un día antes de que su gobierno prohibiera la entrada a Nueva Zelanda a Speight, su asesor Jo Nata y otras 83 personas vinculadas con el líder golpista.
El economista que solicitó reserva afirmó en entrevista con IPS que "se ha producido un daño fundamental a la estructura de la sociedad de Fiji".
"Ahora, Fiji se encamina al clásico modelo melanesio de la sociedad, que debilita el sistema tradicional de gobierno, así como la ley y el orden", advirtió.
"La mejor salida de esta situación sería una profunda recesión de dos años con devaluación. La devaluación de la moneda nacional será necesaria para atraer turistas, que de otro modo no tendrán incentivos para visitar Fiji", pronosticó el economista.
Añadió que "aun si todo terminase mañana mismo, Fiji igualmente sería suspendido de la Commonwealth por dos años".
Fiji fue suspendido de las reuniones ministeriales de la Commonwealth, pero todavía no fue expulsado. Sin embargo, los observadores creen que es solo cuestion de tiempo.
"Los efectos de este golpe serán mucho peores que los de los dos golpes militares de 1987. La guerra fría terminó, y la comunidad internacional presionará duramente a Fiji. ¿Qué razón tendrían los potenciales inversionistas para venir aquí?", preguntó el analista. (FIN/IPS/tra-en/ds/js/mlm/ip-dv/00