La reputación alemana de formar científicos de alto nivel recibió un duro golpe con la difusión de un estudio de la OCDE, en el cual se afirmó que Alemania quedó rezagada en la educación científica, y los expertos piensan que la causa es un sistema de enseñaza anticuado.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con sede en París, divulgó el mes pasado un estudio comparativo de 29 países que integran esa organización, en cual la proporción de graduados en ciencia y tecnología de Alemania resultó ser un tercio menor que la de otras naciones
Finlandia, Francia, Irlanda, Japón y Corea del Sur tienen una proporción más elevada, con entre 2.220 y 5.200 graduados por cada 100.000 personas empleadas, y Alemania sólo 1.040 por cada 100.000.
La declinación alemana en la materia es evidente para muchos en la industria y el mundo académico, pero sus causas no comenzaron a discutirse con profundidad hasta el año pasado.
La causa de que empezara el debate fue que el canciller (jefe de gobierno) Gerhard Schroeder lanzó una campaña para promover la inmigración de especialistas en el área de tecnología informática (TI) desde India y Europa Oriental, para paliar la grave escasez de expertos en el país.
"¿Son los alemanes demasiado tontos para aprender computación?", se preguntó en una nota de portada del semanario Stern.
Otros diarios y revistas reflejaron el estupor público ante el hecho de que graduados en ciencias del mundo en desarrollo y de países que tuvieron regímenes comunistas hayan llegado a superar en cantidad y calidad a los científicos alemanes.
Hans Olaf Henkel, presidente de la Asociación Alemana para la Industria, dijo que el país necesita la inmigración de especialistas en computación y en otras áreas científicas porque su sistema de educación es insatisfactorio en comparación con el de otros países.
Henkel fue uno de los primeros en afirmar que la escasez de científicos se debía a una educación anticuada.
Hace dos años, el Tercer Estudio Internacional de Matemática y Ciencia, uno de los estudios comparativos más importantes en su área, examinó a miles de escolares en 42 países.
La evaluación del estudio indicó que la educación científica a nivel secundario en Alemania no estaba entre las mejores y había quedado muy rezagada en relación con la de países del sudeste de Asia, cuyos niveles consideró "inalcanzables" para los escolares alemanes.
El desempeño en las pruebas de los estudiantes alemanes también fue superado por el de los de varias naciones de Europa Oriental.
Los resultados de aquel estudio fueron vistos como un llamado de atención, pero el verdadero detonante de la polémica en Alemania fue la iniciativa de Schroeder, quien afirmó en varios discursos que el país necesitaba "aprender de India".
Andreas Schleicher, de la OCDE, apuntó que "no se trata necesariamente de que la educación alemana haya empeorado, sino de que otros países reformaron sus sistemas educativos con gran rapidez" mientras Alemania dormía sobre sus laureles.
Austria, Gran Bretaña, Singapur y otros países cambiaron sus sistemas de enseñanza de ciencias en escuelas primarias y secundarias a comienzos de los años 90, con la intención de hacerla menos abstracta y más interesante para la juventud actual.
En cambio, la enseñanza de ciencias en las escuelas de Alemania mantiene criterios tradicionales, apuntó el profesor Manfred Prenzel, director del Instituto de Ciencias de la Educación en la ciudad noroccidental alemana de Kiel.
"El diálogo entre maestros y alumnos sigue orientado con estrechez hacia la búsqueda de una sola respuesta correcta a cada problema, y eso conduce a una comprensión estrecha de la ciencia", aseguró.
"Necesitamos cambiar la forma de enseñar para motivar a los estudiantes. Debemos poner más énfasis en la utilidad de la ciencia en la vida cotidiana y en su relevancia. Debemos avanzar hacia una forma de resolver problemas que jerarquice los procesos", opinó.
Prenzel también está convencido de que hace 10 años se enseñaba más ciencia en la escuela primaria alemana que en la actualidad.
"La educación primaria se ha alejado de la ciencia para jerarquizar las cuestiones sociales", apuntó.
Eso contrasta con las tendencias en muchos países en Asia, pero tambien con las de Australia, Estados Unidos, Gran Bretaña y Nueva Zelandia, que han aumentado la educación científica en las escuelas primarias.
Maestros de primaria y secundaria alemanes no están sorprendidos por el retraso de su país en la educación científica, y observaron que disciplinas como física, química y biología son consideradas "desabridas" por los alumnos, quienes opinan que la ingeniería es "aburrida".
Estadísticas del Ministerio de Educación señalaron que la cantidad de graduados en ingeniería, matemática y ciencias cayó 20 por ciento en la última década, mientras el número de estudiantes que optaron por formación terciaria en artes y humanidades crecía en la misma proporción.
Los empleadores critican que obtener la primera graduación universitaria en Alemania demande un promedio de seis o siete años, en vez de tres o cuatro como en la mayoría de los demás países industrializados, y señalaron que eso implica el ingreso al mercado de trabajo con conocimientos ya obsoletos.
Eso ocurre en especial en el terreno de la tecnología informática, en la cual el lento filtro de la enseñanza terciaria impide formar los expertos con conocimientos actualizados que el mercado laboral necesita, explicaron.
"Un gran número de mis alumnos son contratados cuando aún están estudiando y sus conocimientos son embrionarios. Muchos ni siquieran terminan sus cursos", comentó Michael Kobzan, un profesor de aplicaciones gráficas de la computación en el Politécnico de la ciudad sudoriental alemana de Potsdam.
Alemania no ha sido el único país industrializado que debió promover la inmigración de especialistas en TI, y Berlín afirma que sólo existe una necesidad temporal de expertos, hasta que se produzca el número suficiente de graduados alemanes, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos y Gran Bretaña.
Muchos analistas opinaron que la falta de profesores de TI es una barrera para la admisión de estudiantes de esa discplina.
En la universidad de la ciudad nororiental de Rostock, 650 alumnos compiten por 130 plazas disponibles para cursos de TI. "Es una situación desastrosa", lamentó el profesor Karl Hantzschmann, de esa universidad.
Prenzel piensa que la decadencia de la educación científica se ha revertido porque la TI se puso de moda entre los alumnos de secundaria, y apuntó que la cantidad de estudiantes de TI pasó de 12.000 en 1995 a más de 22.000 en 1999.
Sin embargo, expertos industriales opinaron que el gobierno está perdiendo una oportunidad única de aprovechar el renovado interés de los jóvenes en las ciencias.
"Los programas universitarios son una catástrofe", afirmó Werner Senger, director de la Asociación Federal de Información Económica, Telecomunicaciones y Nuevos Medios de Comunicación. (FIN/IPS/tra-eng/ys/sm/ego/mp/ed sc/00)