La Cooperación para el Desarrollo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia otorgó prioridad a Sudáfrica desde los años 90, cuando llegó al gobierno de ese país Nelson Mandela.
Italia no estuvo presente en Sudáfrica hasta que desapareció el apartheid, excepto en la ayuda a organizaciones no gubernamentales y sindicales que luchaban contra ese sistema segregacionista blanco.
El gobierno blanco se mantuvo en el poder hasta que se realizaron las primeras elecciones multiraciales de la historia de ese país, en 1994, que dio paso al gobierno de Mandela.
La cooperación italiana con el país africano se canaliza desde entonces sobre todo a través de la creación de pequeñas y medianas empresas, en las áreas pobres del país.
En esta actividad empresarial juegan un papel de primer orden las mujeres, explicó a IPS Bianca Pomeranzi, funcionaria del organismo de la cancillería de Italia.
Las mujeres sudafricanas están en una condición envidiable, incluso respecto de países del Norte desarrollado, en cuya sociedad cumplen un papel importante, afirmó.
"Ellas están muy presentes en la política y en el sistema institucional del país, donde ocupan 30 por ciento de los cargos", manifestó Pomeranzi.
Italia otorga asistencia técnica para la creación de estas empresas a través del reforzamiento de las instituciones y de las agencias locales de desarrollo, que sirven de puente con las áreas más pobres en las que se implementan los proyectos.
La iniciativa italiana permitió la creación de una escuela de formación de joyeros, que comenzará a funcionar el 1 de septiembre, con la cual se podrá trabajar el oro para poder exportarlo elaborado con el beneficio del valor agregado.
También se crearán escuelas para trabajar cuero, empresas de turismo rural, para el desarrollo del sector agrícola.
Fabio Melloni, funcionario de la Cooperación para el Desarrollo, explicó que el proyecto propone los objetivos de creación de empresas, la participación de la gente a través de comités, el reforzamiento de las instituciones administrativas y el establecimiento de un sistema financiero.
Italia destinará 8,5 millones de dólares para la creación pequeñas y medianas empresas, programa iniciado en 1998 y que concluirá a mediados del 2002.
Uno de los objetivos más importantes será la creación de empleos permanentes para los sectores más necesitados de la población.
En particular se favorecerá la incorporación al trabajo de las mujeres, que constituirán 50 por ciento de los beneficiarios de esta iniciativa, de jóvenes y de personas discapacitadas.
Italia llevará a cabo también en Sudáfrica un programa de lucha contra la pobreza de 10 millones de dólares.
La lucha contra la pobreza es el objetivo principal de la cooperación italiana, cuyos fondos alcanzan al 0,16 por ciento de su producto interno bruto y que se propone aumentarlos en los próximos años para llegar al 0,24 por ciento, el promedio de los países desarrollados. (FIN/IPS/jp/dm/ip/00