Grupos religiosos estadounidenses se unieron a delegados africanos en la sesión especial en curso de la Asamblea General de la ONU para oponerse a la consagración de los derechos de los homosexuales en el documento final.
La sesión especial, llamada "Mujeres 2000: Igualdad de género, desarrollo y paz en el siglo XXI", tiene por cometido revisar los logros alcanzados desde la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, y terminará este viernes.
La asociación entre representantes de gobiernos africanos y grupos religiosos de derecha se forjó el miércoles en una explosiva sesión sobre derechos sexuales.
"El lesbianismo no es lo que las mujeres deberían discutir en esta conferencia", declaró la parlamentaria nigeriana Adeyemi Janet Febisola antes de abandonar la sesión.
Jane Kuko, ministra de Uganda, expresó que el lesbianismo es algo raro en su país. "No sé nada sobre lesbianismo. De todos modos, deberíamos tratar otros temas, como la pobreza. Además, hay muchos hombres a nuestro alrededor y deberíamos persuadir a las jóvenes de que se interesen por ellos", agregó.
Febisola manifestó su respaldo a un folleto distribuido en la reunión por la Coalición Pro-Familia, que abarca 60 grupos de derecha opuestos a los derechos sexuales y reproductivos.
La coalición, que tiene algunos representantes formales en la sesión especial de esta semana, llamada "Beijing más Cinco", intenta obtener el apoyo de países en desarrollo.
"Si Occidente dejara de presionar a otros países para adoptar 'derechos' de homosexuales y al aborto, el documento final ya estaría pronto", dice el folleto distribuido por el grupo.
"Deberíamos concentrarnos en verdaderos problemas, como la falta de vivienda o la feminización de la pobreza", exhortó Susan Roylance, de United Families International, miembro de la coalición de derecha.
"Eso es lo que los países africanos desean hacer, pero los estados de la Unión Europea imponen su agenda sobre derechos sexuales y reproductivos", añadió.
Por otra parte, activistas por los derechos sexuales de Occidente culparon a países en desarrollo por trabar la declaración final.
La organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional acusó a Argelia, Irán, Marruecos, Nicaragua, Libia, Pakistán, Siria y el Vaticano de formar una "alianza no santa" para revertir los compromisos sobre derechos reproductivos adoptados hace cinco años en Beijing.
Varias delegadas que hablaron a la conferencia el miércoles destacaron que el derecho a elegir si, cuándo y con quién tener relaciones sexuales es un derecho fundamental de las personas, y es un instrumento en la lucha contra el sida, los matrimonios forzados y la mutilación genital femenina.
"Castigar a las personas por ser lo que son es una grave falta de respeto", declaró Pumi Mtetwa, de Sudáfrica, y rechazó la afirmación de que el lesbianismo es antiafricano. "Yo soy africana", dijo a la audiencia.
La ministra ugandesa Kuko, quien había dicho a la conferencia que no sabía nada sobre lesbianismo, recibió un curso acelerado luego de la reunión.
La representante de Namibia, Elizabeth Xhahao, y su compañera alemana Elisabeth Frank se dieron un beso apasionado para demostrar su amor. Luego narraron la historia de su romance ante una absorta audiencia.
La pareja contó a Kuko que entabló una demanda contra el gobierno de Namibia por negar el derecho de Frank a la ciudadanía, dado que no reconoce su relación con Xhahao.
"Solo somos dos mujeres que se aman", dijo Xhahao, posando para las cámaras junto con su pareja ante la perplejidad de varias delegadas africanas, que no daban crédito a sus ojos. (FIN/IPS/tra-en/fk/da/mlm/hd/00