DERECHOS HUMANOS: Mujeres deben participar en la economía

Los activistas por los derechos de la mujer deben asegurarse un lugar en las instancias nacionales e internacionales de decisión en materia económica y no sólo en áreas de género, señaló en la ONU una economista africana.

El no hacerlo es quedarse al margen de la sociedad, señalaron economistas reunidos esta semana en la sesión especial en curso de la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).

La sesión especial, llamada "Mujeres 2000: Igualdad de género, desarrollo y paz en el siglo XXI", tiene por cometido revisar los logros alcanzados desde la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, y termina este viernes.

"El sector económico adquiere cada vez mayor importancia", señaló la economista de Senegal Yassine Fall. Es fundamental que las mujeres integren los Ministerios de Finanzas e incluso se conviertan en ministras, exhortó.

Por lo general, los activistas por los derechos de la mujer se conforman cuando éstas son designadas ministras de carteras llamadas "Asuntos de Género", "Asuntos de la Mujer" o "Asuntos Sociales".

Fall señala que las activistas con frecuencia ignoran instrumentos comerciales importantes, como la Convención de Lomé, las normas de la Organización Mundial de Comercio o las leyes que afectan al comercio, como la Ley de Crecimiento y Oportunidad de Africa aprobada por Estados Unidos.

Todas éstas tienen impactos negativos en las economías africanas y las vidas de las mujeres, destacó.

Los gobiernos deben abrir sus economías a las importaciones extranjeras y a las compañías trasnacionales si quieren participar en el juego internacional del comercio, comentó.

En la experiencia africana, eso significó la reducción de aranceles a la importación y la pérdida de empleos, la flexibilización de las leyes laborales y la privatización de los servicios sociales, sostuvo Fall.

La globalización no benefició a Africa y, de hecho, hizo retroceder a las mujeres, aseguró. En todo el continente, las trabajadoras se vieron obligadas a ingresar al sector informal ya que se redujeron los empleos industriales, mientras aumenta la pobreza absoluta y los hogares dirigidos por mujeres.

La iniciativa del Banco Mundial para reducir la deuda externa de los países más pobres está fallando porque sólo permite una reducción limitada que puede demorar hasta 20 años, dijo. La misma fija condiciones similares a aquellas impuestas por las políticas de ajuste estructural, agregó.

Pero el perdón de la deuda es otro ámbito que aún no recibió la suficiente atención femenina, dijo Fall. La política económica no ocupa el interés de las activistas, que se limitan a ámbitos tradicionales, agregó.

Con frecuencia, la reponsabilidad por el avance de la mujer se designa a una ministra sobre la que se concentra toda la atención de las activistas, mientras el verdadero avance sólo es posible mediante el Ministerio de Finanzas que controla el presupuesto, manifestó Fall.

La inversión extranjera destinada a Africa se redujo como porcentaje de la inversión mundial, dijo la activista de Tanzania Marjorie Mbilinyi, al igual que la ayuda directa, mientras se expande el sector informal de la economía. Al menos la mitad de los empleos africanos son informales, explicó.

"Los acuerdos comerciales institucionalizan la reforma estructural económica", cree Zo Randriamaro, de la Red del Tercer Mundo, en Ghana, quien estudia los efectos negativos de la globalización y el comercio internacional sobre las mujeres en Africa.

Su investigación pretende desmentir dos supuestos de la economía africana: que el sector privado extranjero es el único motor para el crecimiento y que los mercados libres beneficiarán el desarrollo de todas las mujeres.

"La investigación revela el impacto negativo de los acuerdos comerciales, pero estas realidades con frecuencia se niegan", dijo Randriamaro. No obstante, el comercio recibe poca atención fuera de los ámbitos técnicos, a pesar de que la "OMC moldea las economías nacionales", sostuvo.

La globalización no es un proceso benigno, se señaló en la sesión especial, pero muchas organizaciones, incluso la OMC, creen que no hay otra alternativa. Pero movimientos como la Red del Tercer Mundo comienzan a plantear alternativas económicas sustentables. (FIN/IPS/tra-en/fk/da/aq/hd/00

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