CUBA-EEUU: Ola de visitas de diputados y empresarios a La Habana

La visita a Cuba de tres delegaciones de empresarios y legisladores confirmó el interés en Estados Unidos por el comercio con la isla, un propósito prohibido por Washington desde hace casi 40 años.

Estas misiones a Cuba aumentan a medida en que crece en la sociedad estadounidense la inclinación a dejar sin efecto, al menos de forma parcial, el bloqueo impuesto por Washington desde los años 60.

Las sanciones han resultado ineficaces en su propósito de debilitar al gobierno de Fidel Castro y, además, causó pérdidas a productores y exportadores estadounidenses, según Craig Johnston, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos.

El "embargo no le hace bien a nadie", dijo Johnstone, quien este viernes finalizó su segunda visita a La Habana desde que el año pasado acompañó al presidente de la Cámara, Tom Donahue, para iniciar contactos con autoridades cubanas.

La gira de Johnstone y de un grupo de arroceros de Arkansas coincidió con las discusiones en el Congreso estadounidenses de dos enmiendas que intentan sacar alimentos y medicinas de las prohibiciones para exportar a la isla.

Arkansas fue antes del bloqueo un tradicional vendedor de arroz a Cuba, gran consumidor de ese producto,

Johnstone aseguró a la prensa estatal cubana que su organización apoya los proyectos de ley de alivio al bloqueo, que, además, cuentan "con amplia aceptación en ambas cámaras" legislativas.

Detractores del gobierno de Fidel Castro, sin embargo, prosiguen sus esfuerzos por evitar la aprobación de las enmiendas, aprobadas en mayo por comisiones en el Senado y la Cámara de Representantes y que deberían ser discutidas en los plenarios en los próximos días, luego del receso legislativo.

El proyecto a estudio del Senado que apunta a facilitar la exportación de alimentos y medicinas a Cuba está incluida en la ley de Presupuesto del Departamento de Agricultura y se presenta por segundo año consecutivo.

En 1999 fue aprobada por 70 votos a favor y 28 en contra, pero fue rechazada finalmente por la oposición de legisladores republicanos de la Cámara de Representantes en las negociaciones realizadas por ambas ramas del Congreso para unificar esa ley.

El Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes aprobó una norma que permitiría la venta de alimentos no sólo a Cuba, sino también a Corea del Norte, Irán y Sudán, países sujetos a sanciones estadounidenses, como parte de la ley de presupuesto agrícola para el año fiscal 2001.

Hasta fines de mayo no estaba clara la suerte de la iniciativa introducida por el representante republicano por el estado de Washington George Nethercutt, pues el Comite de Reglamentos de la Cámara no la incluyó en el proyecto de asignaciones agrícolas cuya discusión quedó aplazada para las primeras semanas de junio.

"Estados Unidos está solo en la prohibición de las exportaciones a esos países de mercancías humanitarias", que "hacen sufrir a los granjeros norteamericanos por las pérdidas de al menos 1.000 millones de dólares anuales", se quejó Nethercutt en un artículo para el diario The New York Times.

A los esfuerzos de legisladores que procuran el levantamiento parcial del embargo se sumaron en mayo el senador por Montana Max Baucus, del Partido Demócrata, y su par por Kansas Pat Roberts, del Partido Republicano, que patrocinan el proyecto denominado Ley de Normalización del Comercio con Cuba.

El presidente Bill Clinton firmó en 1996 la ley Helms-Burton que reunió en un sólo cuerpo legal e intensificó las sanciones aplicadas por Washington a La Habana desde los años 60 y cuya aplicación extraterritorial ha causado algunos roces con países de la Unión Europea con inversiones en la isla.

Académicos consideran "difícil" que a corto o mediano plazo se derogue esa ley, aprobada en respuesta al derribo por la Fuerza Aérea cubana de dos avionetas procedentes de Estados Unidos que, según el gobierno de Fidel Castro, violaron su espacio aéreo.

Sin embargo, observan que la aprobación de enmiendas que abran el comercio en al menos uno o dos sectores obligaría al establecimiento de regulaciones que socavarían el embargo "por dentro".

Expertos creen ver en esta nueva atmósfera el efecto en la sociedad estadounidense del caso del niño cubano Elián González, sobreviviente en noviembre del naufragio de una barca con emigrantes indocumentados y cuyo padre, Juan Miguel González, intenta hasta ahora sin éxito llevarlo de regreso a Cuba.

Empresarios y granjeros estadounidenses dicen que ese clima ayuda a discutir los impedimentos para negociar con Cuba, pero el interés viene de antes de que Elián fuera encontrado frente a las costas del estado de Florida y se desatara la batalla por su custodia, que involucra a los gobiernos de ambos países.

"Estamos produciendo abundantes alimentos en Estados Unidos y tenemos que venderlos", se defendió Donald Patman, presidente de la Federación de Granjeros de Texas en una visita a La Habana en abril.

En esa ocasión, Patman dijo que su organización procura abrir mercados en todo el mundo, no sólo en Cuba, donde estimó que podría lograr ventas por 1.000 millones de dólares anuales.

Apruébense o no tales proyectos, el diálogo entre el pujante sector empresarial estadounidense y funcionarios estatales cubanos es un dato de la realidad, tras los acuerdos de cooperación logrado en julio de 1999 entre la Cámara de Comercio y autoridades de la isla.

"Es hora de que comencemos el intercambio en áreas como agricultura, telecomunicaciones, restaurantes. Nos interesa que representantes de estos sectores visiten Estados Unidos y los de allá vengan aquí", dijo Johnstone, quien coincidió en La Habana con una misión de legisladores negros estadounidenses.

Datos del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, entidad consultora independiente radicada en Nueva York y fundada en 1994, calculan en 2.800 las personas procedentes de Estados Unidos que, con o sin autorización, viajaron a Cuba en 1999 por asuntos de negocios, cifra que podría elevarse a 3.400 este año.

John Kavulich, presidente del Consejo, atribuyó esa tendencia a la flexibilización de las restricciones del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos a partir de 1998, el creciente interés en vínculos comerciales y culturales con Cuba y el inicio de vuelos directos desde Nueva York y Los Angeles.

A mediados de mayo, Kavulich aseguró que el gobierno de su país "examina hace cierto tiempo" el restablecimiento de relaciones bancarias con Cuba para facilitar transacciones comerciales autorizadas de empresas estadounidenses con la isla.

El asunto, que no ha sido confirmado oficialmente por ninguno de los dos países, puede ser resuelto por el Poder Ejecutivo sin la autorización del Congreso, según Kavulich. "La administración lo puede hacer, ya que se trata de una cambio regulatorio", dijo. (FIN/IPS/pg/mj/ip if/00

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