Fidel Castro, que el 13 de agosto cumplirá 74 años y lleva más de 40 gobernando los destinos de Cuba, siente que el tiempo se le acaba, trabaja prácticamente sin descanso y descarta "traumas" políticos en su sucesión.
"Conozco bien que el hombre es mortal, (aunque) no preocuparme jamás por ello ha sido la clave de mi vida", dijo Castro en una entrevista con Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El presidente confesó que al comenzar su "arriesgado oficio de luchador revolucionario" creía "bastante poco probable que sobreviviera mucho tiempo", según la versión de sus declaraciones a Mayor Zaragoza que este jueves publicó el diario Granma, órgano oficial del gobernante Partido Comunista de Cuba.
Castro considera innecesario preparar a su sucesor, rechaza la idea del "trauma de una transición caótica" en el país y alega que cuando una revolución verdadera se ha consolidado, "ningún hombre, por importante que haya sido su aporte personal, es indispensable".
"La transición de un sistema social a otro se viene haciendo desde hace más de 40 años. No se trata de la sustitución de un hombre por otro", aseguró, aunque más adelante dijo que el relevo no sólo está preparado, sino que viene funcionando hace bastante tiempo.
Al respecto, el propio Castro ha dicho en anteriores entrevistas que su hermano Raúl, primer vicepresidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros, y ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, es el encargado de sustituirlo.
"Casi siempre trabajo a todas horas, de día y de noche. ¿Acaso después de los 70 se puede perder tiempo?", afirmó el presidente a Mayor Zaragoza, a quien aseguró, además, haber llegado a la conclusión de que los discursos deben ser cortos.
En respuesta a 33 preguntas del ex director de Unesco, Castro defendió el socialismo y la estrategia cubana para mantenerlo, calificó de "gran comedia" el proceso electoral estadounidense y reiteró que la forma de organización política de un país "no puede ser sometida a condiciones".
Así mismo, consideró "anacrónica" la actual estructura de la Organización de Naciones Unidas y que América Latina ha "perdido casi 200 años de historia en su desarrollo social y en su integración política".
Castro aseguró, por otro lado, que no hay diferencias entre la disidencia cubana interna y externa y acusó a ambas de tener similar origen y dirección y de ser "instrumentos de la política de Estados Unidos contra Cuba".
Salvo escasas excepciones, los dispersos y fragmentados grupos de oposición interna afirman, en cambio, que son independientes de los sectores del exilio cubano partidarios de la línea dura contra el gobierno de Castro.
En opinión del presidente, estos "minúsculos grupitos" radicados en Cuba también forman parte de la "estrategia contrarrevolucionaria de Estados Unidos" y son "coordinados directamente" por funcionarios de la Oficina de Intereses de ese país en La Habana.
"Su misión esencial es obstruir las relaciones diplomáticas y económicas de Cuba, suministrar con sus provocaciones material publicitario para las campañas de propaganda y aislamiento de la Revolución", dijo.
El mandatario rechazó tajantemente la posibilidad de dar paso al pluralismo político en la isla, que se halla bajo régimen de partido único hace 40 años.
"No habrá apertura alguna en ese sentido. No vemos por qué cooperar con la estrategia de Estados Unidos", sentenció Castro, luego de acusar a ese país de ser "el jefe" de una "colosal actividad contrarrevolucionaria" contra la isla.
Sobre el niño náufrago cubano Elián González, a cuyo caso se ha abocado por entero en el último medio año, afirmó que lo fundamental ahora es su regreso a Cuba y que "no habrá forma legal, moral o política de retenerlo en Estados Unidos".
Elián, de seis años, espera en Washington junto a su padre, Juan Miguel González, el fin del proceso judicial en que lo envolvió su tío abuelo Lázaro González para evitar su repatriación, que fue ordenada por el Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos.
Elián sobrevivió en noviembre al naufragio de una embarcación con emigrantes cubanos indocumentados que intentaban llegar a Estados Unidos. Su madre y otros 10 pasajeros murieron en el accidente.
Castro consideró que la esposa del presidente estadounidense Bill Clinton, Hillary Clinton, adoptó una posición "equivocada y poco ética" al proclamar que Juan Miguel González "debía desertar".
"Cuando personas al parecer honestas se ven envueltas en la vorágine de la política electoralista de Estados Unidos, corren el riesgo de perder prestigio y reconocimiento", advirtió. (FIN/IPS/pg/ff/ip/00