/CORRECCION/ EEUU-MEXICO: Ultima entrevista Clinton-Zedillo

Los presidentes Bill Clinton, de Estados Unidos, y Ernesto Zedillo, de México, se reunieron hoy por última vez como jefes de Estado para sellar una intensa relación bilateral, que traspasa múltiples y añejos conflictos a sus sucesores.

Zedillo, quien terminará su gestión en diciembre, y Clinton, que lo hará en enero, se entrevistaron por undécima vez, en esta oportunidad en Estados Unidos, donde el mandatario mexicano cumplió una visita de dos días.

Como en otras ocasiones, los dos presidentes y sus colaboradores, repitieron la afirmación de que la relaciones entre Estados Unidos y México son hoy mejores que nunca.

Clinton y Zedillo también fueron testigos de la firma de un acuerdo para delimitar la última frontera marítima entre los dos países, el llamado Polígono Occidental, que ubicado en el golfo de México y cuya negociación tomó dos años.

Antes de la cita presidencial, Zedillo se reunió con dirigentes de organismos financieros multilaterales, quienes lo felicitaron por su desempeño en materia económica.

Con un intercambio comercial superior a 231.000 millones de dólares en 1999, 2,5 veces más que en 1994, Estados Unidos y México son junto a Canadá socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCNA).

A pesar de los acercamientos y a contracorriente de las declaraciones diplomáticas que hablan de una relación con viento a favor, Clinton y Zedillo dejan pendientes viejos problemas.

En efecto, persisten visiones diferentes en materia de combate contra las drogas, que también está empañado por acusaciones de corrupción. El narcotráfico es estimulado por la fuerte demanda de los estadounidenses y el creciente poder los carteles mexicanos.

México también señala que Estados Unidos enfrenta el problema del ingreso de inmigrantes mexicanos indocumentados como si de un caso delictivo se tratara, y lo acusa de violación de derechos humanos.

Así mismo, no han faltado recriminaciones por competencia comercial deseal y por incumplimiento de acuerdos en materia de tranporte terrestes.

Los tres principales candidatos a suceder a Zedillo visitaron Estados Unidos en los últimos tres meses para iniciar, según dijeron, los contactos que mantendrán como presidentes. También George Bush, aspirante republicano a la Presidencia de Estados Unidos, ya mantuvo acercamientos con México, e incluso se entrevistó con Zedillo.

Los dos países comparten una frontera de 3.200 kilómetros, parte de la cual fue trazada luego de que, al cabo de una guerra, Estados Unidos arrebatara en el siglo XIX a México 55 por ciento de su territorio original.

Varias encuestas sugieren que el próximo interlocutor de Estados Unidos podría ser un gobierno ajeno al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que ha sido hegemónico en México desde 1929.

En efecto, el vencedor en las elecciones del 2 de julio podría ser Vicente Fox, del opositor Partido Acción Nacional, que compite voto a voto con Francisco Labastida, del PRI, de acuerdo con esos sondeos. Cuauthémoc Cárdenas, del Partido de la Revolución Democrática, también se oposición, se mantiene en un lejano tercer lugar.

Los tres candidatos proponen revisar la relación de México con Estados Unidos, pero Cárdenas es el único que habla de reabrir las negociaciones del TLCAN para lograr mejores condiciones de comercio.

"Habrá cambios en la relación con Estados Unidos luego de las elecciones, pero quizá no se debe esperar mucho, pues se trata de una relación con una dinámica anclada a viejos problemas y mutuos beneficios", dijo el analista Juventino Correa.

El ambiente electoral causó inquietud en las últimas semanas entre inversionistas extranjeros, entre ellos los estadunidenses, con la consiguiente presión sobre el peso mexicano.

El peso cayó el jueves y este viernes a su menor valor desde febrero de 1999, al cotizarse a 10 unidades por dólar.

Países vecinos de cultura e idioma distintos, Estados Unidos, la mayor potencia económica del mundo, y México, un país en desarrollo, presentan periódicos roces, pero también acercamientos importantes.

Las diferencias económicas, representadas en salarios, ingresos y nivel de vida, son de 25 a uno entre Estados Unidos y México, según un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México.

No obstante, muchas empresas mexicanas han invertido fuertes sumas en el país vecino. En 1999, esa inversión fue de 661 millones de dólares, la más alta de un país de América Latina en Estados Unidos.

Se calcula que tres millones de personas cruzan la frontera común cada año. Muchos de ellos son indocumentados que engrosan la presencia mexicana en Estados Unidos.

Unos 20 millones de mexicanos viven en Estados Unidos y, según las previsiones, en este siglo constituirán junto a otros latinos la principal minoría en ese país. (FIN/IPS/dc/ff/ip/00

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