El tribunal de crímenes de guerra en Sierra Leona debe juzgar a todos los responsables de violaciones de derechos humanos, y no sólo a los rebeldes, como pretende el gobierno, advirtió la organización humanitaria Human Rights Watch.
La creación del tribunal fue solicitada a la Organización de las Naciones Unidas por el gobierno de Sierra Leona y está a estudio del Departamnto Legal del foro mundial.
El Consejo de Seguridad de la ONU, de 15 miembros, que contribuyó a la instalación de los tribunales internacionales para los crímenes de guerra en Ruanda y la ex Yugoslavia, realizó consultas informales sobre la naturaleza que la nueva corte.
Peter Takirambudde, de Human Righs Watch, de Nueva York, dijo a IPS que el pedido del gobierno de Sierra Leona se refiere aparentemente a una corte nacional sólo para enjuiciar a miembros del rebelde Frente Unido Revolucionario (RUF), de Foday Sankoh.
"Pero Human Rights Watch presiona por un tribunal internacional más amplio, en línea con los creados para Ruanda y la antigua Yugoslavia. Debe juzgar a todas las personas acusadas de crímenes de guerra en Sierra Leona y no reducirse sólo a los miembros del RUF", afirmó Takirambudde.
"La justicia para los crímenes en Sierra Leona debe ir más allá de Sankoh, y analizar la conducta de todos las partes involucradas en el cruento conflicto", agregó.
"Los juicios deben realizarse conforme a las reglas internacionales del debido proceso y por ello pensamos que el Consejo de Seguridad debería intervenir en el caso", dijo el representante de Human Rights Watch.
Sankoh, ex ministro en el gobierno de Sierra Leona y uno de los firmantes del acuerdo de paz negociado en julio de 1999 en Togo, está acusado de faltar a su promesa de dejar las armas.
Antes de la firma del pacto de paz, el RUF fue acusado de crímenes atroces, entre ellos la amputación de manos y piernas de sus enemigos. Pero el gobierno del presidente Ahmad Tejan Kabbah ofreció una amnistía y perdonó a los insurgentes.
La ONU expresó reservas en aquel momento frente al acuerdo y no reconoció la amnistía concedida a Sankoh.
Takirambudde indicó que la ONU se halla en el caso bajo presión, pues algunos miembros de su fuerza de mantenimiento de la paz en Sierra Leona permanecen como rehenes del RUF. Toda decisión drástica del organismo mundial podría representar una amenaza para la vida de los cautivos.
En una carta a miembros del Consejo de Seguridad, Human Rights Watch dijo que la ONU debe establecer un tribunal "creíble e imparcial" para llevar ante la justicia a los responsables de las atrocidades en Sierra Leona.
Human Rights Watch ha documentado una serie de abusos perpetrados por el RUF, incluyendo los primeros testimonios de amputaciones desde el acuerdo de paz de Togo, y numerosos casos de violación, secuestro, saqueo, reclutamiento forzado de niños y ejecuciones sumarias.
También han sido divulgados informes sobre crímenes de guerra de las fuerzas gubernamentales.
El RUF tomó como rehenes el mes pasado a más de 500 integrantes de la misión de la ONU, aunque la mayoría fueron posteriormente liberados.
El presidente de la vecina Liberia, Charle Taylor, considerado un ex aliado de Sankoh, fue el principal responsable de la liberación de rehenes.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, manifestó la semana última su preocupación por 11 observadores militares y 245 soldados indios de las fuerzas de mantenimiento de la paz sitiados por el RUF en el este de Sierra Leona.
"Es indispensable que el RUF deje inmediata e incondicionalmente en libertad de movivmiento a los efectivos de la ONU y les permita volver a sus unidades en la misión en Sierra Leona", dijo Annan.
"La comunidad internacional ve la detención de los enviados de la ONU como un crimen muy serio, y los responsables sin duda deberán dar cuenta por sus acciones", agregó.
Así mismo, el secretario general exhortó a los líderes regionales, particularmente a Taylor, a hacer todo lo posible para lograr la liberación de los cascos azules secuestrados y de los sitiados por el RUF.
"No podrá haber ninguna discusión de ningún tipo con el RUF sobre el futuro del proceso de paz mientras secuestren a las fuerzas de paz de la ONU", advirtió Annan.
Mientras, Human Rights Watch también reclamó la ampliación del mandato de las fuerzas de mantenimiento de la paz en Sierra Leona, para la protección de los civiles.
"El objetivo de las fuerzas internacionales debería ser crear una zona de seguridad para garantizar la protección de los civiles, en la que se determine 'tolerancia cero' ante la violación de los derechos humanos", indicó la organización humanitaria.
También exigió el embargo de armas y el bloqueo de la venta de diamantes, el recurso empleado por los rebeldes para financiarse.
Human Rights Watch aseguró que el Consejo de Seguridad de la ONU no ha controlado la ejecución del embargo de armas impuesto a Sierra Leona en 1997, que fue modificado en 1998 para aplicarse sólo a las fuerzas rebeldes. (FIN/IPS/HD/IP/td/da/rp/hd/00