La inmigración es deseable en la Unión Europea (UE) siempre y cuando sea selectiva y esté bajo control, manifestaron varios participantes en la cumbre del bloque celebrada en la ciudad portuguesa de Feira.
Las declaraciones se produjeron bajo el impacto de dos hechos, ocurridos en España y Gran Bretaña, que muestran la existencia de organizaciones delictivas dedicadas al tráfico ilegal de inmigrantes y lucran con las necesidades de ciudadanos de países tan distantes entre sí como Marruecos, Argelia y China.
La Guardia Civil española (policía militarizada) detuvo el martes en Málaga, sobre la costa norte del Mediterráneo, a una pequeña furgoneta en la que eran trasladadas 36 personas, que llevaban cuatro días sin comer y carecen de documentos de identidad y visas de entrada.
Se trata de 32 marroquíes y cuatro argelinos, seis de ellos menores de edad.
Según la Guardia Civil, el conductor, cuya identidad no fue revelada, tiene antecedentes delictivos e integraría una banda dedicada a la introducción y traslado de inmigrantes irregulares.
El lunes, 58 inmigrantes chinos llegaron al puerto británico de Dover sin vida, muertos por asfixia dentro de un camión en el que eran trasladados irregularmente desde el puerto belga de Zeebrugge.
En Feira, el presidente de Francia, Jacques Chirac y el jefe del gobierno español, José María Aznar, coincidieron en pedir al Consejo Europeo, que integran los mandatarios de los 15 países miembros de la UE, que acelere la puesta en marcha de medidas sobre la inmigración, aprobadas en 1999 en Tampere, Finlandia.
Los gobernantes de los 15 países aceptaron la petición y el martes se comprometieron a instrumentarlas. Esas medidas establecen que sólo puede ingresar como inmigrante quien posea una visa de entrada y quienes no la posean e ingresen a un país de la UE pueden ser expulsados de inmediato.
Aznar reclamó, además, que la UE adopte "políticas comunes para enfrentar a las mafias de la inmigración", refiriéndose a las bandas organizadas que transportan e introducen en países de la UE a personas que no cuentan con visa.
El jefe del gobierno español anticipó que encomendó al ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, la urgente elaboración de un documento sobre medidas concretas para producir "un desarrollo acelerado" de la aplicación de las medidas aprobadas en Tampere.
El Consejo Europeo llamó a Francia, que a partir del 1 de julio presidirá por un semestre la UE, y a la Comisión Europea (órgano ejecutivo de la UE) a estrechar la cooperación entre los países miembros y la Europol para "detectar y desmantelar las redes criminales" implicadas en el tráfico de inmigrantes.
La política aprobada en Tampere establece que se concederán visas de entrada a la UE según cuotas por países, que serán establecidas por los gobiernos respectivos y atenderán en lo fundamental a la mano de obra necesaria.
En Alemania, el gobierno decidió apoyar el ingreso de 20.000 técnicos en informática y en España, los gobiernos autónomos de Cataluña, Andalucía, Extremadura y Valencia reclaman la entrada de trabajadores para la agricultura y la ganadería.
Por otro lado, el Partido Popular, que gobierna en España y tiene mayoría absoluta en el parlamento, manifestó su decisión de aprobar lo antes posible una modificación de la Ley de Extranjería, vigente desde principios de este año, para adecuarla a los principios de Tampere.
El escritor portugués José Saramago, premio Nobel de Literatura, quien reside en las Islas Canarias, criticó que después de que las potencias coloniales europeas expoliaran Africa hoy pretendan responder "con fortalezas, murallas y metralletas" al flujo de inmigrantes.
"Si Africa estuviera desarrollada, ellos se quedarían allí y vendrían como turistas, porque, con las riquezas naturales de Africa, allí se podría vivir", añadió Saramago.
El anuncio gubernamental de modificar la Ley de Extranjería levantó en España una oleada de críticas de los sindicatos laborales, obispos de la Iglesia Católica, asociaciones de jueces progresistas y partidos políticos opositores. (FIN/IPS/af/ag/ip hd/00