La actividad maderera en Camerún y Gabón, en aumento para satisfacer las demandas de Asia y Europa, podría destruir áreas importantes de la selva tropical del río Congo, la segunda del mundo, advirtió el no gubernamental Instituto de Recursos Mundiales (WRI).
Las selvas tropicales de la Cuenca del Congo cubrían en 1995 198 millones de hectáreas de riquísima diversidad biológica en seis países centroafricanos, entre ellos Camerún y Gabón.
La presión por la explotación de esas selvas tropicales está en aumento para sustituir los ingresos por exportaciones de petróleo, menguante en los dos países, según el WRI.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) calculó que, al actual ritmo de explotación, Gabón perderá la mitad de su selva en los próximos 100 años.
En Camerún, la extracción de madera se incrementó 35 por ciento desde 1980, de acuerdo con datos satelitales y observación en el terreno recogidos en el primer estudio sistemático documentado y monitoreado de las operaciones madereras en la Cuenca del Congo.
WRI presentará en breve sus informes a los gobiernos de Camerún y Gabón, con la intención de que la presión internacional frene la destrucción de las segundas selvas tropicales del mundo después de la Amazonia, en América del Sur.
"Las apuestas en juego son altas", comentó Henriette Bikie, coautora del informe sobre Camerún.
La jungla camerunense contiene la mayor diversidad biológica de la Cuenca del Congo y es la más amenazada, pero el país figura entre los cinco mayores exportadores en el mundo de maderas tropicales, apuntó Bikie.
"La madera genera más de un cuarto de los ingresos por exportaciones no petroleras de Camerún, además de 60 millones de dólares en impuestos", dijo la experta.
La industria maderera del país depende de cinco especies de árbol: ayous, sapeli, iroko, azobe y sipo. Pero eso puede cambiar cuando Asia supere a Europa como principal mercado maderero de Camerún, según el informe.
Los consumidores asiáticos se interesan por una gama de especies más amplia que los consumidores europeos, lo cual podría derivar en una explotación más intensa y diversificada.
"Cerca de 70 por ciento o más de 17 millones de hectáreas de selvas, de la superficie total de 22,8 millones de Camerún, ya son explotadas o fueron entregadas en concesión", apuntó WRI.
Apenas seis por ciento de esas selvas, 1,4 millones de hectáreas, están protegidas como parques nacionales o reservas. "De todos modos, la actividad agrícola, la caza furtiva y la tala ilegal amenazan todas esas áreas", agregó Bikie.
Las selvas más intactas del país se encuentran en el sudeste, región que también tiene los índices más altos de actividad maderera y las concesiones más extensas, agrega el informe.
En 1994, Camerún aprobó una ley forestal que, si se cumpliera, podría ayudar a reducir los costos sociales y ambientales del talado, según el WRI.
Las denuncias por tala ilegal cayó notablemente entre 1985 y 1999. "Esas denuncias a menudo languidecen en archivos administrativos o son destruidas por la intervención de una persona influyente", denunció el WRI.
En Gabón, al sur de Camerún, las concesiones madereras aumentaron tambien dramáticamente. "El país tiene vastos recursos forestales, pero el rápido incremento de la actividad maderera los está amenazando", apuntó Bruno Mikissa, otro de los autores del informe de WRI.
Mikissa reconoció que se necesita más información porque la actual extensión de las selvas de Gabón se desconoce. Sin embargo, las concesiones madereras aumentaron.
En 1957, menos de 10 por ciento de las selvas de Gabón fueron destinadas a concesiones madereras, "pero ya ha sido entregada más de la mitad y esas áreas se duplicaron en los ultimos cinco años", dijo WRI.
En 1997, 221 compañías e individuos poseían concesiones madereras, de las cuales 13 firmas retenían 50 por ciento del área total, porcentaje que representa 21 por ciento de la cobertura selvática de Gabón.
Los cinco mayores concesionarios son Rougier Gabon, La Compagnie Forestiere du Gabon, Leroy Gabon, La Compagnie Equatoriale des Bois, y Lutexfo/Soforga. Aunque están registrados en Gabón, WRI dijo que esos concesionarios son controlados por empresas extranjeras.
El informe advierte que la industria maderera de Gabón es particularmente vulnerable a las oscilaciones del mercado por su dependencia de una especie de árbol, el okoume.
Esa especie solo se encuentra en Gabón, en partes de la Cuenca del Congo y en Guinea Ecuatorial. El okoume, empleado en la construcción de la Biblioteca Nacional de París y el Tren Eurostar, es empleado sobre todo para hacer madera compensada.
Más de 90 por ciento de la producción maderera gabonesa se exporta, y cerca de la mitad de ese volumen se destina a países asiáticos. "China reemplazó a Francia como primer mercado de exportación para la madera de Gabón", dijo el informe.
No obstante, las exportaciones a Asia cayeron 73 por ciento en 1998 debido a la crisis económica, mientras las ventas a Europa disminuyeron apenas 38 por ciento. (FIN/IPS/tra-eng/dk/da/ego/mj/en/00