Representantes de más de 160 gobiernos se reunirán en Alemania para abrir el camino a un acuerdo político internacional que asegure la reducción de los gases invernadero a los que se atribuye el recalentamiento planetario.
Conocidas como las conversaciones intergubernamentales sobre cambio climático, el encuentro, que comienza este lunes y durará cinco días en la ciudad de Bonn, será seguido en septiembre por otra ronda en Lyon, Francia.
Ambas instancias tienen el fin de "crear el escenario para un acuerdo global en noviembre", explicó Michael Zammit Cutajar, Secretario Ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
Zammit se refería a la Sexta Sesión de la Conferencia de Partes de la Convención (COP 6), que se realizará del 13 al 24 de noviembre en La Haya, Holanda.
"Espero que un acuerdo en La Haya lleve a las ratificaciones necesarias para lograr que el Protocolo de Kyoto se aplique para el 2002. Eso pondría a los países industrializados en el camino de cumplir con sus objetivos de reducción de emisiones" de gases invernadero acordados en Kyoto, dijo a IPS Zammit.
"El resultado de La Haya también debe apoyar a los países en desarrollo en sus gestiones para adoptar más acciones en el contexto de la Convención de Cambio Climático", agregó.
Aunque adoptado en 1997, el Protocolo de Kioto aún no entró en vigor porque no se acordó la forma de ponerlo en práctica. Luego de que eso se decida en La Haya, se espera que muchos gobiernos estén en posición de ratificarlo, explicó Zamit.
Una vez que se aplique, el Protocolo de Kyoto reduciría cinco por ciento las emisiones de gases invernadero de los países industrializados para el período entre 2008 y 2012 comparado con el nivel de 1990.
Por otra parte, si estos países no controlaran sus emisiones, la mismas aumentarían 18 por ciento entre 1990 y 2010.
Zammit dijo que la Convención, al igual que el Protocolo, prometen motivar y permitir a los países en desarrollo a apostar al desarrollo sustentable para enfrentar el problema del cambio climático.
"No se puede exagerar la urgencia de llegar a acuerdos sobre el Protocolo y cementar la asociación mundial entre países industrializados y en desarrollo", agregó.
"No sólo seguimos experimentando temperaturas altas en todo el mundo, sino que las emisiones de los países industrializados siguen en aumento", señaló.
El Protocolo de Kyoto de 1997 entrará en vigor 90 días después de que asl menos 55 países signatarios de la Convención lo hayan ratificado, entre ellos los industrializados y las economías en transición del sistema socialista que representen al menos 55 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono de 1990.
Estados Unidos es responsable de 36 por ciento de estas emisiones, la Unión Europea de 24 por ciento y Rusia 17 por ciento. El Protocolo fue firmado por 83 gobiernos y 22 de ellos (todos del Sur en desarrollo) lo ratificaron.
Gran parte de lo que se discutirá en Bonn es lograr que el Protocolo funcione y que sea viable en relación al ambiente.
Según un documento sobre la Convención Marco, aún falta mucho trabajo metodológico para que la verificación de las emisiones y sus reducciones sea rigurosa y comparable de país a país.
Una de los puntos que hay que tomar en cuenta es la capacidad de absorción de dióxido de carbono que tienen los árboles, lo cual neutraliza las emisiones. (FIN/IPS/tra-en/raj/sm/aq/en/00