Fernando Thiel, un actor argentino que camina por América Central con su teatro de la imaginación a cuestas, ofrece el arte a los niños como terapia contra la pobreza y el abandono.
Thiel llegó hace 15 años al istmo cargando sus títeres y desde entonces se ha convertido en uno de los principales promotores de la cultura para niños, a través de distintos escenarios y la televisión.
"En América Central se debe hacer un teatro social, es decir, debemos procurar que el teatro sea una experiencia terapéutica para tantos pequeños que viven en la pobreza y la violencia", dijo a IPS.
En viajes por Guatemala, Honduras y El Salvador, este artista difunde sus obras teatrales y colabora con organizaciones que intentan promover una educación alternativa, que no sólo enseña a los niños las ciencias y el alfabeto sino que también fomenta el sentido crítico.
"El títere es un personaje muy importante, es rebelde y revolucionario", y puede transgredir la realidad, pues puede volar con la imaginación, arrancarse las orejas y los ojos y seguir hablando como si nada le hubiera pasado, explicó Thiel.
Esa fuerza social de los muñecos la utiliza para dialogar con los niños, para proponerles ideas, entretenerlos, aprender con ellos y llevarles un mensaje: la televisión y la computadora no deben ser un refugio, también tienen que conversar con sus padres y los amigos.
"En esta región hay mucho por hacer y los gobiernos deberían entender que deben apoyar más las iniciativas culturales. Muchas veces no lo hacen porque piensan que no es rentable, pero de lo que no se dan cuenta es que es una inversión a largo plazo, se verá en los futuros ciudadanos", indicó.
Thiel, actor, titiritero y mimo de 36 años, en la actualidad elabora un proyecto para televisión que propone difundir a los niños de toda América Latina.
Se trata de un programa piloto que realiza con actores colombianos para la cadena estadounidense de televisión por cable Discovery Kids.
El espacio que espera difundir en todo el continente seguiría una línea parecida a otro programa de televisión suyo, "El taller de Fernando", que ya es transmitido en Costa Rica a través del estatal Canal 13.
"A mí me gusta el programa porque allí aprendemos sobre lo malo de las guerras y lo bueno de la paz", dijo a IPS Federico Issaelkhoury, un niño de 10 años que ha asistido a la grabación de "El taller de Fernando".
Las obras de teatro y títeres de Thiel han trascendido las fronteras de América Central para presentarse en Colombia y México.
En ellas utiliza instrumentos cotidianos que transforma en títeres, como el caso de un cucharón convertido en el personaje "Drágono cucharone", un dragón que fue protagonista de "Cocinando sueños", obra en la que el mensaje principal para los niños era que "hay que ponerle salsa a la vida".
"Perropa", un perro hecho de ropa, "Cabajeans", un caballo construido con pantalones de vaquero, y "Cobrata", una serpiente fabricada con una corbata, son otros personajes creados por Thiel.
"En esta sociedad de consumo se nos ha olvidado que con los niños tenemos que interactuar, y eso es lo que tratamos de hacer en nuestro trabajo al tratar de rescatar y promover la imaginación de los pequeños", dice la arquitecta Carolina Pizarro, esposa de Thiel.
El actor argentino y Pizarro fundaron una compañía teatral denominada Ticotíteres, cuyo correo electrónico es ticotitereshotmail.com, que con frecuencia se presenta en los teatros de San José.
Pizarro comentó que su profesión de arquitecta le sirvió para crear los escenarios en los que actúan Thiel y sus muñecos.
"Queremos quedarnos en esta región y seguir haciendo lo que más nos gusta, el teatro para niños", sostuvo Thiel.
Explicó que su intención no es "hacer teatro infantil, que le canta a las maripositas, sino el teatro para niños que habla con ellos de las cosas que les afectan y les interesan y que promueven su creatividad".
Informó, además, que viajará a Honduras a dar seminarios, talleres y realizar funciones y que prepara una obra para ser presentada en Irlanda y Canadá. (FIN/IPS/nms/dm/cr/00