Río de Janeiro será nuevamente capital mundial de la música popular en enero del 2001, cuando se repita el maratónico festival Rock in Río, esta vez con la inclusión de objetivos sociales.
La meta es juntar 98 grupos e intérpretes nacionales e internacionales en 280 horas de espectáculo, para ofrecer una variedad de estilos que no se limitan al rock, para atraer 1,5 millones de personas durante siete días a partir del 12 de enero.
La transmisión por televisión elevará esa cifra hasta unos 1.000 millones de espectadores.
La primera edición del festival, en 1985, tuvo un público de 1,38 millones de personas, "equivalente a cinco Woodstock", el recordado encuentro musical por la paz de esa localidad del estado de Nueva York. Ahora se espera superar esa cifra y reunir la mayor diversidad musical.
El evento tendrá lugar en la "Ciudad del Rock", que ocupa un área de 250.000 metros cuadrados en la zona oeste de Río de Janeiro, construida para acoger esas multitudes.
Además del entretenimiento musical masivo, esa especie de Woodstock tropical busca fomentar la paz y la solidaridad, bajo la consigna "por un mundo mejor". Cinco por ciento del ingreso neto a ser obtenido se destinará a proyectos en favor de jóvenes brasileños pobres.
Un millón de reales (560.000 dólares) ya fueron adelantados a un proyecto local de educación por el promotor del festival, el empresario Roberto Medina, y la patrocinadora, American On Line, mayor proveedora mundial de acceso y servicios de Internet.
Esa suma asegura que 1.500 jóvenes de 15 a 29 años podrán concluir la enseñanza básica y capacitarse en informática, en cursos especiales ofrecidos por el Movimiento Viva Río, organización no gubernamental de Río de Janeiro dedicada a la lucha contra la violencia y a la juventud.
Medina, dueño de la empresa de publicidad y promoción de eventos Artplan, estima que los recursos totales permitirán atender a 11.500 jóvenes, con enseñanza, computadoras y acceso gratis a la red de redes. "Rock in Río es un gran movimiento que pretende movilizar un país entero", afirmó.
Además de contribuir con parte de sus utilidades, el festival hace un llamado a donaciones de personas y empresas. Adoptar alumnos pobres, pagando sus costos escolares por nueve meses, es una forma de ayuda sugerida.
Las empresas "socialmente responsables" son cada día más numerosas y apoyan ese objetivo, añadió Medina.
Viva Río recibirá, al final, 70 por ciento de los recursos recaudados para ampliar sus acciones. La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) destinará 30 por ciento restante a proyectos educacionales que elegirá por medio de un concurso nacional.
La gran fiesta será abierta el 12 de enero por la noche, con una manifestación en favor de la paz, en que se pretende involucrar una cadena de radio y televisión.
Tres minutos de silencio serán dedicados a la reflexión colectiva sobre cómo mejorar el mundo, después la canción "Imagine", de John Lennon, será ejecutada por una orquestra sinfónica.
El encuentro prevé charlas, debates, testimonios y películas sobre el tema de la paz y la violencia en una de las cuatro tiendas de campaña construidas para las actividades menos masivas, de pocos miles de personas.
En las otras tres se presentarán "nuevos talentos", con la presencia de grupos y cantantes aún poco conocidos de la música popular brasileña, y otros que expresan las raíces musicales de todos los continentes, desde aborígenes diversos a los monjes tibetanos y los pueblos árabes y africanos.
Una tienda permitirá también a los jóvenes bailar toda la noche, estimulados por música electrónica y animadores especializados, los llamados DJ's. American On Line ofrecerá un espacio para los fanáticos de Internet.
En el escenario principal se exhibirán 14 bandas internacionales y 18 brasileñas. La elección de las extranjeras llevará en cuenta una encuesta hecha por Internet junto a los aficionados, que apuntó como las preferidas, con más de 150.000 votos, a las Spice Girls y Mark Knopfler.
Pet Shop Boys, Brian May, New Order, REM y Björk vienen a continuación, con más de 60.000 votos.
Además de "alegre y variado", el festival promueve una "participación activa de los individuos" en la mejora de la calidad de vida de las comunidades, por eso American On Line decidió patrocinarlo, explicó Manoel Amorim, presidente de la empresa en Brasil.
El sitio de Rock in Río en Internet invita a las personas a firmar un "Manifiesto 2000 por una cultura de paz y no violencia", asumiendo el compromiso de respetar la vida, rechazar la violencia, preservar el planeta y redescubrir la solidaridad.
El festival de rock, "proyecto de vida" de Medina, es también su "sueño que vuelve". Después de su segunda edición, en 1991, con público reducido a 700.000 personas y realizado en el estadio de fútbol Maracaná, menos apropiado, estuvo amenazado de extinción.
La violencia en Río de Janeiro fue el motivo alegado por el empresario para suspender la tercera edición, prevista para 1996, y sólo ahora puesta en marcha. Su costo será de 42 millones de reales (24 millones de dólares). (FIN/IPS/mo/dm/cr/00
