Los 19 países de América Latina y el Caribe que conforman el Grupo de Río firmaron hoy en esta ciudad colombiana la "Declaración de Cartagena, un compromiso para el milenio", para promover "un orden internacional más justo, seguro y equitativo".
En el documento, de 36 puntos correspondientes a tres capítulos, los 16 presidentes y tres altos funcionarios participantes en la XIV Cumbre del Grupo de Río, de dos días, acordaron una serie de propuestas para enfrentar el desafío de una sociedad mundial globalizada que, a su juicio, entraña riesgos, pese a ofrecer también beneficios.
Los mandatatrios reafirmaron frente a la Cumbre del Milenio, como se ha denominado la sesión especial que la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas realizará en septiembre, su compromiso con los grandes temas de la agenda global, como la defensa del multilateralismo, de los derechos humanos y del ambiente.
La Cumbre del Milenio "será una excelente oportunidad para hacer valer la visión latinoamericana y del Caribe sobre los temas de la agenda del nuevo siglo en la más grande e importante reunión de Estados", señaló el presidente de Colombia, Andrés Pastrana.
Los presidentes también reclamaron "la creación de un marco propicio para la estabilidad de los mercados financieros y cambiarios y dentro del cual, en situaciones extremas, se brinde asistencia financiera a países en proceso de ajuste de balanza de pagos".
La necesidad de establecer mecanismos de prevención surge del proceso de internacionalización de las finanzas, causa de la propagación de la crisis mundial originada en Asia en 1997.
A manera de ilustración, el presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, dijo este viernes que 85 por ciento de las transacciones financieras que se realizan en los mercados internacionales son de carácter especulativo y con poca relación con la producción o el comercio.
Los participantes en la cumbre de Cartagena recomendaron promover políticas macroeconómicas responsables, basadas en finanzas públicas sanas, la prudencia monetaria y regímenes cambiarios adecuados, con el fin de lograr crecimiento estable y de largo plazo.
La propuesta de diseñar una nueva arquitectura financiera para regular "el dinero loco" (así denominado por la investigadora británica Susan Strange, fallecida recientemente), "parte de la creación de mecanismos que impongan el orden en un sistema global caótico", afirmó Fernández.
En su opinión, ese nuevo orden sólo puede ser introducido "por una institución que pueda garantizar, ante la pérdida de soberanía de los Estados nacionales, una estabilidad global.
Los presidentes afirmaron en su declaración que las instituciones financieras deben mejorar las facilidades crediticias mediante mecanismos transparentes, concertados y no discriminatorios, que contribuyan a que los países en dificultades recuperen con prontitud su solvencia y el acceso a los mercados financieros internacionales.
Así mismo, dedicaron un punto destacado de la declaración final al compromiso común por la consolidación de la democracia representativa como sistema de gobierno.
El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, destacó que el siglo XX fue de grandes avances políticos y tuvo la importancia de haber incorporado a las masas a ese proceso.
En lo que fue interpretado como un "amable tirón de orejas" a su colega de Perú, Alberto Fujimori, Cardozo indicó que la "solidaridad democrática debe ser el espíritu dominante en América Latina", y que no es posible el éxito de los procesos de integración sin democracia.
El jueves, Pastrana y el presidente mexicano Ernesto Zedillo también se refirieron a la democracia en América Latina y el Caribe. Colombia recibió a principios de este año de México la Secretaría pro témpore del Grupo de Río y la cederá a Chile, donde se realizará la próxima cumbre.
La exhortación a la consolidación de la democracia se produjo cuando aún quedan resonancias de las polémicas elecciones en Perú, donde Fujimori logró un tercer mandato consecutivo en medio de denuncias de fraude lanzadas por la oposición.
Zedillo, en cuyo país se celebrarán elecciones presidenciales el 2 de julio, afirmó que "debemos evitar la más mínima posibilidad de retrocesos políticos. En América Latina no debe haber lugar para una resaca antidemocrática".
El gobernante Partido Revolucionario Institucional, de México, se enfrenta por primera vez en sus 71 años de existencia a la posibilidad de una derrota electoral, según las encuestas de opinión.
Zedillo hizo un llamado a sus colegas para actuar con firmeza en cumplimiento de los compromisos democráticos, pues "sólo gobiernos serios y responsables brindan garantías para vivir en democracia".
Los países deben trabajar por la consolidación de la democracia y de una economía sana, que brinde a "nuestros hijos" un futuro "de libertades, de desarrollo humano y dignidad", con oportunidades de superación, progreso y justicia, agregó.
"Lo contrario sería retroceder al pasado de la improvisación, al populismo, al estatismo y al autoritarismo", advirtió el presidente de México. (FIN/IPS/tm/ff/ip/00
