América Central proyecta negociar en bloque un tratado de libre comercio con Estados Unidos en los próximos cuatro años, informó en San José el guatemalteco Haroldo Rodas, secretario general de la Secretaría General de Integración Económica Centroamericana (SIECA).
Rodas detalló a IPS que, a raíz de la ampliación el mes pasado de los privilegios de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe, la región no tendrá problemas de exportación a Estados Unidos en el próximo lustro.
"Pero estamos pensando solicitarle a Washington un tratado de libre comercio para después de ese lapso", anunció el funcionario.
Este acuerdo sería negociado en bloque por República Dominicana, Panamá y los cinco países del Sieca (Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica) con Estados Unidos, explicó.
Rodas sostuvo que pensar en este tratado de libre comercio no es un sueño inalcanzable para las instituciones integracionistas centroamericanas.
El funcionario regional justificó este plan en el argumento de que el bloque centroamericano —incluyendo a República Dominicana y Panamá— es un socio comercial más fuerte para Estados Unidos que países como Argentina, Brasil, Chile y Venezuela.
De hecho, sólo en el rubro de la maquila (zonas francas de procesamiento de exportaciones) las ventas centroamericanas a Estados Unidos ascendió en 1999 a más de 2.000 millones de dólares.
Estados Unidos es el principal destino actual de las exportaciones centroamericanas. Hacia ese mercado se dirige en promedio 45 por ciento de los bienes exportables del área.
Sin embargo, las autoridades del Sieca consideran que un eventual tratado con Estados Unidos dependería de dos factores, el primero de los cuales es el grado de apertura hacia América Latona del gobierno que suceda al de Bill Clinton el año próximo.
El segundo factor es la celeridad con la que los gobernantes de la región desbloqueen el proceso de integración centroamericana, que ingresó en los últimos meses en una etapa de relativa crisis, según analistas.
Lo que más preocupa a las autoridades integracionistas centroamericanas es cómo diversos problemas políticos y limítrofes entre los países han afectado el proceso.
Los conflictos limítrofes enfrentan a Guatemala con Belice por territorios, a Honduras con Nicaragua por la soberanía de mares, a Nicaragua con Costa Rica por la navegación del fronterizo río San Juan y a Guatemala con Honduras y El Salvador por el golfo de Fonseca.
"América Central tendría más poder en materia de comercio internacional si arreglara rápidamente sus problemas internos y negociara como bloque", expresó a IPS Sam Laird, asesor de la división de Desarrollo de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Laird, profesor de Economía Internacional de la Universidad de Nottingham, Gran Bretaña, añadió que los habitantes de la región tendrán más bienestar si logra aplicar una estrategia eficiente de liberalización de sus economías.
Otro de los obstáculos que, según economistas, afronta la integración económica de la región y los futuros tratados comerciales es la persistencia de aranceles para la exportación dentro de América Central de cinco productos: café, azúcar, harina de trigo, alcohol y derivados del petróleo.
Las preocupaciones de los diseñadores de políticas económicas unificadas para el istmo también incluyen la indefinición de un arancel común para el área y el retraso en la elaboración definitiva de reglamentos en materia de inversiones y servicios.
"El actual comportamiento económico de América Central no es del todo satisfactorio, pues durante la década del 90 la región creció a un ritmo apenas de 3,5 a cuatro por ciento promedio", indicó José Manuel Salazar-Xirinachs, jefe de la unidad de comercio de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La región tiene muchos retos para mejorar su comercio, entre los cuales se destacan la necesidad de aprovechar el crecimiento económico mundial, mejorar la calidad de ese crecimiento y reducir la pobreza y la desigualdad a través de la promoción de nuevos empleos, según Salazar-Xirinachs.
El funcionario de la OEA destacó que estos desafíos se presentan porque en los últimos años la agenda comercial de la región no ha coincidido con la agenda del desarrollo.
Las autoridades integracionistas centroamericanas también señalan la necesidad de que los gobiernos del área acuerden un sistema de solución de controversias comerciales intraregionales y que superen los obstáculos no arancelarios actuales a los sistemas tributarios del istmo. (FIN/IPS/nms/mj/if/00