El ministro de Defensa de Zimbabwe desestimó hoy la amenaza de veteranos de la guerra de independencia de responder con un golpe de Estado a la posible derrota del partido gobernante en las elecciones parlamentarias del 24 y 25 de junio.
"Los veteranos no tienen capacidad militar como para dar un golpe. No se trata de un grupo armado. Son civiles comunes que en un tiempo fueron miembros de nuestro movimiento de liberación", declaró Mahachi a la prensa.
La agrupación de los veteranos de guerra amenazó en varias oportunidades con dar un golpe o sumir al país en una guerra civil si el gobernante Frente Patriótico de la Unión Nacional Africana de Zimbabwe (ZANU-PF) pierde las próximas elecciones parlamentarias.
La jefatura militar de Zimbabwe está mayoritariamente integrada por veteranos de la guerra de independencia, quienes admitieron poseer armas con las cuales pretenden desestabilizar el país.
"No permitiremos que aquellos que mataron a los nuestros regresen al poder, y si lo hacen, sea cual sea el medio, decretaremos un gobierno militar", amenazó en marzo el secretario de la Asociación Nacional de Veteranos de la Guerra de Liberación de Zimbabwe, Andrew Ndlovu.
Ndlovu, de 42 años, es un antiguo guerrillero. Los guerrilleros se alzaron contra el gobierno en el oeste del país en la década de 1980 cuando rechazaron el resultado de las elecciones independientes que llevaron al poder a Robert Mugabe.
Las hostilidades finalizaron en 1987, cuando los dos partidos políticos más importantes de entonces, el ZANU-PF y la Unión Popular de Zimbabwe (ZAPU) se unificaron. Pero para cuando esto ocurrió, miles de civiles habían muerto en los combates.
"Conseguiremos armas de arsenales estatales. Somos un ejército de reserva y tenemos el derecho de usar la fuerza para defender al gobierno del ZANU-PF", argumentó Ndlovu.
Sin embargo, Mahachi dijo a la prensa este miércoles que no cree "que tengan ninguna capacidad para dar un golpe".
El secretario de administración del ZANU-PF, Didymus Mutasa, se negó a hablar al respecto. "No queremos especular. No hemos discutido esto a nivel de partido con los veteranos de guerra", dijo.
"Aquellos que intentan desunir a nuestro pueblo deben estar alerta, porque la muerte les espera", advirtió el presidente Mugabe en uno de sus tantos discursos públicos.
En el lapso transcurrido desde sus declaraciones, veinte miembros del opositor Movimiento por el Cambio Democrático (MDC) fueron asesinados por los veteranos de guerra en enfrentamientos políticos.
El ZANU-PF enfrenta su mayor desafío desde la independencia del país en 1980 por el fuerte apoyo que recibe el MDC, liderado por el otrora sindicalista Morgan Tsvangirai.
La amenaza que representa el MDC no es ficticia. El partido realizó una exitosa campaña contra el proyecto constitucional del gobierno que en febrero fue rechazado en un referéndum popular. Ese fracaso oficial fue interpretado como una señal del deseo del pueblo de cambiar de gobierno.
"No veo ninguna posibilidad de que nosotros simplemente le entreguemos a Tsvangirai el país en bandeja y le digamos: 'Puede gobernarnos", declaró Ndlovu cuando amenazó dar el golpe de Estado.
Una de las resoluciones de los líderes de la Organización para la Unidad Africana (OAU) en una cumbre celebrada el año pasado fue no permitir nunca más el ingreso de golpistas en la organismo continental.
De acuerdo con Ndlov, el plan de golpe, en caso de que el MDC gane las elecciones de junio, incluye "invadir los campos tal cual lo hemos estado haciendo con las granjas".
Los veteranos negros de la guerra de independencia invadieron 1.200 granjas de propietarios blancos desde febrero.
Estas ocupaciones, con el apoyo del gobierno, comenzaron cuando se rechazó el proyecto constitucional que pretendía darle al gobierno autoridad para apropiarse de las tierras sin ninguna compensación.
Informes de la prensa independiente sostienen que algunos de los invasores son demasiado jóvenes como para haber participado en la guerra de independencia y que reciben 100 dólares zimbabwenses por día para ocupar las granjas (un dolar equivale a 38 dólares zimbabwenses).
Algunas versiones de prensa sugieren que miembros del ejército dirigían las ocupaciones.
Pero Mahachi rechazó este miércoles la especulación de la prensa. "Los informes alarman a la población y pretenden dar una imagen negativa de la Fuerza. Las Fuerzas Armadas de Zimbabwe no están de ninguna manera involucradas en la ocupación de las granjas ni en ninguna otra activad de carácer político".
Mahachi dijo que su fuerza es una institución imparcial y apolítica. "El hecho de que los mandos militares estén constituidos principalmente por ex combatientes no los hace automáticamente parciales".
Pero la amenaza de golpe procedente de los veteranos de guerra provocó alarma entre los zimbabwenses partidarios de la paz.
"Nosotros peleamos por esta tierra y estamos preparados para pelear otra vez", declaró el jefe de la asociación de veteranos, Chenjerai Hunzvi. (FIN/IPS/tra-en/lm/sm/aq/ip/00