ZIMBABWE: Comunidad Británica enviará observadores a comicios

La Comunidad Británica anunció hoy que enviará más de 40 observadores a Zimbabwe para supervisar las elecciones parlamentarias del 24 y el 25 de junio que el principal partido opositor asegura no serán libres.

"Esperamos que algunos estén en el país pronto, dado que ya se anunció la fecha de las elecciones", declaró a la prensa Don McKinnon, Secretario General de la organización de 54 países, luego de reunirse por espacio de una hora con el presidente Robert Mugabe.

Estados Unidos, la Organización de Unidad Africana y la Comunidad de Desarrollo de Africa Austral también enviarán sus observadores.

"Supongo que habrá muchos observadores… y todo eso tiene el fin de darle confianza a la gente… para que las elecciones sean libres y justas. El gobierno así me lo dijo", agregó McKinnon.

Sin embargo, el opositor Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), el único que en 25 años de poder del partido ZANU-PF representa una amenaza para el gobierno, descartó que las elecciones se puedan celebrar en libertad en las circunstancias actuales.

El lunes, McKinnon se reunió con dirigentes del MDC. Estos le pidieron que la Comunidad Británica envíe lo antes posible sus observadores para ayudar a crear un ambiente electoral de libertad y justicia.

La situación económica y política del país está degenerando rápidamente hacia la anarquía, según diversos analistas. Al menos 20 partidarios del MDC fueron asesinados o heridos por seguidores del ZANU-PF en la violencia preelectoral a partir de marzo.

El ZANU-PF ha estado en el poder desde que Zimbabwe se independizó de Gran Bretaña en 1980.

El país padece una crítica falta de combustible, las reservas de divisas son mínimas y la inflación fluctúa en torno del 50 por ciento. El salario real es inferior a lo que era en 1970, mientras uno de cada dos trabajadores está desempleado.

El acoso, el asesinato y las golpizas de opositores por parte de veteranos de la guerra de independencia y partidarios del gobierno son una realidad cotidiana en todo el país.

McKinnon fue enviado a Zimbabwe a comunicar la "profunda inquietud" de la Comunidad Británica por la creciente violencia política y a exhortar al gobierno a celebrar elecciones libres y justas.

Sin embargo, con la clara intención de minimizar la importancia de la misión de McKinnon, el gobierno, a través del ministro de Información, Chen Chimutengwende, calificó de "viaje de familiarización" la visita. "A Zimbabwe no lo gobierna la Comunidad Británica", dijo.

Luego de su entrevista con Mugabe en Harare, McKinnon dijo que el presidente le aseguró que las elecciones serán libres.

"El presidente habló mucho del problema de la tierra. Comprendemos plenamente que se trata… de un elemento serio de las elecciones en general", agregó.

Veteranos negros de la guerra de independencia han invadido unas 1.200 granjas propiedad de blancos desde febrero, con el pretexto de recuperar la tierra que les fue robada a sus ancestros por los colonos blancos.

El gobierno aprobó las ocupaciones ilegales y destacó, en varias ocasiones, que no enviará a la policía a cumplir una orden de la Corte Suprema para desalojar a los invasores.

Varios de los países miembros de la Comunidad Británica exigen que la organización imponga sanciones económicas a Zimbabwe.

Pero McKinnon descartó las sanciones contra el país y negó que Gran Bretaña presione a la Comunidad para que sancione a su antigua colonia.

"La Comunidad Británica no adopta la política británica, ni la de Barbados, de Botswana o cualquier otro estado… sino que desarrolla su propia política", subrayó McKinnon.

A pesar de la violencia política, McKinnon dijo que aún cree en la posibilidad de que se celebren elecciones libres en este país.

"Hay inquietud por las personas que murieron y evidentemente deseamos que la violencia disminuya. El presidente concordó con nosotros", señaló McKinnon.

Pero el canciller de Zimbabwe, Stan Mudenge, le restó importancia a la cantidad de muertos por razones políticas.

"Hubo países de la Comunidad Británica no tan lejos (de Zimbabwe) donde murieron más de 19 personas y aun así hubo elecciones libres y justas. El gobierno no aprueba la muerte de nadie", declaró Mudenge.

Por su parte, McKinnon dijo que Mugabe "quiere sinceramente que cese la violencia… y que la comunidad internacional presencia elecciones libres y justas".

"La ley se sigue acatando en Zimbabwe. El imperio de la ley se acató antes y se seguirá acatando", sostuvo Mudenge. (FIN/IPS/tra-en/lm/sm/aq/ip/00

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