El nacimiento de la República Bolivariana de Venezuela, previsto por la Constitución vigente desde hace casi cinco meses, se formalizará el 7 de junio, cuando 6.215 autoridades que serán elegidos a fines de este mes pongan en marcha una renovación generalizada de los poderes públicos.
"Son las elecciones más importantes de la historia", aseguró el vicepresidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Eduardo Semtei, al referirse a las convocadas para el día 28 con el fin de llevar a la práctica esa renovación institucional.
El CNE inició este jueves las pruebas definitivas del sistema de automatización de la votación más compleja realizada en este país de 23 millones de habitantes, pues los 6.215 puestos son disputados por más de 30.000 candidaturas.
Semtei comentó en una reunión con la prensa extranjera acreditada en Caracas que los resultados oficiales de las elecciones comenzarán a conocerse tres horas después del cierre de las mesas, a las cuales han sido convocados 11,7 millones de venezolanos inscriptos en el registro del CNE.
Esos votantes tendrán sobre su espalda la responsabilidad de elegir presidente, parlamentarios, gobernadores, legisladores regionales, alcaldes, concejales y miembros de las juntas parroquiales, una diversidad inédita de opciones desde el inicio de la democracia en 1958.
Los primeros resultados oficiales en ser divulgados serán los correspondientes al Poder Ejecutivo: presidente, gobernadores y alcaldes.
Semtei comentó que, dada la cantidad de cargos en disputa, demorarán hasta 48 horas en completar el conteo, incluyendo las juntas parroquiales.
De acuerdo con datos divulgados por la prensa local, la automatización operará a través de 6.998 máquinas que bastarán para asistir el sufragio de 90,73 por ciento de los electores.
Semtei confirmó a los corresponsales que para el 7 de junio está prevista la toma de posesión de las nuevas autoridades, lo cual dará origen a una renovación generalizada de los poderes públicos en Venezuela, de acuerdo con las disposiciones de la nueva Constitución.
La carta fundamental, que en la primera línea del artículo 1 denomina este país como República Bolivariana de Venezuela, establece la existencia de cinco poderes públicos en vez de los tres tradicionales, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.
En Venezuela habrá también un Poder Electoral, encargado de arbitrar todo tipo de consultas comiciales, y un Poder Ciudadano o Moral, integrado por la Fiscalía, la Defensoría del Pueblo y la Contraloría, con el cometido de salvaguardar los intereses de la sociedad.
Los miembros electos del Poder Legislativo, que integrarán una Asamblea Nacional unicameral en vez del tradicional congreso bicameral, tendrán a su cargo las decisiones definitivas sobre nombramientos en los poderes Ciudadano y Electoral y en el Tribunal Supremo del Poder Judicial.
La renovación de poderes servirá para suplantar a las autoridades actuales, que son "transitorias", designadas para cubrir el vacío entre la aprobación de la nueva Constitución y la elección popular de las nuevas autoridades.
La redacción de una nueva Constitución fue impulsada por el gobierno de Hugo Chávez, que asumió en febrero de 1999, con la finalidad de "refundar" la democracia venezolana, que con más de 40 años de vigencia es una de las de más larga tradición en la región.
Chávez, un militar retirado que participó en un fallido golpe de Estado en 1992, es de nuevo candidato a la presidencia y aspira así a convertirse en el primer mandatario de la República Bolivariana.
La campaña presidencial comenzó el 1 de mayo y se caracateriza por fuertes enfrentamientos, en especial entre Chávez y su principal contendor, Francisco Arias, otro militar retirado que compartió con él el liderazgo del intento de golpe de Estado.
Pese al fuerte tono de los debates, los dos contrincantes que hasta hace poco estaban en el mismo bando coinciden en respaldar el surgimiento de una República Bolivariana, que deje atrás 40 años de democracia dominados por las fuerzas "tradicionales" socialdemócrata y democratacristiana.
Los dos candidatos coinciden en esquivar la adhesión de dirigentes de lo que califican como "vieja república", a quienes consideran culpables de los graves problemas socioeconómicos y la crisis generalizada que afecta a esta rica nación petrolera sudamericana. (FIN/IPS/lc/mj/ip/00