"Cuando sea grande quiero estar viva", declara una niña en medio de la intensa campaña electoral en Venezuela, que se prepara para renovar toda la institucionalidad y donde las preocupaciones fundamentales son la delincuencia y el desempleo.
La niña aparece en una propaganda de la oposición con vista a las elecciones del domingo próximo, pero es apenas una muestra de la relevancia que ha adquirido el tema de la inseguridad en el país. "Plomo al hampa, que se pudran en la cárcel", promete con insistencia el candidato oficialista a la alcaldía de Caracas, Alfredo Peña.
Las empresas encuestadoras Datanálisis y Consultores XXI coincidieron en destacar este martes, en una reunión con la prensa extranjera, que la delincuencia y el desempleo "son los dos principales problemas de los venezolanos".
"Estos dos asuntos podrían ser la espada de Damocles para un nuevo gobierno de Hugo Chávez", comentó el director de Datanálisis, Luis Vicente León. Más trabajo y menos delincuencia encabezan la lista de las expectativas que tienen los venezolanos, según las consultas de esa empresa.
Todas las encuestas de opinión de voto a la Presidencia son encabezadas por Chávez, quien aspira a continuar en el cargo y constituirse así en el primer mandatario de la República Bolivariana de Venezuela, consagrada en la Constitución que entró en vigor el 30 de diciembre.
Las elecciones fueron convocadas para renovar la institucionalidad, con el fin de adecuarla a la normativa de esa ley fundamental.
Los 11,7 millones de venezolanos habilitados para votar elegirán este domingo presidente, parlamentarios, gobernadores, legisladores regionales, alcaldes, concejales y miembros de las juntas parroquiales.
El proceso es de gran complejidad, pues los electores deberán elegir a 6.241 funcionarios entre unos 36.000 candidatos, quienes sometieron a la ciudadanía a una campaña plagada de fuertes enfrentamientos y gran variedad de temas.
Los candidatos a alcalde, en especial en la capital y otras grandes ciudades de Venezuela, insisten sin pausa en sus promesas de mayor vigilancia, prevención del delito y castigo efectivo para quienes sean procesados y sentenciados.
"La delincuencia ha tenido una subida muy importante como problema de opinión pública", comentó el analista de la firma Consultores XXI Saúl Cabrera, para quien esta apreciación fue reforzada por el tratamiento de los medios de comunicación, que con asiduidad abordan la inseguridad en primera página.
Pero las estadísticas son reveladoras de un problema estructural: cifras divulgadas en la prensa y atribuidas a la Policía Técnica Judicial (PTJ) indicaban que en 1999 hubo 6.000 asesinatos en este país de 23 millones de habitantes. Un promedio de 16 crímenes cada día.
Además, se registraron 97.000 robos y hurtos, 44.000 robos y hurtos de automóviles, más de 31.000 heridos y 3.000 violaciones.
La PTJ informó que en el último fin de semana se contabilizaron 70 asesinatos, con los cuales la cifra acumulada para este mes asciende ya a 283. Las autoridades policiales precisaron que, pese a esta abultada cifra, se comprueba una disminución de 20 por ciento en este tipo de delitos durante los últimos días.
En cuanto al desempleo, en estos días se han abatido marcas históricas. Las cifras oficiales lo sitúan en casi 16 por ciento, muy por encima del 13 por ciento registrado en 1983, que había sido el más elevado desde que este indicador comenzó a ser medido en 1968.
Sin embargo, León precisó este martes que los estudios de Datanálisis revelan que el desempleo en realidad afecta a 18 por ciento de la población económicamente activa, lo cual equivale a 1.846.000 personas.
Por otra parte, esa firma considera que 56 por ciento de la fuerza laboral está confinada al sector informal de la economía.
Aunque tanto la delincuencia como el desempleo son problemas estructurales, asociados a la crisis venezolana y cuyo origen es anterior a la llegada de Chávez al gobierno, los encuestadores consideran que la población lo responsabiliza de la persistencia de este problema.
La empresa Consultores XXI informó que una encuesta realizada a comienzos de este mes indicó que 52 por ciento de los consultados consideró que Chávez no es culpable de los principales problemas del país, pero 42 por ciento le atribuyó culpa.
Una propaganda del principal competidor de Chávez por la Presidencia, Francisco Arias, pone énfasis en estos temas. "Ahora hay más hambre, más desempleo y más delincuencia acabando con el pueblo", advierte el aviso proselitista.
El favorito Chávez, quien no duda de su triunfo, aseguró que tras impulsar el cambio político durante su gobierno de 15 meses, ahora está listo para apoyar una economía productiva. Su mensaje suele estar más bien orientado hacia la necesidad de consolidar su "revolución pacífica y democrática".
"Con Chávez manda el pueblo", dice uno de sus avisos emitidos por los medios con más frecuencia. (FIN/IPS/lc/ip/dm/ip/00