El desenlace del intento de golpe de Estado iniciado el viernes en Fiji es aún incierto, y se vincula con una lucha por el poder dentro de la etnia indígena, entre el empresario George Speight, líder de los rebeldes, y el coronel Sitiveni Rabuka, un ex golpista.
Muchos pensaron que Rabuka era el verdadero líder de la insurrección, pero el coronel intenta ahora trata mediar entre los rebeldes y el gobierno del presidente Ratu Kamisese Mara.
Speight, presidente de las compañías madereras Fiji Pine Ltd y Fiji Hardwood Corporation Ltd, condujo en la mañana del viernes la ocupación de la sede del Poder Legislativo, junto con otros seis hombres armados, y retiene allí a 34 parlamentarios.
Entre los rehenes están el primer ministro Mahendra Chaudhry, quien ganó las elecciones de mayo del año pasado, y el viceprimer ministro en ejercicio, Tupeni Baba.
Speight y sus seguidores liberaron en el fin de semana a otros legisladores y funcionarios del parlamento.
La presencia de Rabuka en la sede del parlamento muy poco después de la irrupción de los golpistas dio lugar a la suposición de que era el líder de la insurrección, pero el coronel negó luego esas versiones e intenta mediar entre Speight y Mara.
Speight se autoproclamó primer ministro y sostiene que defiende los derechos de la población autóctona, en su mayoría melanesia, la cual es poco más de la mitad de los 700.000 habitantes de Fiji, un grupo de islas al noreste de Australia.
Cerca de 45 por ciento de la población es de origen indio, descendiente de trabajadores esclavos traídos por Gran Bretaña en el siglo XIX para trabajar en plantaciones de caña de azúcar.
Los partidos políticos están integrados a partir de bases étnicas.
En abril de 1987, representantes de los fijianos de origen indio ganaron por primera vez las elecciones, pero pocos días después el primer ministro Timoci Bavadra fue derrocado por un golpe de Estado liderado por Rabuka.
Tras 12 años en el poder, Rabuka, quien es en la actualidad el presidente del Gran Consejo de Jefes (GCC) de clanes indígenas, perdió las elecciones de 1999, en el marco de una nueva constitución que estableció en 1997 condiciones equitativas para la representación política de ambas comunidades.
Speight, cuyo padre es amigo íntimo de Rabuka y legislador del partido fundado por el coronel, arguye que Chaudhry, de origen étnico indio, ha discriminado a la población de origen autóctono.
Rabuka declaró el sábado, durante una entrevista difundida por radio, que ese día se había reunido con Mara y que la primera pregunta que le hizo el presidente fue si estaba involucrado en el intento de golpe de Estado.
"Esta mañana la reunión (con Mara) tuvo un comienzo muy frío, ya que el presidente había sido informado de que yo formaba parte del grupo de Speight", señaló el presidente del GCC.
Esos informes se debieron a que Rabuka fue visto el 14 de mayo en las barracas del ejército de las cuales partió el grupo responsable de la ocupación de la sede del parlamento, explicó el propio coronel.
"Le dije (a Mara) que ese día, que era domingo, fui a misa en las barracas, y que estaba en la iglesia junto con miembros de la unidad militar involucrada en el intento de golpe de Estado", afirmó.
Rabuka informó al presidente que deseaba mediar entre el gobierno y los rebeldes, dijo que conoce bien a varios de ellos y admitió que les ha dicho que simpatiza con su causa, aunque no comparta sus métodos.
"Le ofrecí mis servicios a su excelencia el presidente de Fiji, como alguien que ha pasado por la situación que atraviesan (los rebeldes), y que también ha visto las consecuencias para la nación de acciones como la que ellos llevan a cabo", declaró el coronel en una entrevista difundida por televisión.
"No se puede pensar que apoye un intento de desmantelar la Constitución (de 1997), que ayudé a crear. Respaldo en forma plena al presidente, por la constitucionalidad de su posición, y creo que podemos salir de la actual crisis en una forma respetuosa de la Constitución", aseguró.
Periodistas preguntaron al coronel si sería candidato a la presidencia en el caso de que Mara renuncie, y Rabuka respondió que "si el presidente es derrocado, el actual vicepresidente debe asumir el gobierno".
Speight declaró este lunes que ha perdido la confianza en Rabuka, que ya no lo reconoce como presidente del GCC y que no lo acepta como mediador, ya que siente que tiene prejuicios contra el "movimiento civil" insurgente.
Rabuka convocó al GCC a realizar una reunión de emergencia este martes para analizar la crisis y recomendar medidas para resolverla, pero Speight afirma que el coronel debe renunciar.
El líder de los insurgentes realizó un breve paseo fuera de la sede del parlamento a las 4 AM de este lunes, sin ser molestado por las fuerzas de seguridad que rodean el edificio.
Mara declaró el estado de emergencia, pero no ordenó a las fuerzas de seguridad que actuaran contra los rebeldes.
Speight pidió una reunión con Mara, pero éste replicó el domingo, en un mensaje a la población difundido por televisión, que no dialogará "con quienes retienen como rehenes a los parlamentarios, hasta que los liberen".
El presidente señaló que el líder rebelde le pidió que renunciara y dijo que si no lo hacía los rehenes serían ejecutados uno a uno. Entre los parlamentarios retenidos por Speight está la hija de Mara, quien es legisladora oficialista.
Queenie Bavadra Speed, la viceprimera ministra titular, se recupera de un tratamiento contra el cáncer en un hospital de Canberra, y declaró a la emisora de radio australiana ABC que los rebeldes son oportunistas políticos, más que racistas convencidos.
"Esto no se dirige sólo contra las personas de origen indio, sino también contra las de origen indígena que han tenido más éxito que los rebeldes", afirmó.
Baba, el vice primer ministro en ejercicio retenido por los golpistas, es de origen étnico indígena.
Quienes intentan dar un golpe de Estado son "una minoría de gente fracasada y descontenta. Me refiero a personas como George Speight" explicó.
Speed dijo que confía en que la acción liderada por Speight no tendrá éxito, "porque carece de respaldo militar", y subrayó que las personas que llegaron a Suva el viernes para realizar manifestaciones callejeras y pedir la renuncia de Chaudhry ya abandonaron la capital, sin que esté claro que apoyen a los insurgentes.
Apisai Tora, líder del nacionalista Movimiento Taukei, encabezó las protestas del viernes, pero este lunes afirmó que no estaba vinculado con la acción de Speight y que había rehusado una invitación a sumarse al autoproclamado gobierno de los insurgentes, pese a que simpatiza con sus reclamos.
El líder rebelde piensa que cuenta con seguidores dentro del GCC, y que éstos pedirán en la reunión de ese organismo este martes la renuncia de Mara, anunciarán la revocación de la Constitución de 1997 y proclamarán un gobierno interino formado por Speight y sus seguidores.
Mara declaró este lunes en una conferencia de prensa que cuenta con el resplado del GCC y que hará propuestas a su reunión de este martes.
"Debemos contemplar los intereses de la comunidad étnica indígena, examinar con cuidado sus demandas y analizar soluciones para proteger y aun fortalecer su posición, pero todo eso debe hacerse en el marco de la Constitución", enfatizó.
Sin embargo, el presidente añadió que no está en condiciones de asegurar que Chaudhry contnúe como primer ministro.
"No puedo decir que restableceré al gobierno que ha causado todos estos problemas", declaró (FIN/IPS/tra-eng/ks/js/mp/ip/00