La crisis en Sierra Leona volvió a a poner en cuestión el apoyo que reciben las operaciones de paz de la ONU, pues la mayoría de los soldados de la misión en ese país africano no están entrenados ni equipados para la tarea.
"Nunca hemos asumido la responsabilidad de entrenar a los soldados de las fuerzas de paz. Esperamos que los gobiernos contribuyan a ello", admitió el portavoz de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) Fred Eckhard.
El secretario general del foro mundial, Kofi Annan, dijo a la prensa el miércoles que los soldados bien preparados son los mejores pacificadores. "Nos gustaría que los países con poderío militar y soldados bien entrenados participen en esta tarea", dijo.
"Pero desafortunadamente, estos países no contribuyen con diligencia, de manera que tenemos que utilizar las fuerzas que podamos conseguir. Espero que aquellos países con capacidad militar ayuden, cumpliendo así las disposiciones del Consejo de Seguridad de la ONU", agregó Annan.
Los 10 principales contribuyentes de efectivos para las fuerzas de paz eran, hasta el 30 de abril, Nigeria, India, Ghana, Australia, Jordania, Bangladesh, Kenia, Pakistán, Polonia y Filipinas.
Annan exhortó el lunes a Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia a realizar una "rápida acción" en Sierra Leona para apoyar a las fuerzas de paz instaladas en el país. Pero ninguno de esos tres países —todos ellos con ejércitos de gran profesionalidad— han respondido al requerimiento de Annan.
"La ONU puede ser tan fuerte como sus estados miembro. Sólo se trata de un problema de voluntad política, la voluntad de brindar recursos", dijo Annan cuando un periodista comentó que la ONU es abandonada por países que no cumplen sus promesas.
Sin embargo, Estados Unidos ha creado manuales y vídeos para los soldados que sirven en operaciones de paz, mientras representantes de la ONU han viajado a varios países para asesorar a mandos militares en materia de entrenamiento.
"Tenemos una suerte de infraestructura de entrenamiento en el Departamento de Operaciones de Paz", dijo Eckhard.
Pero las instrucciones y las guías básicas al parecer no han sido de utilidad a los soldados instalados en Sierra Leona —la mayor parte de ellos procedentes de Zambia, Nigeria, Jordania e India— que están cedidendo rápidamente ante la presión de los rebeldes.
Los insurgentes, pertenecientes al Frente Unido Revolucionario (RUF), liderado por Foday Sankoh y con 45.000 guerrilleros, han secuestrado a unos 500 soldados de la ONU y civiles. Eso causó una importante crisis política en el foro mundial.
La fuerza de paz de la ONU instalada en Sierra Leona está integrada por un total de 8.936 efectivos, según los últimos informes.
Los secuestros humillaron a la ONU, y también representan una amenaza para todas las futuras operaciones de paz, ya que podrían desalentar a los países miembros, en especial los del mundo en desarrollo, en la provisión de soldados.
Los rebeldes quitaron sus armas y equipos de comunicación a los "detenidos", término empleado por los rebeldes para referirse a los soldados secuestrados.
Un rebelde adolescente secuestró un vehículo blindado para el transporte de tropas sin disparar ni una bala, según un informe de prensa. Al menos 13 de los 16 vehículos blindados de la fuerza de paz de Zambia han caído en manos de rebeldes que los desplegaron dentro y fuera de Freetown.
La fuerza de la ONU en Sierra Leona está fundamentalmente equipada con armas ligeras y vehículos blindados. Se espera que cada batallón llegue de su país de origen con sus propios medios de transporte, equipos de comunicación, armas, cascos y chaquetas.
Pero no todas las unidades están bien equipadas. Por eso la ONU solicitó algunos helicópteros de combate rusos cuya llegada está prevista para fines de este mes.
Eckhard admitió además que existen problemas con los equipos de comunicación en Sierra Leona. "No son buenos… Siempre se rompen", dijo.
En consecuencia, la ONU ha preparado con urgencia equipamiento adicional de su depósito en Brindisi, Italia. "Pero tampoco es la clase de equipamiento que necesitamos pues no es absolutamente confiable. Estamos usando uno de los sistemas menos fidedignos", agregó.
La fuerza de la ONU en Sierra Leona planea aferrarse a sus armas. "Esperamos que no ocurra una guerra extrema, pero nos estamos preparando", afirmó Eckhard. La ONU responsabiliza de estas dificultades a los cortes presupuestarios y al mal equipamiento.
"Francamente, los gobiernos no nos han dado las fuerzas que necesitamos aquí en los cuarteles para hacer el trabajo profesional que quisiéramos. Nuestros números se han reducido. Nuestro presupuesto ha sido recortado", dijo el portavoz.
Por otra parte, desde fines de los años 90 se ha registrado una disminución en las misiones de paz. "Se crearon las misiones en Kosovo, Sierra Leona y Timor Oriental, y se autorizó ahora operación grande para la República Democrática del Congo", recordó Eckhard. (FIN/IPS/IP/td/da/rp-mj/00