La Organización de las Naciones Unidas (ONU) admite que su misión de paz en Sierra Leona se encuentra en un "grave problema", con más de 500 soldados retenidos como rehenes por uno de los principales grupos rebeldes de ese país.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, declaró el lunes que estaba "preocupado en extremo" por el rápido deterioro de la situación en Sierra Leona, y en especial por los informes acerca de continuos movimientos militares del grupo insurgente Frente Revolucionario Unido (RUF) y tiroteos en Freetown.
Annan pidió al líder del RUF, Foday Sankoh, que cese las acciones contra las fuerzas de paz del foro mundial.
El secretario general apuntó que será necesario desplegar una fuerza de reacción rápida si la situación empeora.
En la actualidad, la ONU puede apelar a un sistema de reacción ante emergencias para el cual 64 países han comprometido unos 147.500 soldados y equipos militares, pero su despliegue requiere unidades de apoyo, logística y capacidad de transporte de tropas y equipos por aire y mar.
Gran Bretaña, la ex potencia colonial en Sierra Leona, comenzó a movilizar a 700 paracaidistas y 700 infantes de marina, en principio para ayudar a evacuar a ciudadanos británicos atrapados en Sierra Leona, pero en algunos informes se sugirió que ese bien equipado contingente podría ser la base de la fuerza de reacción rápida mencionada por Annan.
El secretario general también pidió a los gobernantes de la Guinea y Liberia que hagan "todo lo posible" para evitar que los insurgentes lancen ataques desde sus territorios hacia Sierra Leona, como está ocurriendo según informes.
El vocero de la ONU, Fred Eckhard, expresó su preocupación por la posibilidad de que se reanude la guerra civil, y declaró que la situación en Sierra Leona es sombría.
"El problema es que una de las partes en el proceso de paz no cumple con lo acordado. Me refiero al RUF,", señaló.
"Las distintas facciones están hablando de rearmarse. Es una situación muy grave, y esperamos que no sea el inicio de una reanudación del conflicto", añadió.
En noviembre de 1996, tras una guerra civil que duró cinco años, el gobierno del presidente Ahmad Tejan Kabbah, elegido en forma democrática, firmó un acuerdo de paz con el RUF.
Kabbah fue derrocado por un golpe militar en mayo de 1997 y repuesto en el poder en marzo de 1998 con la ayuda del Grupo de Supervisión de la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (ECOMOG), una fuerza regional de paz liderada por Nigeria, pero integrantes del RUF continuaron la lucha.
Sankoh y Kabbah firmaron en julio del año pasado el Acuerdo de Paz de Lomé, por el cual se nombró al líder del RUF vicepresidente y ministro a cargo de las lucrativas áreas mineras de diamantes al este del país.
El ECOMOG superviso el cumplimiento del acuerdo de paz hasta retirarse de Sierra Leona la semana pasada, tras la llegada al país de 8.700 soldados de la la fuerza de paz de la ONU (UNAMSIL).
Se prevé que el contingente del foro mundial llegue a contar con 11.000 soldados, y su mandato es garantizar la aplicación de un plan de desarme y desmovilización, para reintegrar a la vida civil a los integrantes de las facciones involucradas en la guerra civil.
Las tropas de la ONU, provenientes en su mayor parte de India, Kenia, Zambia y Nigeria, han chocado con la hostilidad de integrantes de milicias del RUF, sobre las cuales acciones Sankoh insiste en que no tiene mando.
Según informes provenientes de Sierra Leona, gran parte de los soldados de la ONU que fueron capturados por insurgentes se entregaron sin ofrecer resistencia, con sus armas y vehículos blindados.
Kabbah señaló en una carta enviada a Annan el lunes que fue "muy desilusionante" la manera en que las tropas de la UNAMSIL se rindieron, aunque indicó que no había llegado al punto de "pensar que la ONU es incapaz de cumplir su mandato".
"De todos modos, me gustaría asegurarle que el gobierno tiene un plan de contingencia en marcha para la desagradable eventualidad de que la UNAMSIL sea incapaz de brindar adecuada seguridad ante las acciones de agresión de los rebeldes", añadió.
Akhard declaró que no disponía de información detallada acerca de la presunta pasividad de las tropas de la ONU, y comentó que en los primeros meses de cualquier operación de paz, la situación es inestable.
"Los integrantes de fuerzas de paz deben internarse en un país extraño apenas descienden del avión", y las fuerzas de la ONU siempre están "un poco fuera de equilibrio" al comienzo de las operaciones, "pero lo importante es saber cuál es el motivo de las acciones del RUF", enfatizó.
"La UNAMSIL sólo está en Sierra Leona para ayudar a consolidar el acuerdo de paz. La esencia de una misión de paz de la ONU es que no tiene enemigos ni toma partido por bando alguno", añadió.
La ONU tendrá tres opciones si continúan los ataques contra sus tropas: reforzarlas con batallones adicionales, apelar a una fuerza de reacción rápida bien entrenada, o retirarse por completo de Sierra Leona.
Annan expresó que teme que la violencia en Sierrra Leona pueda hacer peligrar las futuras operaciones de paz de la ONU en Africa.
Países miembros del foro mundial, en su mayoría occidentales, mostraron escasa disposición a intervenir en el genocidio de 1994 en Ruanda luego de que 24 integrantes paquistaníes de una fuerza de paz murieron en Somalía en 1993, a causa del peor ataque contra una fuerza pacificadora hasta el momento.
"Después de Sierra Leona, creo que habrá muy pocos incentivos para que esos países se comprometan en operaciones en Africa", observó. (FIN/IPS/tra-eng/td/da/ego/mp/ip/00)