Ahora que Africa dispondrá de medicamentos para el sida a bajo costo, los expertos dudan que sus centros de salud cuenten con la infraestructura adecuada para brindar la triple terapia a los pacientes de forma segura.
Expertos en salud se cuestionan si los países de Africa, muchos de los cuales están entre los más pobres del mundo, tienen el personal y los equipos necesarios para que el tratamiento beneficie a los infectados por el VIH (virus de inmunodeficiencia humana, que causa el sida) y no dañe a la población.
Lo que se requiere es "una fuerte infraestructura médica y social para mantener las terapias con drogas antirretrovirales en zonas de recursos limitados", señaló la Asociación Internacional de Médicos contra el Sida (IAPAC), con sede en Chicago.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, también destacó que la reducción del precio de los fármacos debe acompañarse de una mejora en la "capacidad de servicio" y de seguimiento de los pacientes.
Así mismo, un portavoz del laboratorio Glaxo Wellcome, una de las cinco empresas multinacionales que firmaron un acuerdo con la ONU la semana pasada para ofrecer drogas contra el sida más baratas a Africa, observó que los gobiernos beneficiarios deben concentrarse en "canales seguros de distribución".
"No se puede resolver el problema sin la infraestructura necesaria -enfermeros, médicos, canales seguros de distribución- y sin la voluntad de los gobiernos de resolverlo", declaró James Cochrane, director de la división internacional de Glaxo, a un periódico británico.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó optimismo.
Varios países de Africa cuentan con los sistemas de monitoreo necesarios "en centros de investigación y hospitales urbanos bien equipados", destacó la médica Paula Munderi, de la Iniciativa de la OMS contra el Sida.
La OMS "no cuenta con detalles sobre los países africanos que carecen de esos recursos", agregó.
La terapia actualmente prescripta para los pacientes con VIH/sida combina tres sustancias seleccionadas de las tres grandes clases de drogas antirretrovirales.
En algunos pacientes, la combinación puede variar de dos a cuatro drogas. En total, hay 15 fármacos antirretrovirales aprobados para su uso en personas infectadas con VIH.
Además, muchos pacientes reciben otros medicamentos para controlar los síntomas de la infección, explicó Munderi.
El seguimiento de la terapia es imprescindible para controlar el nivel de toxicidad en los pacientes, destacó el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida).
"Debe realizarse un control frecuente al principio del tratamiento, semanalmente durante los tres primeros meses y luego mensualmente", explicó la agencia.
Mediante análisis de laboratorio, se determinan posibles efectos tóxicos de las drogas sobre el hígado, los riñones, el páncreas, la sangre y el metabolismo de las grasas.
Además, se realizan pruebas para establecer el efecto de los fármacos sobre el virus del sida en la sangre y "la integridad del sistema inmunológico", explicó Onusida.
La falta de dichas pruebas puede aparejar terribles consecuencias para los pacientes y para la población en general de determinado país.
"El riesgo inmediato es que, si el virus se vuelve resistente a las drogas, el paciente no solo no se beneficia, sino que su salud empeora, y sufre los efectos colaterales inútilmente", observó Onusida.
El riesgo a largo plazo, agregó, afecta a la población nacional. "La pérdida de eficacia de las drogas puede implicar la resistencia de las cepas existentes", advirtió la agencia.
Según IAPAC, los actuales mecanismos de seguimiento no son adecuados, y lo que se precisa es un "proceso de certificación de VIH" reconocido internacionalmente.
La asociación médica, con más de 10.000 miembros de 43 países, está desarrollando un proceso de certificación "mediante el cual los médicos que tratan el VIH/sida puedan adquirir competencia clínica".
El proceso incluiría "un entrenamiento médico completo y continuo, además de exámenes".
Pese a sus preocupaciones, IAPAC aprobó el anuncio la semana pasada de compañías farmacéuticas sobre la reducción de 85 a 90 por ciento en los precios de las drogas contra el sida para los pacientes de Africa, que tiene cerca de 23 millones de infectados por VIH.
"El descuento representa una esperanza para una parte importante de los enfermos de sida en Africa", comentó la asociación.
Cinco laboratorios multinacionales (Bristol-Meyers Squibb, Glaxo Wellcome, Merk and Company, F. Hoffman-La Roche Holding y Boehringer Ingelheim) acordaron distribuir sus fármacos a través de la ONU o de programas relacionados.
El costo por paciente podría ascender a dos dólares diarios, lo cual representaría un séptimo del costo en Estados Unidos, según estimaciones.
Pero la organización humanitaria Médicos sin Fronteras no aprobó la medida. "El acuerdo no hace nada por promover los derechos de los países a producir o importar drogas de alta calidad y bajo costo, un elemento clave para mejorar a largo plazo el acceso a medicamentos esenciales", señaló. (FIN/IPS/tra- en/mmm/da/mlm/he-dv/00