RUMANIA: El sueño imposible de la casa propia

El sueño universal de la casa propia seguirá siendo por mucho tiempo una fantasía para la mayoría de los rumanos, debido a la insuficiente inversión en construcción y los bajos recursos públicos asignados al sector de la vivienda.

Según estadísticas oficiales, solo 29.517 unidades de vivienda fueron construidas el año pasado, 175 menos que en 1998. La cantidad total de viviendas en Rumania es de 7,9 millones, para una población de casi 23 millones.

"Sabemos que hay una gran demanda de casas y bloques de apartamentos, pero las autoridades rumanas no tienen suficiente dinero para construir de acuerdo con las necesidades", declaró Laszlo Borbely, secretario de Obras Públicas del Ministerio de Planificación Territorial.

Datos oficiales revelan también que la cantidad de unidades de vivienda completadas el año pasado mediante subsidios presupuestarios cayó 23,8 por ciento respecto de 1998. Hubo también 1.500 casas construidas por firmas privadas.

El número de viviendas erigidas independientemente por la población se incrementó ligeramente, gran parte de ellas en áreas rurales.

"En la mayoría de los casos, esas unidades tienen propietarios ricos que pueden permitirse tener una segunda casa para fines de semana o vacaciones", señaló Irina Vlad, arquitecta de una empresa constructora privada.

"Ese es un fenómeno muy interesante, típico de una sociedad con grandes diferencias entre ricos y pobres", observó.

La política de urbanización de Rumania ha sido bastante insólita. El régimen comunista derrocado en diciembre de 1989 fue responsable de la construcción de muchos monobloques de apartamentos baratos en los años 70 y 80.

Sin embargo, se prestó poca atención a la calidad habitacional y al planeamiento urbano. Como resultado, alrededor de 80 por ciento de los rumanos viven actualmente en bloques de apartamentos, la mayoría inseguros y más parecidos a una barraca del ejército que a una vivienda moderna.

Es difícil estimar el precio promedio de una casa en Rumania. Se puede adquirir un apartamento de un solo ambiente por 7.500 dólares o una villa de un millón de dólares en el centro de Bucarest.

"¿Cómo puedo hacer para pagar la primera cuota de 5.000 dólares por un apartamento construido por la Agencia Nacional de Habitaciones (ANL) cuando mi sueldo mensual es de 120 dólares?", preguntó Nicolae Popa, de 28 años, ingeniero en una fábrica de Bucarest.

ANL es un nuevo organismo establecido por el gobierno cuya misión principal es contruir viviendas baratas para parejas recién casadas o gente con bajos ingresos.

Las autoridades rumanas confían en que más de 2.000 apartamentos quedarán terminados a través de ANL para mediados del 2001.

Sin embargo, los costos relacionados con la propiedad de un departamento son muy altos para la mayoría de los rumanos.

El año pasado, los impuestos por agua, saneamiento y recolección de basura aumentaron alrededor de 64 por ciento, según datos oficiales. Como resultado, se redujo la demanda de apartamentos de tres o cuatro habitaciones.

"Mucha gente, especialmente pensionados, prefiere vender sus grandes apartamentos a cambio de uno más pequeño y de menor valor", apuntó Vasile Ionescu, un agente de bienes raíces.

El agente estimó que el precio de los apartamentos de dos habitaciones subirá este año ante la escasa demanda por pisos más grandes.

Un informe de una revista local de construcciones señaló que el precio de apartamentos de dos habitaciones subió alrededor de 10 por ciento en los últimos dos años en áreas centrales y residenciales, muy por debajo del auge del 30-34 por ciento entre 1995 y 1998.

Los precios por pisos en otras áreas y zonas suburbanas cayeron en un porcentaje similar respecto al promedio del período 1998- 1999.

También se prevé una parálisis de los alquileres en Bucarest, donde los precios por oficinas y locales comerciales están en disminución debido a la disminución de la cantidad de inversores.

La actividad en el sector rumano de la construcción bajará, previsiblemente, de acuerdo con la tendencia del año pasado.

Los últimos datos mostraron que el sector representó 4,8 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 1999, con una disminución de 5,9 por ciento respecto del año anterior, en tanto la producción bajó 9,6 por ciento.

Problemas financieros, demanda insuficiente y malas condiciones del tiempo inciden negativamente en la actividad de las firmas constructoras.

Además, la baja producción y las demoras en los pagos de los usuarios empeoraron además la posición financiera de la mayoría de las empresas de construcción. (FIN/IPS/tra-en/mc/cm/ego-mlm/dv/00

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