REPUBLICA DOMINICANA: Balaguer intenta perpetuar el pasado

El opositor Hipólito Mejía, apoyado por la población marginada del auge económico, es favorito en las encuestas para las elecciones de este martes en República Dominicana, pero podría haber segunda vuelta y el árbitro sería entonces el siete veces presidente Joaquín Balaguer, de 94 años.

Denuncias de fraude e incidentes entre partidarios de Mejía y del candidato oficialista Danilo Medina, que causaron la muerte a dos personas, oscurecieron el último tramo de la campaña electoral, finalizada el domingo.

Todas las encuestas ponen a la cabeza a Mejía, del socialdemócrata Partido Revolucionario Dominicano (PRD), con más de 15 puntos de ventaja sobre Balaguer, del conservador Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), y Medina, del centroderechista Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Pero la diferencia a favor que le conceden los sondeos de opinión, con ser amplia, no le bastaría a Mejía para evitar la segunda vuelta electoral, el 30 de junio, en la que serían decisivas las alianzas.

Mejía debe obtener más de 50 por ciento de los votos emitidos para ganar la Presidencia este martes y la encuesta más favorable le adjudica 46 por ciento.

El actual presidente, Leonel Fernández, del PLP, se impuso en 1996 en la segunda vuelta, con el apoyo de Balaguer, después de ser relegado en la primera ronda por José Peña Gómez, del PRD, fallecido dos años después.

Balaguer, ciego y enfermo, que presenta su candidatura "por necesidad", ya que no cree en otras opciones posibles, puede ser otra vez el árbitro de las elecciones. Llegó a la Presidencia por primera vez en 1960, de la mano de su mentor, el entonces dictador Rafael Trujillo, y terminó su séptimo mandato en 1996.

La alianza entre Medina y Balaguer para la segunda vuelta ya parece en gestación. En efecto, en su acto final del domingo, el aspirante oficialista acogió la propuesta de Balaguer de un gobierno de unidad nacional.

Medina ha apoyado su campaña en los resultados económicos del gobierno, y especialmente en el alto crecimiento de la actividad, que en 1999 fue de ocho por ciento, el mayor de América Latina.

El gobierno de Fernández implementó un programa de privatización de empresas públicas y favoreció, incluso con subsidios, la inversión en infraestructura y en la industria y el turismo.

Pero ese resultado no alcanzó a toda la población, dada la desigual distribución del ingreso. Los campesinos afirman haber sido olvidados por el gobierno, que no contempló la agricultura en sus planes prioritarios.

República Dominicana aparece en el puesto 88 entre los 174 países medidos por su desarrollo humano por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Sólo supera en América Latina a seis naciones.

Mejía, que concentró buena parte de su campaña en las zonas rurales, confía en lograr el masivo respaldo de los cultivadores de azúcar, café, cacao y tabaco, y especialmente de los jornaleros. La población rural comprende a cerca de 35 por ciento de los ocho millones de habitantes de República Dominicana.

Su rival en la competencia por los votos del campo es Balaguer. Jóvenes concentrados en la manifestación final del ex presidente coreaban el domingo "Balaguer es el futuro" y "los años no te pesan".

"Conmigo se va a la tranquilidad y la paz", y con cualquier otro candidato "se irá a la disolución y la contradicción permanente", respondió el anciano candidato del PRSC.

Balaguer, a quien el novelista peruano Mario Vargas Llosa atribuye como guía de su conducta política manter la calma, a cualquier precio y en toda ocasión, es un sobreviviente no sólo de la era de Trujillo, sino también de golpes de Estado y de una guerra civil en 1965 que fue seguida de la intervención militar estadounidense.

Mientras, el PRD aseguró que el gobierno utiliza las redadas contra inmigrantes haitianos ilegales para expulsar del país a dominicanos negros, supuestamente votantes de Mejía.

Según la denuncia, recogida por la prensa, soldados y funcionarios de migración cargan a la fuerza en camiones a pobladores negros de las áreas de cultivo de la caña de azúcar y, tras quitarles sus documentos, los dejan en territorio haitiano.

Por su parte, el PLP afirmó que una modificación del plan de circuitos de votación dispuesta en enero por la Junta Central Electoral, encargada de organizar las elecciones, que afecta a unos 400.000 ciudadanos, es la manifestación de un fraude en preparación.

El partido gobernante asegura que la Junta Electoral intenta favorecer al PRD.

Pero Fernández se entrevistó con el presidente de la Junta Electoral, Ramón Morel, para concertar medidas orientadas a lograr la normalidad de las elecciones de este martes, a las que han sido convocados cuatro millones de votantes. (FIN/IPS/ff/ip/00

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