Los combates se reanudaron una vez más en Kisangani, la ciudad de República Democrática del Congo (RDC, ex Zaire) disputada por soldados de Ruanda y Uganda que apoyan a las fuerzas rebeldes opuestas al gobierno de Laurent Kabila.
Los combates habían cesado a fines de la semana pasada, pero el rebrote actual de violencia provocó ocho muertos y 60 heridos entre la población civil. Los ejércitos de Ruanda y Uganda ya se habían enfrentado en agosto, causando más de 300 muertes.
Ambos países pretenden controlar el rico mercado de diamantes y oro de la ciudad. Las riquezas son trasladadas por el río Congo y pasan por Kisangani en su viaje del este al oeste del país.
Una delegación del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) gestiona en varios países de Africa central, intentando hallar una solución a la crisis en RDC.
Richard Holbrooke, embajador de Estados Unidos ante la ONU y presidente de la delegación, aún se encontraba en Kinshasa el viernes cuando se reanudaron los combates en Kisangani.
Los últimos acontecimientos "violan directamente los acuerdos de Lusaka, el plan de retiro de tropas acordado en Kampala el 8 de abril y el cese del fuego firmado el 14 de abril", declaró Holbrooke.
"La delegación del Consejo de Seguridad exige el cese inmediato de las hostilidades" y la confirmación del proceso de paz de Lusaka, agregó.
Un miembro de la delegación expresó su esperanza de poder reunir a los signatarios del acuerdo de Lusaka en torno de la mesa de negociaciones.
La misión celebró una larga reunión con dirigentes políticos congoleños, quienes relataron a Holbrooke su análisis de la crisis en el país.
Para algunos políticos, la experiencia fue una afirmación personal de identidad, un reto al decreto de Kabila que quitó el reconocimiento legal a los partidos políticos tradicionales.
Kabila decidió que todo partido político que desee funcionar dentro de la ley debe registrarse en el Ministerio de Justicia.
Casi todos los dirigentes políticos solicitaron a la misión del Consejo de Seguridad que ejerza presión sobre Kabila y las fuerzas rebeldes que pretenden derrocarlo para poner fin a la guerra civil.(FIN/IPS/tra-en/jk/ko/sz/sm/aq/ip/00
