PERU: Se debilitan posibilidades de sanciones de la OEA

Los cancilleres de la OEA analizarán este domingo la cuestionada segunda vuelta de las elecciones presidenciales del domingo en Perú, según dispuso hoy el Consejo Permanente del foro americano, aunque son escasas las posiblidades de sancionar al gobierno de Alberto Fujimori.

La reunión de los cancilleres, que se realizará en Windsor, sureste de Canadá, no tendrá las potestades previstas por la resolución 1.080 de 1991, que prevé presiones diplomáticas, económicas e incluso la separación de la OEA (Organización de Estados Americanos) de los países en que se interrumpa el orden democrático.

Las previsiones de la resolución 1.080 fueron consideradas este miércoles por el Consejo Permanente a iniciativa de Estados Unidos, que debió retirar su propuesta ante la oposición manifiesta de varios países.

Estados Unidos diluyó sus duras críticas del lunes, cuando negó validez a la tercera reelección consecutiva de Fujimori, mientras que Ecuador, México, Venezuela y los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) manifestaron resistencia a tomar acciones contra Perú.

Eduardo Stein, jefe de la Misión de Observadores Electorales de la OEA en Perú, sostuvo ante el Consejo Permanente que las elecciones presidenciales estuvieron lejos de ser libres y justas.

La sesión extraordinaria del Consejo había sido solicitada por el embajador de Estados Unidos, Luis Lauredo, cuyo gobierno fue uno de los más críticos ante el proceso electoral peruano.

Las autoridades electorales peruanas se negaron a postergar la segunda ronda de los comicios, como lo habían solicitado el líder opositor Alejandro Toledo, el presidente estadounidense Bill Clinton y la Unión Europea para garantizar el voto.

Toledo, el único rival de Fujimori en los comicios del domingo, renunció informalmente a su candidatura y exhortó a la ciudadanía a abstenerse de concurrir a las urnas o anular el sufragio, a pesar de que las autoridades mantuvieron su nombre en las hojas de votación.

La embajadora de Perú ante la OEA, Beatriz Ramacciotti, acusó de extralimitación de funciones y de falta de neutralidad y objetividad a la misión presidida por Stein, ex canciller de Guatemala.

Los integrantes de la misión se convirtieron en "actores políticos" de la contienda entre Fujimori y Toledo, advirtió Ramacciotti.

Stein y los principales funcionarios de la misión de la OEA, así como los observadores del estadounidense Centro Carter, abandonaron Perú dos días antes de las elecciones.

Las autoridades electorales peruanas, que no toman en cuenta la abstención ni los votos anulados sino solo los válidamente emitidos, asignan a Fujimori 75,34 por ciento de los sufragios y 24,66 por ciento a Toledo.

En cambio, Toledo se adjudica como pronunciamientos a su favor la abstención de 18 por ciento de los electores, a los que suma los votos anulados (32,24 por ciento) y los emitidos a favor de su candidatura (16,46 por ciento).

La reunión de cancilleres de este domingo no tendrá las facultades previstas en la resolución 1.080 de la OEA, que sólo fueron invocadas en las conferencias organizadas para analizar el "autogolpe" de Fujimori en Perú en 1992, la dictadura militar en Haití (1993) y la tentativa de golpe en Paraguay en 1996.

La invocación de la resolución 1.080 en el caso de supuestas irregularidades electorales no tiene precedentes, pues la norma fue concebida para desalentar golpes de Estado.

El embajador estadounidense Lauredo arguyó, sin embargo, que "los ataques contra la democracia son ahora más sutiles que nunca, y, por lo tanto, más peligrosos".

"Creemos que el contexto apropiado para analizar" las elecciones en Perú "es la resolución 1.080, establecida en 1991 por los ministros de Relaciones Exteriores" de la OEA "precisamente con el propósito de discutir amenazas a la democracia", agregó.

Stein cuestionó la capacidad técnica de las autoridades electorales peruanas, así como la falta de independencia del Poder Judicial, de la prensa y de otras instituciones vinculadas con los comicios.

La celebración de una reunión especial de cancilleres para analizar las elecciones en Perú aprovechando la Asamblea General de la OEA en Windsor fue propuesta por Washington, que incluso llegó a anunciar la posibilidad de imponer sanciones unilaterales a Perú.

No obstante, Fujimori afirmó que Estados Unidos continuaba siendo el "mayor aliado" de su gobierno, en declaraciones publicadas este miércoles por el diario mexicano Reforma.

El reelegido presidente aseguró tener "controlado el frente interno". "Ahora necesito controlar el frente internacional", agregó.

El canciller peruano Fernando de Trazegnies afirmó que su gobierno no tiene "ningún inconveniente" en que las elecciones sean evaluadas por sus pares en el ámbito de la OEA, y aseguró que las críticas de Stein y de su equipo de observadores "no son exactas". (FIN/IPS/mom/mj/ip/00

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