PERU: Fujimori, candidato único entre el triunfo y la soledad

La inevitable reelección a un tercer mandato consecutivo del presidente de Perú, Alberto Fujimori, en la segunda ronda de este domingo originará turbulencias dentro del país y una "cuarentena" para su gobierno en el plano internacional.

El Jurado Nacional de Elecciones (JNE), cuya autonomía del gobierno es cuestionada, se rehusó a aceptar las demandas de postergación formuladas por el candidato opositor, Alejandro Toledo, y por las misiones de observadores extranjeros, a las que se sumó este viernes el presidente estadounidense Bill Clinton.

En consecuencia, la segunda vuelta se desarrollará con un candidato único, después de que el opositor Toledo anunció que no participaría si no era aplazada por lo menos un mes.

Toledo, quien pidió a sus simpatizantes que no voten por él sino que anulen sus sufragios o que se abstengan, solicitó al JNE que se elimine su nombre de la cédula de votación, pero el Jurado no aceptó la solicitud porque el candidato no presentó renuncia formal.

Según Jaime de Althaus, analista del Canal N de televisión, de línea profujimorista, "desgraciadamente ganaron los duros de ambos bandos".

"Los duros del gobierno no aceptaban el aplazamiento y los duros de Toledo le insistían desde hace tiempo renunciar para no legitimar el previsible triunfo fraudulento de Fujimori", afirmó De Althaus.

Fujimori actuó "cegado por su ambición reeleccionista" , según la parlamentaria opositora electa Gloria Helfer. Mientras, la legisladora oficialista como Luz Salgado culpó a Toledo de la situación, pues, dijo, renunció "a su candidatura por miedo a perder las elecciones".

El periodista oficialista Eduardo Gullo consideró que Fujimori se habría beneficiado de un breve aplazamiento de la segunda vuelta, como el de 10 días solicitado por la OEA. Eso habría dejado satisfecha "a la comunidad internacional y alejaría el riesgo de un endurecimiento crediticio y financiero".

El tercer gobierno de Fujimori tendrá "el vicio de origen de una elección sin contendor", y sufrirá el acoso de "la comunidad internacional, una situación ideal para una lucha que lo remueva del poder", opina Althaus.

"Es absurdo: quien sacó al país de las garras de la violencia nos devuelve a la violencia, como si fuéramos un país condenado a la autodestrucción, a la estupidez humana", concluyó Althaus.

Las posibles repercusiones económicas y comerciales, en especial las eventuales sanciones por parte de Estados Unidos, Canadá y la Comunidad Europa, también son motivo de comentarios.

Clinton, cuyo gobierno expresó días atrás su preocupación por la renuncia de Toledo, exhortó este viernes a Fujimori a que aplace por algunos días la segunda vuelta.

"Las elecciones libres, justas y abiertas son el fundamento de una sociedad democrática. Sin eso, nuestra relación con Perú resultará inevitablemente afectada", declaró el presidente estadounidense.

"Estados Unidos modificaría sus relaciones bilaterales y promoverá un cerco político, económico y militar contra nuestro país", sostuvo el internacionalista Juan Velit, del opositor y socialdemócrata Partido Aprista.

La "cuarentena" comenzó este viernes, dos días antes de las elecciones, con el anunciado retiro total de las misiones de observación electoral del Centro Carter, la Comunidad Europea y la organización no gubernamental peruana Transparencia.

Estas misiones declararon no estar dispuestas a legitimar con su participación un proceso cuya legalidad es cuestionada.

La Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) decidió no efectuar el "conteo rápido" de una muestra de mesas electorales, que serviría para cotejar con los resultados oficiales.

El jefe de esta misión, el ex canciller guatemalteco Eduardo Stein, dijo que el equipo se limitará a emitir un informe al día siguiente de los comicios. Además, se decidió retirar de Perú a los principales funcionarios de la misión americana y dejar allí una mínima representación.

Unicamente quedará la misión del Parlamento Andino, uno de cuyos portavoces, el boliviano Wilson Lora, expresó su esperanza de que el pueblo peruano exprese su voluntad democrática asistiendo y sufragando.

Toledo reclamaba la postergación "para que se desmonte la maquinaria de fraude electoral" supuestamente preparada por los partidarios de Fujimori, aunque no pudo demostrar maniobras en la primera vuelta, a pesar de haber recibido copia de las actas de las 80.000 mesas de sufragio.

El destino político de Toledo es incierto. Sus allegados expresan confianza en la posibilidad de que encabece la oposición.

Fuentes próximas a Toledo aseguraron que el líder opositor prepara con sus asesores una batalla jurídica con el propósito de declarar vacante el gobierno por decision parlamentaria, para que se convoquen a nuevas elecciones en breve.

Fujimori cuenta con 54 votos en el Congreso legislativo elegido en la primera vuelta, y necesitaría siete más para disponer de mayoría absoluta. Analistas prevén que el mandatario logrará el concurso de legisladores independientes elegidos en listas opositoras.

"La desestabilización extrema de Fujimori que quiere promover Toledo es posible, pero él no puede estar seguro de cosechar los frutos. Hay figuras opositoras dispuestas a sustituirlo, decepcionadas por su errática conducta, incluyendo su inesperada renuncia", según el periodista Guido Cenzano. (FIN/IPS/al/mj/ip/00

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe