Una reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC) dedicada al examen de las políticas comerciales de Perú se transformó hoy en un foro de crítica al gobierno de ese país sudamericano, por el desenlace del proceso electoral y los últimos acontecimientos políticos.
La delegación de Canadá cuestionó de manera enérgica la forma en que se desarrollaron las elecciones presidenciales en Perú, que concluyeron el pasado fin de semana con el triunfo del presidente reelecto Alberto Fujimori.
En la segunda vuelta electoral, realizada el domingo, Fujimori venció a Alejandro Toledo, candidato de la oposición, que se había retirado de la puja en protesta por las denuncias de fraude atribuido al gobierno.
En una intervención de tenor político sin ambages sobre cuestiones internas de un estado miembro y desusada en la OMC, la representación de Canadá censuró las condiciones en que se efectuaron las elecciones y los episodios del fin de semana, con manifestaciones de protesta y represión policial.
La Unión Europea también se ocupó del mismo tema, pero sus expresiones de preocupación apuntaron a las condiciones generales del panorama político de Perú, dijo una fuente negociadora.
En cambio, Estados Unidos se ocupó sólo de los aspectos comerciales y tuvo palabras de elogio para la orientación impresa por Fujimori a la política de su país en ese terreno, indicaron las mismas fuentes.
Las declaraciones se produjeron durante la primera sesión dedicada a Perú, este martes, del `rgano de Examen de las Políticas Comerciales de la OMC.
En coincidencia, la mayor central obrera internacional, la Confederación de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), distribuyó desde su sede de Bruselas un informe sobre la observancia de las normas laborales en Perú.
El documento de la CIOSL sostuvo que Fujimori atacó y castigó de manera sistemática a los sindicatos desde que suspendió la Constitución y asumió poderes de emergencia en 1992.
La elección de los sindicatos como blanco formó parte de la estrategia de Fujimori de eliminar todos los centros posibles de oposición durante su permanencia en el poder, dijo la declaración firmada por Bill Jordan, secretario general de la central socialdemócrata.
Esa actitud demostró la preocupación de Fujimori por el papel que podrían desempeñar los sindicatos en la tarea de consolidar la democracia y el respeto por los derechos humanos en Perú, afirmó.
Jordan previnó que después de la victoria ampliamente cuestionable de Fujimori es probable que se intensifique ese antagonismo contra los sindicatos, debido a "su conducta cada vez más dictatorial".
La ley de relaciones industriales promulgada en 1992 por Fujimori ha restringido severamente los derechos sindicales en Perú, sostuvo la CIOSL. En la actualidad resulta extremadamente difícil formar un sindicato, dijo.
Las organizaciones obreras han sido debilitadas por un proceso de privatización y de racionalización de empresas industriales y estatales, que el gobierno y los empleadores han utilizado para eliminar sindicatos, opinó.
En las empresas privatizadas Telefónica y Enafer (ferrocarriles), los obreros fueron despedidos y se les ofreció ocupación en nuevas compañias creadas, bajo peores condiciones de empleo, menores salarios y sin derechos sindicales.
Telefónica despidió a 7.000 obreros, a pesar de sus promesas de estabilidad laboral.
El gobierno de Perú, afirmó la CIOSL, ha empleado la policía y el ejército para intervenir brutalmente en legítimas actividades de los sindicatos. En abril de 1999, durante una huelga nacional organizada por los sindicatos, la policía atacó con gases lacrimógenos a manifestaciones pacíficas.
Los problemas del trabajo infantil y del trabajo forzado permanecen sin solución en Perú, dijo la CIOSL. Se estima que unos dos millones de niños y adolescentes trabajan, incluídos unos 500.000 menores de 14 años que desempeñan ocupaciones sin asistir a la escuela.
El documento de la central obrera afirmó que un ocho por ciento de la fuerza de trabajo de Perú cuenta entre ocho y 14 años.
El caso más notorio de trabajo infantil se registra en la mima de oro del glaciar de Ananea, donde los niños trabajan con temperaturas de 26 grados bajo cero. En ese lugar se escogen niños de altura menor a 90 centímetros para que puedan atravesar los estrechos pasadizos del socavón, expuso el documento. (FIN/IPS/pc/ag/ip/00