Los sueños de muchos hombres y mujeres de México de lucir una figura esbelta, incluso a riesgo de la salud, fueron cancelados tras el retiro del mercado de miles de productos "milagrosos".
Empresas de venta por televisión fueron clausuradas o sancionadas, después de años de atrapar incautos compradores con la promesa de una solución mágica para bajar algunos kilos de más o eliminar problemas como la celulitis.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) prohibió la comercialización de unos 90.000 productos, algunos de los cuales eran promovidos mediante publicidad de contenido falso.
Al menos 17 de los llamados "infomerciales" dejaron de ser exhibidos por ese medio de comunicación, debido a que las firmas involucradas no demostraron, entre otras cosas, que una persona puede reducir la cintura en minutos con sólo untarse un jabón.
La promoción de productos que prometen acabar con el problema del sobrepeso en cuestión de minutos encontró en México, donde casi 40 por ciento de la población adulta padece obesidad, un amplio público receptivo.
Pero también contribuyó la difusión de patrones de belleza, según los cuales es bueno ser flaco o flaca, dijo a IPS el subdirector general del estatal Instituto Nacional de Nutrición, Héctor Bourges.
La obesidad es un padecimiento delicado y difícil de manejar, aún para los profesionales de la salud, por lo cual "representa un enorme riesgo que las personas se apliquen, por sí solas o guiadas por charlatanes, métodos de control de peso", indicó.
El experto explicó que, siguiendo los cánones que imponen la moda y la propaganda, "cada vez son más las personas que se sienten gordas sin serlo y que se convierten en clientes potenciales de cualquier producto que les ofrezca perder peso".
"Masajes violentos que causan hemorragias internas en el tejido adiposo o liposucciones que no son convenientes para tratar la obesidad, son algunos de los motivos que causan severos trastornos a la salud", añadió.
También señaló que "la ingestión de hormonas, diuréticos y hasta pastillas o sustancias de composición desconocida que provocan náuseas o inapetencia, son también el origen de graves enfermedades".
En la lucha contra esos kilos de más, "las personas parecen dispuestas a consumir cualquier mercancía que se promueva" a través de los medios de comunicación, sostuvo.
El funcionario destacó la urgencia de que el gobierno ponga en vigor un proyecto de norma sobre obesidad, que dotaría de un arma legal a las autoridades médicas frente a la proliferación de los "charlatanes".
Como parte de su programa de verificación y vigilancia, la Profeco "detectó que diversas empresas incumplían las normas en vigor al difundir publicidad que engañaba al consumidor", explicó a IPS Mari Carmen Rivas, portavoz de ese organismo estatal.
Profeco retiró del mercado local jabones, geles, fajas térmicas y concentrados de gotas, entre otros productos que vendían sólo esperanzas a los mexicanos.
Enjuagues bucales para dejar de fumar, gomas de mascar Sex-Gum, reafirmantes de la piel, regeneradores capilares y una amplia variedad de mercancías fueron también eliminadas por Profeco.
"La lista incluyó principalmente artículos que pudieran llegar a afectar la salud de la gente", destacó Rivas.
El organismo, que en 1999 recibió 2.059 quejas contra ese tipo de productos, pretende erradicar la tendencia al abuso de la buena fe de los consumidores, protegiendo a éstos del engaño, señaló.
La comercialización de los productos quedó definitivamente prohibida y las empresas expendedoras fueron multadas, debido a que los "infomerciales" carecían de fundamento técnico y científico.
Además, la composición de los productos no se correspondía con los ingredientes o materiales mencionados en las etiquetas, como obliga la ley a colocar, señaló Profeco.
La historia de irregularidades por parte de negocios, algunos de los cuales funcionan con la denominación de clínicas, que ofrecen hacer bajar de peso a hombres y mujeres en sólo unos meses, semanas o días, no es nueva en este país.
La Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor asegura que existen unos 5.000 expendios de ese ramo que, sólo en la capital del país, perciben ingresos anuales por unos 100 millones de dólares.
La actividad en todo el país de esas empresas, 30 por ciento de las cuales opera en forma ilegal, genera al año unos 500 millones de dólares, según esa institución. (FIN/IPS/pf/dm/he/00
