La actividad de la delincuencia en México amenaza con desatar una estampida al exterior de empresas trasnacionales que operan en las maquilas, sector que produce 45 por ciento de las exportaciones nacionales.
La falta de garantías en materia de seguridad pública "comienza a dar razones suficientes para que Sony decida disminuir su inversión o trasladar sus instalaciones a un país más seguro", advirtió el lunes el representante de la firma japonesa en México, Shin Takagi.
El ultimátum fue pronunciado ante el propio presidente de México, Ernesto Zedillo, cuya gestión se ha caracterizado por un profundo compromiso con la liberalización de la economía.
Los problemas de la inseguridad en Tijuana —desde donde los hermanos Arellano Félix comandan el cartel del narcotráfico más poderoso del mundo, según distintos estudios— incrementan los costos de operación de Sony, aseguró Takagi.
Zedillo se reunió con representantes del sector industrial de la zona franca de México, cuyos empleados aumentaron de 600.000 a 1,2 millones entre 1995 y 1999.
En ese mismo periodo, las maquilas (zonas francas de procesamiento de exportaciones) presentes en 38 ciudades mexicanas vieron crecer sus ventas a un ritmo anual de 19 por ciento, según datos oficiales.
La maquila es una fórmula de subcontratación internacional por la cual un país provee la mayoría del capital y la tecnología y otro, en cuyo territorio se radican las fábricas, mano de obra y materias primas.
El número de fábricas maquiladoras en territorio mexicano, principalmente de origen asiático y estadounidense, pasó en los últimos 20 años de 620 a 3.384.
Más de 61 por ciento de las maquiladoras está instalado en el norte del país, zona fronteriza con Estados Unidos, y se confirmó en los últimos años una corriente hacia la península de Yucatán, en el sudeste mexicano.
Ese sector desarrolla principalmente actividades de ensamblaje de piezas de automóviles, aparatos electrónicos y confecciones textiles.
Sólo en Ciudad Juárez, lindante con El Paso, Texas, existen 18 parques industriales de firmas extranjeras como Ford, General Electric, Delphi y otras de capital 100 por ciento estadounidense.
En Baja California, la industria maquiladora invirtió cerca de 850 millones de dólares entre 1996 y 1999, mientras inauguraba 43 nuevas empresas, casi todas instaladas en la ciudad de Tijuana.
Esa ciudad, convertida en la capital del crimen organizado en México, es asiento desde 1986 de la fábrica de aparatos de televisión y de vídeo Sony Corporation, que comenzó sus actividades en 1979 en Nuevo Laredo, fronteriza con Laredo, Texas.
Takagi explicó que la planta de Sony debió aumentar sus gastos de seguridad para empleados de alto nivel de 500.000 dólares a un millón al año, desde 1998. Hace unas semanas, fueron robados 250 televisores a las puertas de la fábrica, dijo.
Organizaciones no gubernamentales sostienen que la muerte acecha en casi todos los rincones de Tijuana, donde la violencia no es patrimonio exclusivo de los narcotraficantes.
Bandas de tráfico de vehículos y armas robados y de mexicanos que pretenden atravesar la frontera en busca de trabajo en Estados Unidos asuelan Baja California.
Los homicidios en ese estado mexicano aumentaron de 514 en 1997 a 578 en 1998, hasta alcanzar 657 el año pasado, según datos oficiales.
Entre enero y marzo de este año, la violencia costó la vida a 153 personas en Baja California. Para los observadores, la lucha contra el crimen organizado allí es desigual y está perdida en el corto y mediano plazo.
"En estos momentos no tenemos planes de movernos a otros países. Pero si (la situación de inseguridad pública) no cambia, tendremos que considerar seriamente las cosas", advirtió el representante de Sony.
De su lado, el presidente Zedillo prometió atender las inquietudes.
El secretario (ministro) mexicano de Comercio, Herminio Blanco, destacó que el aumento de la actividad de las maquiladoras convierte a México en un centro manufacturero estratégico para las empresas extranjeras.
Humberto Izunza, presidente del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora de Exportación, manifestó que la inseguridad exige mayor atención y destacó que el sector es especialmente sensible a ese problema.
Las empresas extranjeras prometieron invertir este año en México 12.377 millones de dólares, monto 24 por ciento superior a lo que captó el país por esa vía en 1999.
Las exportaciones de mercancías mexicanas alcanzaron el año pasado 136.703 millones de dólares, 7,3 por ciento de las cuales correspondieron al petrólero y sus derivados, 89,4 por ciento a manufacturas y el resto a otros rubros, según datos oficiales. (FIN/IPS/pf/mj/if ip/00