Uruguay y Paraguay lograron hoy vencer la resistencia de los dos socios mayores del Mercosur, Argentina y Brasil, e impusieron criterios diferenciales en el régimen común automotor que comenzará a regir a partir del 1 de julio.
Luego de dos días de intensas negociaciones, los ministros de Industria y delegados técnicos del Mercosur (Mercado Común del Sur) alcanzaron un acuerdo que fija nuevas normas al comercio de automóviles, en las que se reconoce las asimetrías de las economías del bloque.
Aunque se mantiene el arancel común de 35 por ciento para los vehículos importados de fuera de la región, como estableciera el acuerdo bilateral firmado entre Argentina y Brasil en abril, Uruguay y Paraguay recibirán un trato diferencial.
Así, el arancel para vehículos livianos que ingresen a Uruguay procedentes de fuera del Mercosur será de 23 por ciento desde julio, mientras que para los camiones será de 20 por ciento a partir del 2006.
Otro de los puntos contemplados en los acuerdos establece que Uruguay pagará un tributo de dos por ciento en sus compras extrabloque de partes de automóviles y 14 por ciento para los bienes de capital.
El ministro uruguayo de Industria, Sergio Abreu, explicó al concluir la reunión que el convenio logrado permitió consolidar el bloque, pero admitió que las negociaciones fueron muy duras, debido a que Argentina y Brasil no querían ceder posiciones.
En las reuniones realizadas en la sede del Mercosur el martes y este miércoles estuvieron en debate dos visiones contrapuestas respecto a la toma de decisiones en el bloque.
Los distintos contactos realizados en abril por representantes argentinos y brasileños, que permitieron resolver controversias y firmanr convenios bilaterales, llevaron a esos dos países a intentar extenderlos a todo el Mercosur.
Pero el acuerdo cuatrilateral en el sector automtor permitió superar este planteo en los hechos, prevaleciendo el criterio de uruguayos y paraguayos de resolver los temas en forma institucional.
El régimen común automtor, que originalmente debía entrar en vigor el 1 de enero, sufrió varias postergaciones por las diferencias en torno a los aranceles y a los cupos de importación en el mercado regional.
Los sucesivos cambios de gobierno en Argentina, el 10 de diciembre, y en Uruguay, el 1 de marzo, también colaboraron con el atraso en concretar uno de los más complicados acuerdos desde la creación del bloque en 1991. (FIN/IPS/dm/if ip/00
