MALASIA: Oposición burla censura a través de Internet

Primero aparecieron algunos sitios Web críticos al gobierno de Malasia y luego el primer periódico electrónico de este país asiático, de tendencia nada afín al régimen encabezado por Mahathir Mohamad.

Ahora, la oposición de Malasia está decidida a alcanzar lectores por medio de la red de computadoras Internet, un lugar aún intocable para la censura oficial.

El Partido Islámico (PAS), uno de los cuatro que integran la coalición opositora Barisan Alternatif (Frente Alternativo), lanzó el sábado 13 su Web TV, que brinda un informe noticioso diario de 15 minutos y dos o tres informativos breves a lo largo del día.

Previamente, realizó varias semanas de pruebas, dedicadas fundamentalmente a anunciar actividades de la oposición, una clase de noticias que tendría pocas posibilidades de salir al aire en la televisión abierta.

"Se trata de un intento de usar la nueva tecnología de la información para llegar a la gente y proveer una plataforma para que ésta exprese sus puntos de vista", explicó el analista en comunicaciones Mustafa Anua, del proyecto del PAS que aparecerá en el sitio Web del periódico Harakah (www.harakahdaily.com).

El PAS y otros grupos opositores fueron desplazados de los medios de comunicación masiva, que hasta hace poco se limitaban a la prensa escrita.

Desde que se redujo a la mitad el apoyo de la comunidad malaya a la coalición gobernante Barisan Nasional (Frente Nacional), como lo reveló en noviembre pasado la última elección, el gobierno intentó marginar a la prensa independiente y opositora, a la que culpa por el cambio de su suerte política.

Ya a comienzos de este año, por ejemplo, las autoridades confiscaron copias del periódico bilingüe Harakah, que se vendía abiertamente en los quioscos. Una ley de prensa prohíbe la venta de folletos partidarios -lo que realmente es Harakah, de acuerdo con su registro de publicación- a personas que no sean miembros del partido.

Pero Harakah siguió superando en ventas a otros periódicos en lengua malaya, y el gobierno lo obligó a reducir su frecuencia de publicación de dos veces por semana a dos veces por mes.

Sin embargo, otras dos publicaciones han tenido peor suerte.

Detik, una revista en malayo de análisis político, fue prohibida, y cuando el permiso de publicación del tabloide semanal Esklusif venció el 15 de abril, el ministro de Asuntos Internos se negó a renovarlo, según el director de la publicación.

Esklusif era famoso por sus comentarios y ensayos de crítica política.

La oposición respondió a estas medidas organizando un boicot de tres meses contra tres grandes grupos de comunicación a partir del 1 de febrero. Aunque es difícil determinar si el esfuerzo tuvo algún efecto real, los opositores dijeron que cualquier perjuicio en la audiencia debe considerarse un éxito.

Afortunadamente para la oposición y los medios independientes, todavía existe Internet, y una promesa de Mohamad de no tocarlo. El primer ministro lo aseguró hace cuatro años, en un esfuerzo por atraer la inversión extranjera a su proyecto de "Super Pasillo Multimedia", una zona de alta tecnología al sur de la capital Kuala Lumpur.

Aún está por verse si el gobierno no intentará controlar y aun censurar de todas formas el contenido de Internet. Por ahora, los políticos opositores, activistas y periodistas independientes se aferran a éste como a un imán y le toman la palabra al primer ministro.

La oposición y las páginas Web resultaron particularmente populares en Malasia, y un canal de televisión en uno de los sitios más visitados podría tener aún más interés.

Aparte de la página del diario Harakah, los otros sitios importantes son los de Laman Reformasi y Malaysiakini, el principal periódico electrónico de Malasia. Los tres son visitados por miles de personas al día.

Sin embargo, la popularidad no se tradujo aún en ofrecimientos publicitarios. La mayoría de los avisadores todavía esquivan a la oposición por miedo a posibles repercusiones.

Mientras tanto, la aprobación de de una supuesta nueva publicación independiente -'Bebas' o Libertad- ha sorprendido a muchos.

"Soy un poco escéptico. Es una muestra de falta de carácter por parte del gobierno permitir un tabloide llamado 'Libertad', máxime cuando las cosas se están poniendo cada vez menos liberales", manifestó Mustafa. (FIN/IPS/tra-en/an/ccb/rp-mlm/ip-cr/00

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