Una gran tormenta sobre el futuro del embargo comercial de casi 40 años contra Cuba se desató en el Congreso de Estados Unidos, y en especial dentro del opositor Partido Republicano.
Contra todas las predicciones, la Comisión de Asignaciones Presupuestarias de la Cámara de Representantes aprobó esta semana el levantamiento de la prohibición de la venta de alimentos y medicinas a países incluidos en la lista de estados terroristas del Departamento de Estado, incluso Cuba.
La medida forma parte de un proyecto legislativo más amplio sobre agricultura.
La Comisión rechazó por 35 votos a 24 una enmienda respaldada por el jefe de la bancada republicana, el texano Tom DeLay, que hubiera eliminado el levantamiento de la prohibición del proyecto sobre presupuesto agrícola para el 2001.
Ahora DeLay, quien formalmente es el segundo líder republicano de la cámara baja pero en los hechos es el más poderoso, tratará de impedir que la cámara en su conjunto apruebe la semana próxima la misma disposición.
Varios analistas se sorprendieron ante la votación, porque hace un año, la misma propuesta fue rechazada por la Comisión de Asignaciones Presupuestarias.
"Francamente, no esperábamos este margen" de votación, declaró un productor agrícola partidario de la medida.
"Esto demuestra que estamos ganando terreno contra las sanciones, y que los radicales cubano-estadounidenses lo están perdiendo", declaró Geoffrey Thale, de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA), un grupo de derechos humanos partidario del levantamiento del embargo.
Thale atribuyó el resultado en gran medida a la controversia por Elián González, el niño náufrago cubano, quien se convirtió en causa común de los cubano-estadounidenses opuestos a la devolución del niño a su padre, Juan Miguel González, quien reside en Cuba.
Elián, cuyo caso de asilo fue escuchado por una corte federal de apelaciones de Atlanta el jueves, fue sacado por la fuerza en abril de la casa de sus familiares en Miami, quienes habían desobedecido una orden federal de entregarlo a las autoridades para reunirlo con su padre.
Padre e hijo están alojados actualmente en un centro de conferencias en las afueras de Washington, junto con amigos cubanos, a la espera de una decisión judicial sobre si Elián tiene derecho a la solicitud de asilo que presentó su tío abuelo de Miami en su representación.
La acción de agentes de inmigración para sacarlo por la fuerza de la casa de Miami, que dominó los medios de prensa durante semanas, resultó en algunas manifestaciones violentas contra el Departamento de Justicia en Miami, aunque dos tercios del público estadounidense apoya la decisión de Washington de reunir al niño con su padre.
Aproximadamente el mismo porcentaje es partidario de que Elián regrese a Cuba junto a su padre, según las últimas encuestas.
La votación de esta semana "demuestra que el pueblo tiene menos temor que antes de oponerse a los radicales anticastristas. Este es el principal resultado del caso Elián hasta ahora", comentó Thale.
"La gente vio de una forma muy gráfica la ineficacia de los cubano-estadounidenses y su extremismo, y está cansada de ser rehén de eso", agregó.
Estados Unidos mantiene un embargo comercial contra Cuba desde 1962, poco después de la revolución socialista de Fidel Castro. Legisladores de derecha han intentado, con limitado éxito, ampliar las sanciones a terceros países.
Pero el embargo ha sido blanco de crecientes críticas en los últimos años, y en especial luego de la visita en 1998 del papa Juan Pablo II a Cuba.
Una variada coalición que incluye grupos religiosos, de derechos humanos y organizaciones empresariales opuestas a las sanciones comerciales en general y a las sanciones contra Cuba en particular, aumentó su presión en los últimos dos años para exceptuar del embargo los alimentos y las medicinas.
Más importante ha sido la presión de los productores agrícolas, que esperan vender millones de dólares en productos a Cuba, un mercado prometedor con 11 millones de consumidores. (FIN/IPS/tra-en/jl/da/mlm/ip/00