Los países de América Latina y el Caribe tuvieron en los últimos años avances desiguales y ambivalentes en materia de pobreza, empleo e integración social, dijo el secretario ejecutivo de la Cepal, José Antonio Ocampo, en una conferencia regional realizada en la capital de Chile.
En la II Conferencia Regional de Seguimiento de la Cumbre de Desarrollo Social se revisó el cumplimiento del Plan de Acción acordado en la reunión celebrada en Copenhague en 1995 por más de 160 países para superar la pobreza, el desempleo y la marginalidad social .
La revisión mundial será realizada en junio, en Ginebra.
Superar "las abrumadoras condiciones de inequidad que ubican a América Latina (y el Caribe) como la región más desigual del mundo" es una prioridad, dijo Ocampo al presentar el informe "La brecha de la equidad".
Cuarenta por ciento de los latinoamericanos y caribeños viven en condiciones de pobreza, según el informe.
El presidente de Chile, Ricardo Lagos, manifestó su coincidencia con Ocampo al afirmar que "la pobreza y la desigualdad se alzan hoy como las mayores amenazas tanto para el sistema global de intercambio como para la forma en que las naciones son capaces de ordenar sus propios asuntos internos".
Ocampo explicó que "la proporción de hogares pobres se redujo de 41 por ciento en 1990 a 36 por ciento en 1997, aunque sin una reducción absoluta del número de pobres, que se mantuvo en torno a 200 millones de personas".
"Esta mejoría se frenó durante la crisis reciente y el número de pobres aumentó a 224 millones en 1999", agregó.
A su vez, el empleo ha tenido un comportamiento débil en la región, a tal punto que constituyó el "talón de de Aquiles de las reformas económicas", según Ocampo.
"Tal situación se evidencia en la mayoría de los países, ya sea en un aumento del desempleo abierto, en un deterioro de la calidad de los empleos o en una combinación de ambos", dijo.
La Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) indica que siete de cada 10 nuevos puestos de trabajo se han generado en el sector informal. "En materia de integración social los avances también son ambivalentes", afirmó Ocampo.
"En sentido positivo debemos reconocer los progresos en materia de estabilidad democrática y ampliación de los mecanismos de participación ciudadana, así como del avance en el reconocimiento de los derechos de la mujer y del papel central que desempeñan los sistemas de justicia", sostuvo.
"Sin embargo, no son alentadores aquellos resultados que siguen revelando serios problemas de integración, especialmente la persistencia de los núcleos de pobreza dura, los fenómenos de discriminación étnica, la segregación residencial y el incremento de diversas manifestaciones de violencia", señaló Ocampo.
Para Lagos, abordar estas tres líneas de acción implica políticas públicas activas y entender "que no podemos esperar que las solas fuerzas del mercado den cuenta de la situación actual".
El documento "La brecha de la equidad" refleja que los países que más avanzaron en la reducción de la pobreza son los que lograron conciliar un crecimiento relativamente alto durante varios años con una reducción del desempleo y un aumento de la ocupación en las franjas más pobres de la población.
"Los países que participan con éxito en el mundo son aquellos que han sido capaces de generar una suficiente red de protección social, una integración social en donde las tensiones están encauzadas", dijo Lagos.
Según Ocampo, la superación de la pobreza requiere recursos públicos, cooperación privada, apoyos financieros propios y externos y calidad técnica, pero, sobre todo, de amplios compromisos nacionales y regionales.
Las instituciones "no podrán superar su fragilidad hasta no haber construido una capacidad propia para hacer partícipes a todos de la posibilidad de vivir en forma digna, de exigir sus derechos y cumplir con sus deberes, y de participar en la construcción de sus vidas individuales y de los propósitos colectivos".
Para la Cepal las dos "llaves maestras" del desarrollo con equidad se encuentran en la educación y el empleo.
El presidente Lagos expresó que Chile está abierto a las ideas y propuestas "que nos puedan ayudar a consolidar un bloque regional que aúne el crecimiento económico con la equidad, el desarrollo con la profundización de la democracia".
"En suma, una ciudadanía plena que permita configurar nuestras sociedades a la luz de los deseos de los ciudadanos y no del mercado", concluyó. (FIN/IPS/as/mj/dv/00
