ESTADOS UNIDOS: Votación sobre China podría perjudicar a Gore

La aprobación en la Cámara de Representantes de Estados Unidos de relaciones comerciales normales permanentes con China reduce las probabilidades del vicepresidente Al Gore de ganar la carrera por la presidencia en noviembre, según analistas.

Aunque el vicepresidente y más probable candidato por el gobernante Partido Demócrata intentó distanciarse de la intensa campaña de presión montada por el presidente Bill Clinton y grandes empresarios en favor del proyecto, podría convertirse en la principal víctima política de su aprobación, el miércoles.

Los partidarios de Gore temen que la propuesta de ley, que ratifica un amplio acuerdo comercial y de inversión con China, alejará a los sindicatos y otros grupos tradicionalmente demócratas asociados en la llamada Coalición de Seattle contra la globalización.

Como resultado, los miembros de esos grupos podrían inclinarse por quedarse en casa el día de las elecciones o bien votar por candidatos independientes.

"Si Gore pierde en noviembre, la gente recordará esta pelea como la que le costó la presidencia", afirmó John Cavanagh, director del Instituto de Estudios Políticos, un gabinete de estrategia de izquierda.

"Esta votación realmente fracturó al Partido Demócrata", agregó Cavanagh.

En realidad, solo 73 de 211 demócratas votaron a favor del proyecto, que también ratifica implícitamente el ingreso de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Clinton dependió del apoyo de los líderes republicanos de la cámara baja para obtener cerca de tres cuartos de los votos de los legisladores del partido opositor. El rival republicano de Gore, el gobernador de Texas George W. Bush, también apoyó la propuesta.

"Me indigna que el presidente haya elegido dividir" al Partido Demócrata "en un momento en que debemos estar unidos y movilizarnos", declaró el jueves John Sweeney, presidente de la AFL-CIO, la mayor confederación sindical de Estados Unidos.

La AFL-CIO, que ya manifestó su respaldo a la candidatura de Gore, convirtió el rechazo al proyecto sobre China en su máxima prioridad legislativa de este año.

Todo el movimiento sindical estadounidense se opone al proyecto por considerar que causará la pérdida de puestos de trabajo en este país en favor de la mano de obra barata de China.

Por esa razón, la propuesta es el blanco natural de la Coalición de Seattle, como se dio en llamar a los grupos que sabotearon el pasado noviembre la reunión ministerial de la OMC en la ciudad de Seattle.

La coalición, que incluye organizaciones ambientalistas, sindicales, de consumidores, de agricultores y de derechos humanos, arguyó que la integración económica mundial promovida por la OMC, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional obliga a los países a competir por inversiones en detrimento de los derechos laborales y las normas ambientales.

La mayoría de los miembros de estos grupos votan al Partido Demócrata, pero sufrieron varias decepciones con el programa comercial de la administración Clinton, que en 1993 promovió el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC).

Los activistas creen que el TLC, al igual que el proyecto sobre China, favoreció a las grandes empresas en perjuicio de los derechos de los trabajadores y las normas ambientales, tanto en Estados Unidos como en México.

El TLC también dividió a los legisladores demócratas, y en parte fue culpado por la devastadora derrota del partido en las elecciones legislativas de 1994, cuando muchos votantes demócratas, en especial miembros de sindicatos y de minorías étnicas, prefirieron quedarse en casa o votar por los republicanos.

Como resultado, los demócratas perdieron el control de la Cámara de Representantes por primera vez en más de 40 años.

Lo último que desea el partido de gobierno es una reiteración de lo ocurrido en 1994, pero muchos analistas creen que eso es probable gracias a la votación sobre China y su importancia como símbolo de la globalización económica.

Por ahora, Clinton y los demócratas que votaron contra el proyecto se esfuerzan por demostrar unidad, como lo hicieron el jueves en una reunión en la Casa Blanca. También están aliviados porque la votación tuvo lugar cinco meses antes de los comicios y no justo antes, como esperaban algunos republicanos.

Al mismo tiempo, quedó claro que el comercio y la globalización se convirtieron en los temas más divisorios dentro del partido gobernante, para consternación de la administración Clinton.

"Pese al crecimiento de nuestra economía y al bajísimo desempleo, crece la ansiedad sobre la globalización, la tecnología y el comercio", comentó Gene Sperling, asesor de políticas económicas. (FIN/IPS/tra-en/jl/da/mlm/ip/00

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe