ESPAÑA: Directores de medios de comunicación condenan a ETA

Un manifiesto que condena la ofensiva de la organización ilegal ETA contra periodistas que no se someten a sus dictados fue firmado hoy por directores de los más importantes medios de comunicación de España, en la ciudad nororiental española de San Sebastián.

San Sebastián está ubicada en la Comunidad Autónoma del País Vasco, donde surgió ETA (Euskadi Ta Askatasuna, o sea Patria Vasca y Libertad), que invoca un objetivo separatista para sus acciones violentas.

La iniciativa del manifiesto, titulado "No nos callarán", partió el jueves de los directores de tres periódicos con intereses políticos y empresariales contrapuestos: Jesús Ceberio, de El País, Pedro J. Ramírez, de El Mundo y José Antonio Zarzalejos, de ABC.

La unidad de esos directores, cuyas opiniones editoriales se enfrentan a diario, fue el asesinato por parte de ETA de José Luis López de Lacalle, un periodista y activista por la libertad.

López de Lacalle fue asesinado el domingo cuando volvía a su casa tras comprar los diarios del día, en la localidad vasca de Andoáin.

La víctima integró en su juventud la dirección del Partido Comunista español, se enfrentó a la dictadura de Francisco Franco (1936-1975), pasó por ello cinco años en la cárcel, y en los últimos años, sin militar en ningún partido, formó parte del Foro de Ermua, creado en 1997 para impulsar la paz y la convivencia en el País Vasco.

El ex director de Diario16, José Luis Gutiérrez, dijo este viernes que "la sangre de un mártir, de nuevo, ha servido para unir a los disímiles y los discrepantes", porque "ante la muerte no debe haber diferencias políticas a la hora de la condena y, sobre todo, de poner los medios para evitar que vuelva a producirse otro crimen".

El jueves se adhirieron a la iniciativa de Zeberio, Ramírez y Zarzalejo los directores de otros trece diarios de gran difusión, incluyendo a los de los dos diarios vascos de mayor difusión, El Diario Vasco y El Correo Español/El Pueblo Vasco.

Este viernes, más de medio centenar de directores de radios, agencias y emisoras de televisión habían dado su apoyo al comunicado antes de que se hiciera público. Tras la difusión del manifiesto, se inició la recepción de firmas de periodistas a título individual.

No fueron invitados a firmar el comunicado los directores de dos diarios vascos: Deia, el cual es propiedad del Partido Nacionalista Vasco, y Gara, una publicación afín a ETA, mediante la cual esa organización divulga en forma habitual sus comunicados.

Los firmantes del manifiesto colocaron esta mañana una corona de flores en la tumba de López de Lacalle. A continuación se trasladaron a un edificio céntrico de San Sebastián, donde el documento fue leído por la periodista y escritora Victoria Prego, subdirectora de El Mundo.

En el documento se calificó a ETA y sus acciones de "fascistas", y se señaló que el asesinato de López de Lacalle culminó "una larga cadena de amenazas y atentados".

En las semanas previas al asesinato de López de Lacalle fueron frustrados otros dos atentados, al descubrirse y desactivarse explosivos en sendos paquetes postales recibidos por los periodistas Carlos Herrera y Jesús María Zuloaga.

Una activista de ETA detenida por la policía tenía en su poder lista con los nombres y otros datos personales de 42 periodistas.

Los firmantes del manifiesto indicaron que el asesinato de López de Lacalle pretendió ser "un escarmiento", ya que los etarras "atacan a uno para aterrorizar a los demás".

"Quieren amedrentarnos pero no lograrán hacernos callar", aseguraron.

También criticaron al nacionalismo vasco moderado, cuyos dirigentes han calificado a periodistas como miembros de una "Brunete mediática", en alusión a la División Brunete, una de las más destacadas en el ejército franquista durante la guerra civil española (1936-39).

Carmen Gurruchaga, una joven periodista del diario El Mundo, se vio obligada hace un año y medio a abandonar San Sebastián, la ciudad donde nació y trabajaba, cuando ETA hizo estallar una bomba incendiaria en su domicilio, en el cual se encontraban sólo ella y sus dos hijos pequeños.

Gurruchaga declaró que la ofensiva de intimidación de ETA contra un gran número de periodistas vascos que no actúan según los deseos de la organización ilegal se tradujo en amenazas, pero que por lo general los amenazados "no acusaron recibo".

Eso no se debió a que esos periodistas sean irresponsables, sino a que son concientes de que acceder a las exigencias de ETA "es renunciar a los derechos inalienables de todo ser humano", señaló.

Esos colegas "saben que cumplir con su responsabilidad (de informar) es denunciar estas conductas totalitarias, sectarias y, sobre todo, antidemocráticas" de ETA, enfatizó.

Por lo tanto, "cada mañana emprenden la jornada con el ánimo presto, aunque pensando que hay una banda de asesinos dispuestos a pegarles un tiro en la nuca", añadió. (FIN/IPS/td/mp/ip hd/00)

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