ERITREA-ETIOPIA: ONU prohíbe venta de armas para frenar conflicto

El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) impuso un embargo de la venta de armas a Eritrea y Etiopía, para evitar una escalada en el intenso conflicto entre ambos países del Cuerno de Africa.

Una resolución del Consejo adoptada en la noche del jueves prohibió la venta o suministro a esas naciones de una amplia variedad de pertrechos, incluyendo municiones, vehículos militares, equipo paramilitar e incluso material bélico descartado.

Sólo se exceptuó el "material bélico no letal" y para uso humanitario que sea aprobado en forma previa y expresa por una comisión del Consejo de Seguridad.

Esa excepción podrá permitir la venta de equipos para comunicaciones y control de disturbios, helicópteros para uso médico en evacuaciones y medios de transporte aéreo destinados a proveer asistencia a zonas de conflicto.

La decisión busca obligar a los dos países a negociar.

Los representantes de China y Rusia, miembros permanentes del Consejo con derecho a veto, estuvieron entre los integrantes de ese organismo que insistieron en fijar un plazo para el embargo, el cual tendrá en principio una duración de 12 meses, luego de los cuales se decidirá si es necesario que continúe.

El embargo se levantará si ambas partes cesan sus agresiones militares, llevan a cabo una retirada completa de sus tropas y "se abstienen de acciones que puedan agravar las tensiones" bilaterales.

Entre los 15 miembros del Consejo hay grandes proveedores de armas a Africa subsahariana.

Rusia vendió en 1998 por lo menos seis aviones de combate MIG a Eritrea y otros ocho a Etiopía, y esas aeronaves se han empleado en el actual conflicto.

Estados Unidos, otro miembro permanente del Consejo con derecho a veto, vendió cuatro aviones militares de transporte Lockheed C- 130 a Etiopia entre 1995 y 1996.

Esos cuatro aviones eran usados y habían sido clasificados como "artículos excedentes de defensa", de venta libre al extranjero según las leyes estadounidenses.

Según el Registro de Armas de la ONU, Etiopía ha comprado 50 tanques de batalla T-55 a Bulgaria y otros 40 a Belarús.

El embargo prohíbe a los Estados que integran la ONU proveeer asistencia técnica para la producción de armas o servicios de entrenamiento militar a Eritrea y Etiopía.

Estados Unidos ha otorgado becas a ambos países para su Programa Internacional Militar de Educación y Entrenamiento (IMET).

El IMET destinó a Etiopía 259.000 dólares en 1998, 525.000 en 1999, y 490.000 dólares este año, según datos del departamento de Estado estadounidense.

El programa asignó a Eritrea 409.000 dólares en 1998, 425.000 en 1999 y 390.000 dólares este año, según la misma fuente.

La venta de armas a ambos países por parte de Estados Unidos llegó a su máximo en 1998, con valores de unos 10,2 millones de dólares en el caso de Etiopía, que incluyó venta de material descartado, y 916.000 dólares en el caso de Eritrea.

Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, con sede en Londres, Etiopía dispone de unos 71 aviones de combate y de 24 helicópteros dotados de artillería, y Eritrea de 19 aviones de combate y no más de cuatro helicópteros dotados de artillería.

Etiopía tiene unos 59 millones de habitantes, y Eritrea 3,9 millones.

Eritrea fue parte de Etiopía hasta mayo de 1993, cuando el éxito en mayo de 1993 de una movimiento separatista, tras 31 años de insurreción, privó a Etiopía de todo su acceso al Mar Rojo, transformándolo en un país sin costas.

Desde entonces, la tensión política entre ambas naciones ha sido constante, y en los últimos años se desató una guerra fronteriza que creció en intensidad el mes pasado.

El Consejo de Seguridad había exhortado la semana pasada a ambos países a cesar las hostilidades en un plazo de 72 horas, pero ese llamado no fue atendido y esa fue la causa de que se decidiera aplicar el embargo a la venta de armas.

"El estallido de la guerra fue un hecho lamentable. Las diferencias entre ambas naciones son relativamente pequeñas, y pienso que podrían haber sido resueltas en forma pacífica con un poco de paciencia, esfuerzo y voluntad", declaró el secretario general de la ONU, Kofi Annan.

"Espero que (Eritrea y Etiopía) atiendan el llamado a la paz del Consejo de Seguridad", añadió.

El embajador estadounidense Richard Holbrooke, quien encabezó el mes pasado una delegación del Consejo al Cuerno de Africa, describió a la guerra entre Eritrea y Etiopía como una de las peores en el continente africano.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados afirmó en 1999 que ese conflicto era "la mayor guerra del mundo" de ese año, dado que involucraba a 250,000 soldados y había producido decenas de miles de muertes, además del desplazamiento forzoso de más de 60.000 civiles.

Mohamed Sahnoun, embajador de Argelia y representante especial de la ONU para mediar en el conflicto, aseguró que se trata de "la guerra más devastadora de Africa" por la cantidad de muertes que ha causado. (FIN/IPS/tra-eng/td/da/mp/ip/00

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