DESARROLLO: Los objetivos de la cooperación italiana

La cooperación italiana con el Sur en desarrollo se propone como principal objetivo político para este año la estabilidad de esos países, cuya situación incide más directamente en la seguridad interna de esta nación europea.

Esta finalidad es particularmente evidente respecto de la cooperación con los países balcánicos y de la cuenca del Mediterráneo, como también las actividades en el Cuerno de Africa y en Africa austral.

La Dirección General de la Cooperación para el Desarrollo de Italia asegura también en muchos casos su participación en materia de protección ambiental, mejoramiento de la situación de la mujer, tutela de la infancia y lucha contra las drogas, temas de interés de toda la comunidad internacional.

Se propone también objetivos económicos, según el informe sobre las actividades de la cooperación para el desarrollo en este año del Ministerio de Relaciones Exteriores, como sostener las reformas económicas e institucionales que los gobiernos de los países del Sur adoptan para sanear sus economías.

El objetivo central de la cooperación italiana para el desarrollo es la lucha contra la pobreza. En esto, que ha sido subrayado por la Organización de las Naciones Unidas y el Banco Mundial, coinciden todos los países donantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Otro objetivo es el humanitario, por lo cual Italia participa en las acciones organizadas por la comunidad internacional para hacer frente a las situaciones de emergencia causadas por guerras civiles y conflictos étnicos, así como por las catástrofes naturales.

La Cooperación para el desarrollo cumple desde 1999 una acción muy apreciada en América Central por el desastre provocado por el huracán Mitch, así como en Montenegro, Albania y Macedonia durante la guerra de Kosovo, en Africa, en la región de los grandes lagos y en Angola, y últimamente en Turquía y en Timor.

Desde hace tres años, el Ministerio de Relaciones Exteriores procura una política de concentración geográfica de las intervenciones en un grupo de países no superior a 20.

Los recursos otorgados por ley a la cooperación se concentrarán en un 80 por ciento en los Balcanes, Medio Oriente (territorios palestinos, Jordania, Líbano, Siria), Africa del norte (Egipto, Túnez, Argelia, Marruecos), Cuerno de Africa, China e India.

El 20 por ciento restante se destinará a América Latina, Africa occidental y los países de Asia no prioritarios.

La ley financiera de este año asignó al Ministerio de Relaciones Exteriores para la ayuda al desarrollo como donación 360 millones de dólares para cada uno de los ejercicios financieros del 2000, 2001 y 2002.

La ley de presupuesto le asigna, además, 25 millones de dólares para las contribuciones obligatorias a una serie de organismos internacionales y nacionales, empeñados en el campo de la ayuda para el desarrollo.

El parlamento autorizó también al Ministerio de Relaciones Exteriores a utilizar otros 200 millones de dólares como donación, por lo que los aportes de este tipo en este año serán de 560 millones de dólares.

La disponibilidad financiera de un Fondo rotativo para la concesión de nuevos créditos de ayuda a los países en desarrollo será de 1.100 millones de dólares para este año.

La cooperación destinará cerca del 65 por ciento de los recursos a los países clasificados como menos avanzados y a los más pobres. El 25 por ciento se destinará a los países de ingresos medio-bajo y no más del cinco por ciento a iniciativas en los países de ingresos medio-altos. (FIN/IPS/jp/ag/dv/00

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