La globalización económica amenaza la diversidad cultural de los pueblos indígenas del mundo, denunciaron participantes en el Foro del Milenio de organizaciones no gubernamentales (ONG), que delibera en Nueva York esta semana.
"Los derechos a la vida y a la diversidad genética de los pueblos indígenas son violados todos los días, a pesar de los esfuerzos y acuerdos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para protegerlos", dijo Santiago Obispo, coordinador general de la Red de Cooperación Amazonia (REDCAM).
"La atención de la industria farmacéutica occidental se dirige al genoma humano y no a la gente. Queremos alzar las voces de los pueblos indígenas, africanos y asiáticos del Amazonas, porque aún hay pueblos asiáticos en el Amazonas, para urgir a la Asamblea General de la ONU a que los incluya", expresó.
El activista exigió que cese la obtención de muestras de laboratorio en las comunidades indígenas.
"Enfermeras y médicos toman sangre, uñas y cabellos de mujeres y niños con fines de investigación, y les dan a cambio pequeños objetos de poco valor, como hacían los conquistadores del siglo XV. Eso no es ético", subrayó.
"Los gobiernos de nuestros países deberían dejar de dar salvoconductos a las multinacionales y actuar para preservar la diversidad cultural", declaró Jorge Stanley Leaza, de la nación Kuna de Panamá.
"Cuando alguien copia un programa de computación es calificado de pirata y puede ir a la cárcel, pero cuando una cultura entera es saqueada, se hace en nombre del progreso y del libre mercado", añadió.
Obispo y Leaza reconocieron que ha existido cierto avance en el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas desde el Año Internacional de los Pueblos Indígenas, en 1993.
El avance más importante fue establecer la Década Internacional de los Pueblos Indígenas (1994-2004), con el objetivo de consolidar la cooperación internacional para resolver problemas vinculados con los derechos humanos, ambiente, desarrollo, educación y salud.
"Los gobiernos fueron alentados a buscar la manera de darnos mayor responsabilidad en nuestros propios asuntos y una voz efectiva en las decisiones sobre lo que nos afecta, a través de mecanismos de consulta con los pueblos indígenas,", apuntó Tomás Alarcón, presidente de la Comisión Jurídica de Autodesarrollo Andino (CAPAJ).
La CAPAJ busca defender los derechos fundamentales de los pueblos indigenas en la región meridional andina y promover su derecho a la autodeterminación.
Los pueblos indígenas de América Latina carecen de una representación como tales en las instituciones que les permita para participar en la política, economía y vida social de sus propios países, pese a los acuerdos firmados por los gobiernos latinoamericanos.
"Es demasiado frecuente que no tengan acceso a los nuevos medios de comunicación, porque son analfabetos y no conocen sus derechos ni el poder de su voto, y por lo tanto son manipulados durante las elecciones", observó Alarcón.
Por lo tanto, es muy importante capacitar a jóvenes indígenas en el uso de nuevas tecnologías de la información, agregó.
Fatma Alloo, de la Asociación de Mujeres de Medios de Comuicación de Tanzania, afirmó que la globalización y las nuevas tecnologías han afectado las identidades culturales de los pueblos indígenas campesinos.
El control total del sistema alimentario fue un poderoso instrumento de la conquista colonial, y ahora ese sistema está en manos de las corporaciones transnacionales, mediante la industria de las semillas, indicó.
Los agricultores sólo pueden producir y comerciar en el marco de leyes que les han impuesto, y los cultivos orgánicos son vistos como "una amenaza al poder establecido".
Nuevos medios de comunicación como el correo electrónico e Internet, la red mundial de computadoras, han permitido a las dispersas comunidades de Zanzíbar retomar contacto, pero la tecnología también desplazó formas tradicionales de vida y conducta, opinó Alloo.
La activista comentó que una gran brecha separa a quienes tienen acceso a las nuevas tecnologías y quienes no lo tienen, y que el papel tradicional desempeñado por las personas de mayor edad en una comunidad, quienes encarnaban un "sentido de pertenencia", ahora corresponde a las computadoras.
La cultura informática y de la comunicación permite, por otra parte, conocer otras culturas, que "hace comprender el valor de lo que se ha dejado en casa, y en el pasado eso era un privilegio de los ricos que podían viajar", apuntó.
La posibilidad de interactuar que ofrecen las nuevas tecnologías también es un importante instrumento.
"Ahora podemos llamar a los principales medios de comunicación y hacer comentarios sobre la cobertura de hechos en forma instantánea y barata. Si nos mantenemos vigilantes, podemos expresar nuestros puntos de vista con un alcance masivo", señaló Alloo.
Si ese esfuerzo es desarrollado en forma consistente por la sociedad civil, "puede surgir la clara conciencia de un punto de vista alternativo. Surgen preguntas vitales para sembrar las semillas del cambio", concluyó. (FIN/IPS/tra-eng/ib/da/ego/mp/dv- ip/00)