Los esfuerzos de reforma de las instituciones de Bretton Woods deben dirigirse a fortalecer y no a eliminar el Fondo Monetario Internacional (FMI), exhortaron dirigentes empresariales en esta capital.
Ante crisis financieras internacionales, es necesario un fuerte respaldo multinacional, y esa sería la función de un FMI reestructurado, expresó el Comité de Desarrollo Económico (CED) en "Mejorando la estabilidad financiera mundial", un informe lanzado el miércoles.
"En contraste con recientes propuestas radicales para reinventar el FMI, nuestro informe ofrece una serie de reformas a construir sobre sus éxitos", destacó George Russell, coautor del informe y presidente de Frank Russell Company, una firma consultora sobre administración de activos.
Algunas de las "propuestas radicales" son el cierre definitivo del FMI y el Banco Mundial o la reducción drástica de sus mandatos en cuanto a brindar créditos y asesoría a los países pobres.
El nuevo informe propone que el FMI ponga más énfasis en la prevención de crisis y menos en los programas de estabilización. Agrega que el Fondo debe controlar el uso de sus fondos para prevenir corrupción y fraude, y retirar su apoyo en estos casos.
El documento se hace eco de los crecientes reclamos sobre responsabilidad y transparencia dentro del Fondo y destaca el acceso del público a la información como elemento esencial del manejo de crisis.
El CED es una organización de política pública de más de 200 líderes empresariales y académicos, e incluye antiguos y actuales presidentes de multinacionales como Ford Motor Company, Pfizer y Goodyear Tyre and Rubber Company.
El FMI debería publicar informes anuales sobre cada uno de sus 182 países miembros como condición para la calidad de miembro, exhortó el CED.
Pero el primer subdirector gerente del Fondo, Stanley Fischer, señaló que la revelación obligatoria de información obstaculizaría el desarrollo de algunas economías, donde por ejemplo el conocimiento público sobre monedas sobrevaluadas podría provocar crisis monetarias.
Actualmente, el FMI experimenta con la revelación voluntaria de información.
El informe del CED sigue al lanzamiento de dos estudios similares sobre estabilidad financiera internacional por el Consejo de Relaciones Exteriores, un gabinete de estrategia estadounidense, y la Comisión Asesora sobre Instituciones Financieras Internacionales, bajo mandato del Congreso.
Ambos informes recomendaron métodos de resolución de crisis basados más en la regulación de las funciones del FMI que en los principios de mercado.
En cambio, "nuestras recomendaciones se basan en la creencia de que los mercados compensarán a los países con instituciones y políticas que generen confianza, atraigan capitales privados y asignen recursos con eficiencia", señaló el CED.
"Reconocemos tanto la necesidad de los países en desarrollo de ayudarse como el papel fundamental del FMI en la prevención de crisis financiera, si falla la prevención", agregó.
Pero algunas organizaciones no gubernamentales rechazaron las propuestas de reforma del FMI formuladas por el Tesoro estadounidense y el Grupo de los Siete (G-7) países más industrializados, porque se concentran en separar al Fondo de los países en desarrollo.
Estados Unidos y el G-7 ya tienen el FMI que quieren, porque controlan 57 por ciento de sus votos y dictan las condiciones para los préstamos, señaló Oxfam International.
Desafortunadamente, muchas de las recomendaciones de reforma "están concebidas de una forma que refleja la subordinación de las preocupaciones sobre desarrollo humano a las consideraciones del mercado financiero", lamentó Oxfam.
Durante los años 90, muchos países en desarrollo eliminaron restricciones a la importación y exportación de capital, y estas reformas fueron culpadas por la inestabilidad que causó la salida de flujos financieros de los mercados emergentes.
Aunque CED admitió que las crisis financieras tuvieron múltiples causas, culpó a los gobiernos de países en desarrollo y a las instituciones financieras internacionales por no adaptarse a los cambios del mercado.
Desde la crisis de México, estallada en diciembre de 1994, hasta las del sudeste asiático, Rusia y Brasil en 1997-98, todas parecen haber sido causadas más por cambios en las expectativas de los inversionistas que por malos fundamentos económicos, observó el FMI.
Los países en desarrollo pueden prevenir la crisis aumentando la transparencia de las instituciones tanto públicas como privadas y adoptando normas internacionales sobre regulación bancaria, quiebra y gestión empresarial, sugirió el CED.
"Los países industrializados deben reconocer que las naciones pobres fuertemente endeudadas carecen de recursos e incentivos para adoptar mejores políticas, acuciados por una deuda que no pueden reembolsar", instó Kathleen Cooper, economista jefe de Exxon Mobil Corporation y copresidenta del equipo que produjo el informe del CED.
El alivio de la deuda de los países más pobres es importante para alcanzar una reforma amplia, agregó Cooper. (FIN/IPS/tra-en/gm/da/mlm/if-dv/00