El presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, realiza una gira por Estados Unidos y Gran Bretaña, en la cual impulsa la idea de un programa de apoyo a Africa similar al Plan Marshall estadounidense para la reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial.
Los principales asuntos africanos tratados por Mbeki en su gira, que durará 10 días, son los conflictos armados, la incidencia del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), la cancelación de la deuda de los países más pobres y la promoción del continente como destino de inversiones.
El presidente ha asumido la defensa de la causa de Africa y de los países en desarrollo en los países industrializados con mayor dedicación que su antecesor, Nelson Mandela.
Uno de los principales objetivos de la gira es lograr que se realicen inversiones estadounidenses y europeas para ayudar a la recuperación económica de la región.
"Los actuales desafíos nos exigen intervenciones urgentes, que vayan más allá de las respuestas habituales. Es apremiante que no haya más africanos hambrientos, pobres y de huesos protuberantes, mendigando con un tazón, como los que suelen verse en las pantallas de televisión", subrayó Mbeki.
El presidente sudafricano señaló que la Ley de Oportunidad y Crecimiento para Estados Unidos y Africa promulgada por su par estadounidense, Bill Clinton, es un "buen ejemplo" de lo que se debe hacer, pero que se necesita mucho más.
Esa ley busca facilitar el ingreso a Estados Unidos de productos provenientes de Africa subsahariana, en especial textiles.
La promoción de Africa es difícil a causa del pesimismo respecto de ese continente que existe en lso países industrializados, señaló Pretoria.
Mbeki dijo en Londres a empresarios británicos que es necesario acabar con la reputación de Africa como "el continente sin esperanza".
El presidente predica un "renacimiento africano" con base en reformas democráticas y reactivación económica, y afirma que la región debe tener las mismas oportunidades de éxito que cualquier otra del mundo.
Clinton y el primer ministro británico, Tony Blair, prometieron solidaridad a Mbeki.
"Existen grandes desafíos que no tienen respuestas fáciles y que pondrán a prueba nuestra asociación. Pero los socios están para resolver juntos los grandes problemas", dijo el presidente estadounidense.
Mbeki logró que Londres y Washington apoyaran su estilo de gestiones diplomáticas reservadas para convencer al presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, de buscar una solución pacífica a los conflictos en su país vinculados con el programa de reforma agraria.
Ese estilo diplomática ha recibido severas críticas en Sudáfrica.
Tanto Blair como Clinton expresaron su respaldo al modo en que Mbeki afronta la crisis de Zimbabwe. El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, también apoyó los esfuerzos del presidente sudafricano, y afirmó que éste encontró un camino para resolver el problema.
Mbeki exhortó a acabar con la violencia en Zimbabwe y dijo que las elecciones que se realizarán en ese país los días 24 y 25 de junio deben ser libres y justas.
El esfuerzo de Sudáfrica para que las mayores compañías farmacéuticas del mundo ofrecieran medicamentos más baratos contra el sida ha dado resultado, ya que las cinco principales firmas bajaron hace poco sus precios.
"La conversación entre Mbeki y Clinton no se centró en asuntos científicos, sino en la discusión concreta acerca de lo que estadounidenses y africanos debemos hacer para lograr mayores progresos", indicaron portavoces de la Casa Blanca. (FIN/IPS/wd/sm/rp-mp/dv ip/00