La ciudad de México permanece en jaque por la presencia de más de 30.000 profesores disidentes del magisterio oficial que, como todos los años por esta fecha, se instalaron en tiendas de campaña, autobuses y portales de edificios para exigir mejores salarios.
Siete por ciento de los 29 millones de niños y adolescentes matriculado s en el sistema de educación del país quedaron sin clases des de el día 10, cuando los maestros huelguistas llegaron a la capital.
Entre mayo y junio de cada año, maestros de provincia ajenos a los sindicatos controlados por el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) llegan a la capital para presentar sus demandas.
Miles de ellos marcharon este jueves hacia la casa presidencial, lo que generó un masiva movilización policial y trastornos en el tránsito de vehículos que aumentaron la ya alta contaminación de la ciudad.
La protesta de este año se agregó a la campaña para las elecciones presidenciales del 2 de julio, a las que están convocados 60 millones de votantes. Muchos maestros aprovechan las marchas callejeras para cuestionar al PRI y a su candidato a la Presidencia, Francisco Labastida, cuyo principal desafiante es el opositor Vicente Fox, del conservador Partido Acción Nacional.
El gobierno negocia cada año salarios y condiciones de trabajo con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, grupo cercano al PRI, y lo mismo hace con los sindicatos de campesinos y de obreros y con otras organizaciones urbanas.
«Basta de corrupción, los maestros deben ser libres del gobierno y de s u partido», dijo Oscar Emanuell, de la disidente Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, el grupo que organiza la movilización del magisterio.
Ninguna huelga nacional se conoció en las últimas siete décadas en México, pues los principales sindicatos gremios mantienen «alianzas estratégicas» con el PRI, un partido que ue gobierna ininterrumpidamente desde 1929.
La relación corporativa entre sindicatos y gobierno sufirirá probablemente un descalabro si Fox gana las elecciones, como lo proyectan algunas encuestas, advirtieron los observadores.
El gobierno de Ernesto Zedillo, que finalizará su mandato en diciembre, señala que no puede atender las demanas de los profesores disidentes, y qu e éstos deben reanudar negociaciones con las autoridades de cada estado.
Los profesores, quienes exigen duplicar sus salarios, fijados en promedio inferior a 300 dólares mensuales. En el día bloquean edificios del gobierno, avenidas y embajadas, y pernoctan en tiendas de campaña levantadas en plazas del centro de la ciudad, o en autobuses y portales.
Maestros que duermen en el suelo, comen en lugares improvisados y evacúan sus necesidades fisiológicas en la calle son parte del escenario actual de la capital.
También se realizan protestas de profesores disidentes en cinco estado del sureste —Guerrero, Michoacán, Chiapas, Oaxaca y Yucatán—.
«Aquí no hay nada que negociar»44, que los profesores disconformes regresen a dialogar con las autoridades de sus estados, dijo el secretario (ministro) de Gobernación (Interior), Diódoro Carrasco, tras negarse a recibir los miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
La movilización, por tiempo indeterminado, fue lanzada también para exigir el mejoramiento general de las condiciones de la enseñanza, puntualizó la Coordinadora.
El deterioro de los ingresos de los maestros debilitó el atractivo de esa profesión entre los estudiantes de enseñanza secundaria. La matríc ula en las escuelas de formación de personal docente disminuye 25 por ciento por año, según la Universidad Nacional Autónoma de México.
Una de cada diez personas no sabe leer ni escribie en México, donde se cuentan 1,5 millones de profesores y más de 220.000 escuelas.
El gobierno destina 5,1 por ciento del producto interno bruto a la educación, 2,9 puntos menos de la proporción recomendado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
La escolaridad promedio es de siete años, según informes oficiales, mientras que en Estados Unidos y Canadá, socios de México en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, supera los 12 años.
La educación sufre rezago, pero también registra avances espectácul ares y eso deben reconocerlo todos, señala el Poder Ejecutivo.
La población de México aumentó de 14 a 100 millones de personas en los 71 años que el PRI lleva en el gobierno, y el analfabetismo se redujo de 7 0 a 10 por ciento. (FIN/IPS/dc/ff/ed lb/00)