COLOMBIA: Ayuda antidrogas de EEUU dependerá de factores internos

Los altibajos del proceso de paz con la guerrilla y las persistentes violaciones de los derechos humanos crean incertidumbre en Colombia acerca de la aguardada ayuda antidrogas de Washington, que se discutirá a partir de este martes en el Senado estadounidense.

El proyecto de Operaciones Especiales, que contempla un aporte, entre otros, de 1.300 millones de dólares para la lucha contra el narcotráfico en el sur colombiano, llega al Senado estadounidense un mes después de la aprobación en la Cámara de Representantes.

El debate que se iniciará este martes el Senado concluirá con condicionamientos más drásticos que los establecidos en marzo por la Cámara de Representantes, previó Luis Valencia, profesor de la estatal Universidad Nacional.

La cámara baja estadounidense centró el debate de cerca de tres semanas en los riesgos que implica la ayuda militar dirigida a "fuerzas (armadas) corruptas" y con malos antecedentes en materia de derechos humanos.

Con 263 votos a favor y 146 en contra, la cámara aprobó el proyecto que condicionó la ayuda a que la Presidencia de Estados Unidos certifique que el gobierno colombiano tiene una estrategia para eliminar totalmente en cinco años la producción de drogas.

Otra condición es que el ejército se comprometa a destituir a miembros vinculados con graves casos de violación a los derechos humanos y a que demuestre su colaboración en la investigación de estos casos.

Pese a la incierta situación colombiana, pocos dudan de que la ayuda será aprobada, aunque es posible que el Senado plantee un proceso de certificación en materia de derechos humanos más rígido que el de la Cámara de Representantes, dijo Valencia a IPS.

El proceso de paz que Pastrana lleva adelante con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) pasa por un momento difícil.

Las FARC anunciaron la semana pasada el establecimiento de tribunales de justicia independientes del Estado en las zonas que controlan y la creación de un partido político armado y clandestino, el Movimiento Bolivariano.

Tras los anuncios de las FARC, Pastrana afirmó que no está dispuesto a negociar la paz a "cualquier precio", y advirtió que la guerrilla no debe confundir su voluntad de paz con debilidad en el cumplimiento de los deberes constitucionales.

El líder de las FARC, Manuel Marulanda, dijo el domingo que las críticas al Movimiento Bolivariano podrían derivar en la ruptura del diálogo de paz.

Así mismo, las FARC intensificaron este fin de semana sus combates en cuatro zonas del país contra grupos paramilitares de derecha y contra el Ejército, que dejaron un saldo de cerca de 70 muertos, 46 de ellos guerrilleros, cerca de 20 paramilitares y dos soldados.

El Plan Colombia, con el que Pastrana procura financiar el proceso de paz y la lucha contra el narcotráfico, tiene un costo de 7.500 millones de dólares para los próximos tres años. El gobierno colombiano aportará 4.000 millones de dólares y Estados Unidos, 1.600 millones.

La suma restante sería aportada por la comunidad internacional en una mesa de donantes que se instalará a mediados de año en España.

La ayuda de Washington es vital para Colombia, porque la crisis del país sudamericano representa una amenaza para la seguridad hemisférica, dijo el jefe de la Oficina de Política Nacional Antidrogas de la Presidencia estadounidense, Barry McCaffrey.

McCaffrey escribió en un artículo publicado por el diario El Nuevo Herald, de Miami, Estados Unidos, que las crisis continuas y conexas de Colombia amenazan "cara vez más los intereses de Estados Unidos en América del Sur" y en el propio territorio norteamericano.

Para McCaffrey, Estados Unidos debe protegerse "especialmente contra la corriente colombiana de la heroína y cocaína" y, además, respaldar al gobierno democrático en su lucha por estabilizar la economía y defender el imperio de la ley.

El militar citó cálculos segúnlos cuales el narcotráfico produce en Colombia 520 toneladas de cocaína anualmente, dos tercios de la producción mundial, y envía a Estados Unidos 800 por ciento del total que se consume en ese país.

Para justificar la ayuda de Estados Unidos a las Fuerzas Armadas de Colombia, MacCaffrey vinculó los carteles de la droga con los grupos de la guerrilla que operan en el sur colombiano y protegen los cultivos ilícitos recibiendo a cambio millonarias sumas.

No obstante, analistas estadounidenses pronosticaron que en la etapa que se inicia esta semana habrá enmiendas para establecer un límite en el aumento de tropas norteamericanas en Colombia o la implementación de un mecanismo de transparencia para controlar el uso final del entrenamiento proporcionado por ese país.

Otros congresistas estarían interesados en introducir entre los puntos en debate los herbicidas empleados para la erradicación de los cultivos ilícitos en el sur colombiano, por su impacto negativo en la población y el ambiente. (FIN/IPS/yf/mj/ip/00

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