/Ciudades de América Latina/ ARGENTINA: Un diario gratuito de bolsillo convoca nuevos lectores

Un diario de bolsillo que se reparte en forma gratuita en autobuses de la capital de Argentina confirmó el éxito de una experiencia anterior y seduce hoy a una amplia franja de personas que había dejado de comprar publicaciones por razones económicas.

El llamado El Diario de Bolsillo mide 14 por 37 centímetros y hasta ahora tiene 16 páginas a color, con escasa publicidad, pero abundante información general, política, económica, de deportes, espectáculos, la programación de cine y televisión y otros entretenimientos.

También contiene detalles de servicios varios, como el estado del tiempo, los números ganadores de los sorteos de lotería nacionales y provinciales, y algunos datos curiosos sobre la historia de Buenos Aires, donde viven unas 10 millones de personas.

Una investigación de mercado previa al lanzamiento de la publicación reveló que 60 por ciento de los argentinos no compra habitualmente diarios, en especial por razones económicas y no por desinterés en la lectura.

Esta situación llevó a que muchos expendios de bebidas y alimentos, peluquerías, lavaderos de autos o estaciones de venta de gasolina comenzaran a ofrecer a sus clientes diarios y revistas para su lectura en forma gratuita.

Para cubrir esta demanda heterogénea en su composición socio- cultural se creó este diario de bolsillo, financiado con publicidad y con contratos de exclusividad de distribución en sitios elegidos por su gran asistencia de personas.

La mayoría de los pasajeros de los autobuses, llamados colectivos en Buenos Aires, comenzaron a aceptar el obsequio con cierta desconfianza, pero al poco tiempo fue reclamado como una necesidad para informarse en sus largos traslados a trabajos o lugares de estudio.

El director periodístico del proyecto, Martín Warmerdan, informó a IPS que la tirada es de 250.000 ejemplares de lunes a viernes desde su lanzamiento el 10 de abril, pero la idea es aumentarla hasta los 450.000 a partir de julio.

La propuesta en ambiciosa, si se considera que algunos matutinos tradicionales de Argentina, por los que los lectores pagan entre uno y dos dólares, publican entre 30.000 y 60.000 ejemplares.

Sin embargo, expertos entienden que la iniciativa no perjudicará a los diarios convencionales, como tampoco lo hizo en su momento la aparición de los periódicos en Internet, ya que se apuesta al público que abandonó este consumo.

"Comenzamos repartiendo el diario en 38 líneas de autobuses urbanos que recorren Buenos Aires y las ciudades ubicadas a su alrededor, y firmaremos en breve contrato con otras 20", además de expendios de alimentos y de gasolina, universidades y estaciones de taxis, explicó Warmerdan.

La idea ya fue desarrollada en otros países, como fue el caso de la breve experiencia hecha por la empresa sueca Metro en Santiago de Chile.

Tampoco es novedad en Buenos Aires, donde el diario La Razón lanzó su versión gratuita en trenes locales y de larga distancia y en grandes mercados, aunque en el tamaño normal de tabloide.

Con el lema "Nuestros lectores tienen La Razón", la campaña inicial de un año de este tradicional diario argentino llegó a tirar cerca de 230 mil ejemplares cada día, pero ahora el proyecto está acotado a determinados sitios.

También el grupo empresarial Clarín, que edita el diario de mayor circulación en este país, estudia lanzar su edición de distribución gratuita en el transporte urbano de pasajeros, mercados y en cabinas de cobro de peajes en autopistas administradas por privados.

"Lo importante es que confirmamos que hay un espacio para un diario gratuito en Buenos Aires", además de que la publicidad en este medio se duplicó en un año, comentó Sergio Spadone, editor de La Razón gratuita.

Warmerdan coincidió con su colega al explicar que el objetivo de El Diario de Bolsillo es que se financie a través de la publicidad".

"Consideramos que es un proyecto lo suficientemente atractivo desde el punto de vista del diseño, el contenido y la tirada como para que los anunciantes consideren seriamente la posibilidad de vender a través de nosotros", comentó.

También informó que se estudia aumentar la cantidad de páginas a 32, un límite adecuado para que no pierda su identidad como diario de bolsillo.

Los lectores, que ya no necesitan posar sus ojos sobre el diario del pasajero vecino, llevan el pequeño periódico incluso doblado, lo que lo reduce a un tamaño de 14 por 19 centímetros.

"Yo me había acostumbrado a informarme a través de la radio por la mañana y la televisión a la noche, al volver a casa, pero ahora estoy leyendo este pequeño diario y es otra cosa, ya que se puede conocer más detalles de los temas que interesan", comentó a IPS una lectora, Amelia Gómez, de 52 años.

Gómez lleva el diario a su casa para que su esposo también lo lea. Dentro de poco, ese hombre, que es jubilado, también podrá acceder a un diario gratuito en algún comercio cercano a su casa o, antes de lo que cree, recibirlo en la puerta de su casa por las mañanas. (FIN/IPS/mv/dm/cr/00

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