BRASIL: Amenazas a la Amazonia une a gobierno y ambientalistas

El gobierno y el movimiento ambientalista aparecen unidos en una batalla parlamentaria en Brasil, cuyo desenlace puede agravar la deforestación de la Amazonia y las sabanas.

La alianza momentánea responde a la posible aprobación en el Congreso Nacional de un Código Forestal, que permite a los terratenientes aumentar a más del doble el área deforestada en sus propiedades, lo cual sería un "desastre", según activistas ambientales.

El hecho que movilizó al gobierno y a buena parte de la opinión púb lica fue la aprobación en una comisión parlamentaria, el 10 de este mes, de u n proyecto que establecía reducir de 80 a 50 por ciento el área mínima d e reserva forestal en las propiedades rurales de la Amazonia y de 35 a 20 por ciento en los llamados cerrados (las sabanas brasileñas).

Pero los líderes parlamentarios decidieron anular la decisión de la comisión y rehacer todos los trámites, ante las fuertes presiones de var ios sectores por el rechazo del proyecto presentado por el diputado Moacir Micheletto.

Dominada por los denominados parlamentarios ruralistas y por representantes hacendados o vinculados a sus intereses, la comisión habí a aprobado por 10 votos contra tres la propuesta de Micheletto, que contemplaba esas y otras facilidades para el avance de la ganadería y la agricultura sobre los bosques.

La iniciativa ignoraba por completo un proyecto de Código Forestal elaborado por el Consejo Nacional de Medio Ambiente (Conama), en un proceso de amplio debate en que participaron unas 800 instituciones, en casi un centenar de reuniones realizadas en 20 de los 27 estados brasileños.

"El susto fue positivo" porque despertó una reacción nacional, de autoridades ambientales, del mundo académico, la prensa y hasta de los niños, señaló Roberto Smeraldi, coordinador de la organización no gubernamental Amigos de la Tierra.

En los últimos 13 días se publicaron 14 editoriales en contra del proyecto en diarios de distintos lugares del norte al sur del país, destacó.

El ministro de Medio Ambiente, José Sarney Filho, prometió presentar al presidente Fernando Henrique Cardoso en los próximos días una Medida Provisional (decreto-ley válido por 30 días renovables), con la propuest a aprobada en el Conama, que "es consensual y refleja el deseo de la sociedad".

Esa medida sustituirá la que está vigente desde hace cuatro años. A demás de mantener las reservas forestales en la misma proporción, establece reglas más rigurosas, eliminando algunas "flexibilidades" anteriores, como la posibilidad de compensar una deforestación excesiva en otra hacienda, explicó André Lima, abogado del no gubernamental Instituto Socioambiental.

Los líderes del Congreso anunciaron que dentro de uno a dos meses formarán una nueva comisión para examinar la Medida Provisional y darle el texto que irá a votación plenaria, para su conversión en ley permanente.

La nueva comisión tendrá 28 diputados y senadores, el doble de la anterior, para equilibrar su composición, eliminando la mayoría "ruralista", aunque el relator seguirá siendo el diputado Micheletto, comprometido con los intereses de los terratenientes.

"Tuvimos un triunfo preliminar", al anular una resolución desastrosa, pero "no ganamos la guerra" y la amenaza de un Código Forestal inadecuad o se mantiene, advirtió Lima.

El Congreso decide bajo presiones variadas y la bancada de hacendados es numerosa, explicó.

En la votación del día 10 de la comisión especial, por ejemplo, el gobierno no actuó contra el proyecto Micheletto, porque temía perder el apoyo de los "ruralistas", cuyos votos eran necesarios para impedir el aumento del salario mínimo que, de concretarse, hubiera afectado el ajuste fiscal.

"El juego empieza de cero nuevamente", y ahora habrá tiempo para "un debate más objetivo, no limitado a las maniobras parlamentarias", ni a la emergencia de impedir una ley destructiva, espera Smeraldi.

"No bastan reglas, normas", definiendo que 80 por ciento de los predios amazónicos y 35 por ciento de los cerrados son intocables. El gobierno apoya una legislación que protege los bosques, pero también promueve actividades que sólo pueden desarrollarse con deforestación, señaló el ambientalista.

La política oficial estimula la ganadería de baja productividad y el cultivo de soja, a través de sus bancos, incentivos fiscales y agencias de desarrollo. Además, sus inversiones se concentran en carreteras, hidroví as y otras infraestructuras de apoyo a la agricultura de exportación, todo lo cual apunta a la destrucción de los bosques, acusó Smeraldi.

Además de aprobar un buen Código Forestal, es necesario cambiar el modelo de desarrollo de la Amazonia y los cerrados y para eso hay que discutir alternativas, aprovechando el proceso de discusión parlamentaria, agregó.

La extracción de caucho natural y madera, con manejo, aprovechamiento d e la biodiversidad, una agricultura o ganadería racional en los 165.000 kilómetros cuadrados de área ya deforestada y abandonadas en deterioro, son algunas actividades que recomenda el ambientalista, porque "mantienen de pie los bosques" y representan desarrollo económico.

La verdad por detrás de las apariencias es que no hay unidad entre ambientalistas y el gobierno, ni confrontación con los "ruralistas", según la senador Marina Silva, reconocida líder de las luchas a favor de l ambiente y sociales de los pueblos amazónicos.

No se trata sólo de proteger los bosques y mantenerlos intocados, sino de modificar el modelo de desarrollo y promover las experiencias que comprobaron viabilidad productiva, sin desequilibrar el ambiente, sostuvo la senadora, vinculada a los "seringueiros", recolectores de caucho natural. (FIN/IPS/mo/dm/en ip/00)

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