/BOLETIN-DD HH/ PUERTO RICO: Nueva York en pie de guerra por Vieques

La gran población puertorriqueña en Nueva York está en pie de guerra porque la marina de Estados Unidos reanudó sus prácticas de bombardeo en la Isla de Vieques, en Puerto Rico, luego de un año de inactividad.

Además de varias protestas en el centro de la ciudad, ocho manifestantes interrumpieron un partido de béisbol al ingresar al campo de juego con la bandera de Puerto Rico.

Organizaciones como el Centro de Acción Internacional, la Campaña de Apoyo a Vieques y Todo NY por Vieques también se preparan para lo que esperan sea una gran manifestación el 11 de junio, en el día de Puerto Rico.

Los puertorriqueños constituyen 37 por ciento de la población hispana de Nueva York. En 1998 había 800.000 puertorriqueños en la ciudad, casi el doble de la población de San Juan.

Los manifestantes protestan porque el día 4 más de 200 activistas fueron retirados por la fuerza de predios militares de la marina estadounidense en Vieques, y porque ésta reanudó los bombardeos allí a pesar de la oposición generalizada de la población local y del resto de Puerto Rico.

Los manifestantes, incluso habitantes de Vieques, legisladores estadounidenses y religiosos, se oponen al uso de la isla porque las décadas de bombardeos perjudicaron la salud física y mental de los isleños, el ambiente y la economía, aseguran.

La Marina, que es propietaria de dos terceras partes de la isla desde 1940, sostiene que Vieques es el único lugar donde se pueden realizar prácticas de bombardeo simultáneas por aire, tierra y mar.

Estos ejercicios de entrenamiento son "fundamentales para permitir la preparación de nuestros servicios armados", declaró la procuradora general de Estados Unidos, Janet Reno.

Los manifestantes ocuparon Camp García, el campo de tiro de la Marina. Esta suspendió el entrenamiento militar en abril de 1999 cuando una bomba mató por accidente a un guardia de seguridad e hirió a cuatro personas más.

El 31 de enero, el gobernador de Puerto Rico, Pedro Roselló, aceptó la propuesta del presidente estadounidense Bill Clinton de reanudar ejercicios limitados durante al menos tres años usando bombas que no son radiactivas.

A cambio, Clinton propuso un referéndum que decida sobre la presencia de la Marina en la isla. El gobierno pagará 40 millones de dólares a Vieques hasta el 2003, y si los viequenses votan por la permanencia de los militares, les promete 50 millones de dólares más.

Pero los puertorriqueños dudan que los bombardeos cesen alguna vez ya que Puerto Rico, que es un estado libre asociado de Estados Unidos, no tiene el poder para que Washington cumpla con su promesa.

Según Amilcar Barreto, profesor de ciencia política de la Universidad Northeastern, de Boston, los viequenses miran con desconfianza todo lo que proceda del gobierno de Estados Unidos debido a 60 años de mentiras y promesas incumplidas de parte de la Marina.

Roberto Ramírez, un legislador del estado de Nueva York, fue uno de los manifestantes detenidos en Vieques el 4 de mayo. Hay viequenses "que fueron abusados y humillados, tratados (por la Marina) como si fueran ciudadanos de tercera clase", dijo.

La Marina reconoció en 1999, luego de haberlo negado, que empleó napalm, la bomba incendiaria que Estados Unidos usó extensamente en Vietnam, así como proyectiles con punta de uranio en Vieques. Los habitantes están convencidos de que esa es la causa de la alta incidencia de cáncer en la isla.

Ante las acusaciones de perjuicio ambiental, la Marina realizó un estudio en abril de 1999 que no halló evidencias de contaminación de la tierra o del agua subterránea. Pero el profesor Barreto duda. "Hay que desconfiar si el zorro está libre en el gallinero", dijo.

Tampoco hace falta un estudio para ver las consecuencias de la presencia militar, dijo. Desde el aire, la isla se parece a un paisaje lunar. Las paredes de las casas están rajadas por las constantes detonaciones, el ruido contamina sus oídos y la industria de la pesca está en decadencia.

Los viequenses se quejan por la pérdida de turismo y de tierras fértiles ocupadas por la base naval.

El Centro de Acción Internacional opina que la reanudación de los bombardeos es una "flagrante desconsideración hacia la voluntad del pueblo puertorriqueño" y un "acto de brutalidad colonial".

La complicidad del gobernador Roselló con el gobierno de Clinton es una gran decepción para muchos puertorriqueños, y también una sorpresa. Unas semanas antes, Roselló declaró que su gobierno estaba a favor de desalojar a la Marina de la isla.

Barreto cree saber qué hay detrás del cambio de opinión. El diario más grande de Puerto Rico, El Nuevo Día, informó este año que Roselló era investigado por la FBI (Oficina Federal de Investigaciones) por actos de corrupción relacionados con fondos desviados de un hospital para pacientes de sida.

Según Barreto, como Roselló aceptó la propuesta de Washington, la investigación del FBI podría no llegar a mayores.

No obstante, el congresista Ramírez apoya la decisión de Roselló. "El cree que negoció el mejor acuerdo posible bajo las circunstancias, y yo respeto su decisión", dijo.

La mayoría de los expertos creen que la crisis en Vieques puede reflotar la controversia en Puerto Rico sobre el nacionalismo y la independencia del estado libre asociado. (FIN/IPS/tra-en/ce/da/aq/hd-ip/00

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