El gobierno de la capital de Argentina implementó una campaña de lucha contra la violencia doméstica, que incluye la distribución de un cuestionario en escuelas y hospitales que orienta a jóvenes mujeres sobre cómo descubrir si sus parejas tienen conducta agresiva.
"¿Sentís miedo de sus reacciones? ¿Te animás a decirle lo que pensás? ¿Te acusa de salir con amigos varones o de coquetear con otros hombres? ¿Alguna vez te empujó, te pegó, te retorció el brazo? ¿Te desvaloriza, te insulta, te descalifica?. Estas y otras preguntas están contenidas en los 10.000 folletos y afiches distribuidos hasta ahora.
El programa de difusión lanzado en abril por la Dirección General de la Mujer del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires superó las expectativas iniciales, por lo cual se dispuso imprimir 20.000 cartillas más e instalar una línea telefónica de ayuda.
Las estadísticas indican que las mujeres golpeadas, que se animan a denunciar su problema, comenzaron a ser maltratadas en el período de noviazgo.
El teléfono de ayuda es atendido las 24 horas del día, en forma ininterrumpida, por una de las asistentes del programa denominado Noviazgos Violentos. Luego de recabar los problemas de la denunciante, los expertos determinan si necesita ser incorporada al taller de autoayuda para mujeres maltratadas.
La propuesta surgió como una necesidad ante el aumento de la cantidad de mujeres adultas que se atreven a denunciar la situación por la que atraviesan. Las líneas telefónicas de ayuda del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires pasaron de recibir 15.000 llamadas en 1996 a 25.000 en 1999.
Estudios al respecto revelan que en 82 por ciento de los casos de maltrato los responsables son su propia pareja y casi la mitad se trata de personas con más de seis años de convivencia.
El problema afecta también a mujeres mayores de 60 años, quienes denuncian que han sido víctimas a diario de los golpes de su esposo desde pocos días después de su casamiento, comentan los especialistas.
La presidenta del Instituto Político y Social de la Mujer, María José Lubertino, explicó a IPS que la violencia contra la mujer fue uno de los temas de desigualdad de género más rápidamente asumido por los países, pero advirtió que hay diversas formas de encararlo.
Las políticas públicas y las leyes dan algo de visibilidad al problema de fondo que encierran las agresiones, que es el de la discriminación, un hecho que las hace víctimas de más de 95 por ciento de los casos de violencia doméstica y sexual.
"Hay una serie de pautas culturales discriminatorias hacia la mujer que están en la base del maltrato al que se la somete en muchos casos y no solo físico, sino también emocional", advirtió Lubertino, especialista en asuntos de violencia de género.
"No es natural que el hombre es más violento que la mujer, ni es natural que las mujeres somos buenas o sumisas, sino que se trata de comportamientos que se esperan de unos y otras. En el caso ellos, se cree a veces que su potencia o su virilidad están asociadas a la violencia", explicó.
Del mismo modo, a la mujer se la prepara para ser sumisa y para creer que es natural ser consideradas en una jerarquía menor respecto de los varones. "Incluso nos enseñaron que si un hombre es celoso, es porque nos ama, no porque tiene una necesidad de apropiación", acotó.
En este sentido, Lubertino consideró muy buena la campaña que se realiza entre jóvenes y adolescentes, muchas de las cuales podrían estar viviendo como "natural" las primeras experiencias de pareja en las que se coarten sus libertades y sufran de maltrato físico o emocional.
"Es muy común a esa edad, por ejemplo, que las adolescentes sean amenazadas con el abandono si no aceptan tener relaciones sexuales", advirtió Lubertino.
Destacó que en esos casos es importante trabajar para que la joven haga valer su deseo y respetar sus tiempos y necesidades.
"El objetivo de esta campaña es que las adolescentes tomen conciencia de los problemas relacionados con la violencia, en un momento en que se puede todavía prevenir", explicó la coordinadora del programa Noviazgos Violentos, Isabel Tajani.
"Las jóvenes deben saber que detrás de un hombre celoso, controlador, que se enoja si ella usa minifalda, se maquilla o sale con un amigo, puede haber un hombre golpeador", explicó.
Tajani añadió que "el gran problema de la violencia doméstica es el silencio", y las jóvenes de hoy no están ajenas a ese mal.
"La idea es que estas jóvenes estén alertas ante lo que parece normal, pero que no lo es, y que empiecen a hablar de lo que les sucede", dijo.
Es habitual que el hombre de perfil violento trate de convencer a la joven de que las amigas o la familia la predisponen en contra de él, que es quién la ama de verdad. La mayoría de los hombres golpeadores son muy gentiles, y lo demuestra con regalos y cartas de amor, después de una pelea violenta.
Así, las jóvenes se comunican con el centro de ayuda para contar que sus novios "no las dejaron" ir a una fiesta de 15 años con un vestido que consideraban provocativo, o que les prohiben hacer un viaje de egresados con sus compañeros de escuela secundaria, o que las siguen a todas partes.
Un caso de ese tipo fue el que contó una de las jóvenes que participa de los talleres.
Comentó que su novio la golpeó porque había salido antes de lo habitual de la escuela, donde la iba a buscar todos los días, y había ido a pasear con amigas. Después de ese acto violente, le pidió disculpas y le compró un chocolate y una tarjeta. (FIN/IPS/mv/dm/hd/00